Encounter Ghostly [Pausada]

"¿Qué me sucede?"

Capítulo 10

*

La noche cada vez más, imponía la oscuridad a cualquier lugar existente, el reloj marcaba las 3:00 am, una hora que muchos dicen ser, la hora en la que los espectros y todo lo relacionado a lo paranormal, sale del averno a hacer de la suyas en el mundo terrenal, provocando desorden mental en quien se cruce por su camino, o... ¿Solo es una historia rural?

— Son las 3:00 am. –Dijo Atenea, con una voz temblorosa.

— No es un buen momento para recordar ese detalle. –Mathías incómodo, dijo.

— Debo recordar ese "detalle", no olvides que eres negro, y ya sabes lo que les pasa en una película de terror. –Atenea al terminar su frase, río como si hubiera dicho el mejor chiste de su vida.

Los demás no reíamos, solo mantuvimos silencio, mientras Atenea nos miraba esperando algo. ¿En verdad creía que su broma iba a provocarnos alguna risa?

-— Por si te lo preguntas, no fue nada gracioso. –Respondió Victoria con una mirada de desaprobación.

— Bien, solo intentaba ser graciosa.

— Deja de intentar, entonces. –Rodé los ojos.

Seguí caminando, dejando atrás la pequeña discusión entre Victoria y Atenea, son mis amigas pero prefiero no involucrarme.

— Lo siento. –Giré a ver quien había dicho esas palabras.

— ¿De qué? –Volví a caminar al ver que se trataba de Mathías.

— Por ser como soy, provoco cierto odio en las personas. –Me detuve, él tiene toda la razón en eso, Atenea lo trata de esa forma porque él también es igual o hasta peor.

— Escúchame, así seas la persona más odiada del mundo, todos merecen respeto. –Dije, mirando el lado humanista.

Mathías era un chico con problemas –como todos nosotros– padres divorciados, problemas en la universidad, deudas, y más.
Todo lo que algún día conocí en él, y lo que me agradó, como su personalidad, se fué. Pasó de ser un gran amigo, a solo un conocido.

— ¿Es este el cobertizo? –Señaló.

— Sí, lo es. –Iluminé la oscura puerta deteriorada.

— Oigan, no entren sin mí. –Dijo Cristóbal acercándose a nosotros.

— Yo no entraré, ustedes busquen a Riley, iré por el resto. –Mathías retrocedió unos cuantos pasos hasta darse la vuelta completa e irse.

— Es una gallina. –Cristóbal susurró.

— Concuerdo.

Ambos quedamos mirando como Mathías "huía" de la situación. Resultaba gracioso.

— Olvidando a Mathías. –suspiró– ¿Estas lista? –Cristóbal extendió su mano para que pudiera tomarla.

La observé durante unos segundos, recordando lo que pasó en la entrada de la casa y sentí la sensación de seguridad, era lo que más necesitaba ahora, seguridad.

— Lista. –Tomé su mano entrelazando nuestros dedos.

Cristóbal tomó la perilla y abrió la puerta, toda la incertidumbre acumulada se fue desvaneciendo poco a poco.

— Buscaré por allá. –Señalo la parte más alejada de la puerta del cobertizo- Si sucede algo...

— Me defiendo.