Encounter Ghostly [Pausada]

"Promesa Rota"

Capítulo 11

*

Las horas seguían transcurriendo, y no había señal de Henry, ni una llamado o mensaje, nada.

— Él dijo que podría tardar. —Dijo Riley con sutileza, tomó mi mano e intentó calmarme.

En un acto reflejo de mi ansiedad, quité mi mano de las suyas, abruptamente. Mi cuerpo temblaba, no sabía si era por el gélido frío o por todos los nervios que yacían de lo más profundo de mis temores, uno de ellos es perder a mi hermano.

Marcus y Mathías se encontraban conversando en un rincón, desde mi perspectiva daban un aire de molestia, lanzaban miradas a todos, unas eran comunes, y otras de cólera, Mathías era el que lanzaba dichas miradas de cólera, en especial hacia una persona, Cristóbal. No entendía porqué la molestia... Hombres, difíciles de comprender.

Por otra parte, Victoria estaba a unos asientos de mí, con un libro en manos, un libro de nombre: "Love, Simon". No despegaba la vista de aquel libro, ella estaba en su propio y maravilloso mundo, donde las letras forman la base de su vida y la ficción, el drama, el terror y el romance conformaban cada parte de su personalidad. Es una lectora nata, podía estar horas leyendo, incluso si el mundo se derrumbara a su alrededor.

Cristóbal estaba junto a Atenea, con una sonrisa despampanante, ambos estaban sentados en las sillas de metal giratorias, apoyados sobre la barra de madera, color ocre; parpadeé unas cuantas veces, incesante, era difícil creer que ellos en estos momentos se encuentren con la mejor sonrisa, ignorando todo lo que sucede. Luego de frotar mi ojos, no había lugar a duda de que ese par estaba de lo más alegre.

Recosté mi cabeza en el espaldar del mueble, mi cuello necesitaba relajarse un poco luego de tanto estrés, desde que comenzó todo este lío, olvide por completo mis responsabilidades, este año era la encargada de organizar ciertos eventos tradicionales de mi familia, en unos meses toda ellos se reuniría en nuestra casa para celebrar una fecha en la que mi padre había fundado una de las empresas más importantes de Atlanta, lamentablemente lo que ellos no saben es sobre la ruptura de mis padres, y la muerte de mi madre.

¿Como les haré saber sin que sufran un ataque?

— Henry esta en camino, dice que lo esperemos en su habitación. —Riley alzó la voz para dar el anuncio.

— ¿Por qué en su habitación? —Dijo Marcus acercándose junto con Mathías.

— No tengo idea.

Suspiré quitándome un gran peso de encima, Henry suele tener llegadas dramáticas, es su estilo. Con las pocas energías que tenía, hice mi mayor esfuerzo por mantenerme despierta, aunque hacerlo era sumamente difícil. Al momento en el que me puse de pie recordé haber sentido un objeto en mi bolsillo trasero, lo retiré de ahí y para mi sorpresa se trataba del misterioso collar, seguía igual de reluciente, la luz que reflejaba en él provocaba un resplandor agradable. Era el collar más llamativo que he visto.

— ¿Te lo dió tu novio? —Dijo Atenea sobre mi hombro, dándome un pequeño susto.

— No tengo novio. —Dije tajante y coloqué el collar alrededor de mi cuello.

Ella sabía que mi estado civil era de un solterona con un futuro de tener quince gatos. Entonces, ¿Por qué hacía ese tipo de preguntas?, ¿Acaso me restregaba en la cara su perfecta relación?

— Lindo collar, por cierto. —Fueron sus últimas palabras antes de dar media vuelta e irse.

Contuve la ira que venía acumulándose desde aquel día, en la secundaria, cuando ella descaradamente besó a Cristóbal en un baile organizado por la escuela, era nuestro último año, todos asistieron con sus mejores prendas, el lugar estaba perfectamente organizado, la pista de baile era del mármol más fino, los reflectores iluminaban a cada persona presente, deslumbrando la belleza de cada uno. Ese día, Cristóbal invitó a Atenea, todos hablaban sobre ellos, decían que eran la "pareja perfecta" y cuando la canción comenzó a sonar, todos los presentes con sus respectivas parejas bailaron al compás de la música, era una de esas baladas románticas, en el que el amor fluye y bla bla bla.