"Puedes esconderte, al final te encontraré"

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Capítulo 16

Toda la oscuridad que había llegado para quedarse, dificultaba la apreciación de un tipo de guarida, una que definitivamente era fuera de lo común.

— ¿Que persona tan demente haría algo como esto? —Marcus agarró un muñeco de aspecto muy extraño que estaba en una pequeña mesa antigua.

— Déjalo, eso parece un muñeco vudú.

— Lo dudo, más bien parece un muñeco diabólico.

El muñeco a decir verdad no se veía tan infantil como la mayoría de su clase, no era un muñeco el cuál le daría a un niño, a menos que quiera causarle traumas. Sus ojos simplemente no estaban hechos de plástico, o como comúnmente son la gran cantidad de muñecos, con retina e iris, sino que esté en específico, no presentaba siquiera ojos, solo tenía cocidos los párpados, y hablemos de su boca, en vez de tener una cálida sonrisa enmarcada por sus labios, tenía una mueca macabra con pizca de maldad, o para dejarlo más claro, mucha maldad.

— ¿Está vestido con el uniforme de la preparatoria a la que íbamos? —Asombrado, y con un nudo en la garganta, iluminé con la linterna para ver mejor lo que obviamente sería una revelación para mí.

— Vale, ahora sí da escalofríos. —Marcus devolvió el muñeco a su lugar, al darse cuenta que éste tenía un parecido a él— Tengo un idea, tomemos una fotografía a esta habitación y vámonos.

— Tómala tú, yo revisaré un poco más.

Puedo entender el temor de Marcus, acaba de encontrar un muñeco sin ojos y con un parecido a él, como su cabello negro azabache y su marca de nacimiento al lado del cuello, solo que el muñeco poseía una marca pero de un líquido de color granate que manchaba el lugar en el que supuestamente debería estar la marca.

— Hecho. —Marcus guardó su celular en su bolsillo trasero— Te espero arriba.

— ¿Me dejarás solo? —Abrí los ojos como platos.

— No es un problema para Golden Yet. —Sonrió divertido. No puedo creer que le divierta la idea de dejarme a la mitad de la noche en una discoteca–guarida de un psicópata.

Sin más que decir, retomó el camino de regreso a la superficie donde la luz de la luna se asomaba.

— Genial. —Resoplé.

Volví a adentrarme más a la boca del lobo, y ví unos objetos que estaban tirados por el suelo, habían lápices usados, muchos de ellos, también unas bolas de papel arrugado y trozos de prendas para vestir que habían sido desgarradas.

Esto parecía una escena de crimen organizado, porque a pesar del desorden, las cosas estaban "clasificadas", en un esquina estaba la mesa con el muñeco, y un poco más arriba, un estante con más de ellos junto con un frasco que contenía un líquido oscuro y viscoso —no quiero ni imaginar de que se trate—. En otra esquina, estaban los objetos esparcidos; a mi lado derecho, había un lienzo de una chica de esbelta figura, sin embargo en la parte en la que debería estar su rostro, un vacío ocupaba su lugar, me acerqué tocando los bordes del hoyo, todo indicaba que dicha parte faltante había sido arrancada con fuerza y lo restante que quedaba del lienzo había sufrido daños colaterales como rasguños y rayones, es una lástima porque lo que quedaba de la imagen se veía muy bien trabajado. Y por último al lado izquierdo se encontraba un armario, este era de un color marrón y las dos únicas puertas que presentaba se hallaban cerradas de las manijas, envueltas en alambres de cobre, algo había ahí adentro que él que lo hizo no quiere que veamos.

— Tengo lo necesario para ustedes alambres. —Tome la pinza entre mis manos.

Corté alambre por alambre, lo cual me tomaría tiempo en acabar, pero todo sea por no dejar un desorden total, si voy a allanar este sitio, al menos no causaré tanto desastre, ya que fácilmente podría usar el Napoleón y romper los alambres junto con las manijas.

Encounter Ghostly [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora