Almas de papel.
Aun sigo escondida en la penumbra rodeada de escombros.
Maldiciendo entre la niebla, hacía mi alrededor que consume mi ser como si fuera de papel.
Abro mis ojos lentamente para darme cuenta de que me quedé dormida y no se que hora es-obvio no tengo mi teléfono- me levanto lo mas rápido que puedo para ir a las aula, pero cuando salgo del aula de artes no hay nadie en la preparatoria.
-Mierda...he dormido mucho tiempo-digo en voz baja solo para mi misma.
Me recojo el pelo en una coleta alta mientras voy caminando por el pasillo. Todos parecen haberse ido.
Voy aula por aula a ver si hay personas aun.
Nadie.
Empiezo a buscar por la preparatoria mi teléfono.
Sigo buscando por todos lados pero no encuentro nada. Cuando estoy llegando a los casilleros entro en la puerta que está cerca de ellos para buscar ahí, entro y voy a encender las luces cuando una voz sale de la oscuridad.
-¿Buscas ésto?- una voz muy aguda.- debe de ser tuyo, por lo patético que es tu fondo de bloqueo.- vuelve a hablar encendiendo la pantalla de mi celular mientras lo levanta a los aires.
-Si. De...de..devuélvemelo por favor.- digo aun con las luces aun apagadas. Las dejé así por que se que me intimida la mirada del chico con el que choqué. Está sentado en una butaca con las piernas estirada pero con semblante serio.
-¿Crees que será tan fácil?- dice con ironía y una risita sarcástica- no es tan fácil. Además estoy enojado, alguien rayó mi auto y tuve que arrojar su bicicleta a la basura.
-¡¿QUÉEEE?!- exclamé- lo lamento, solo devuélveme mi teléfono. Lamento lo de tu auto pero fue un accidente.- me tapo la boca antes de regarlo todo.
-¿Que diablos? Tu fuiste...¿verdad?- dijo éste con una voz fuerte y levantándose de la butaca en la que estaba sentado. Literal, fue un grito.
-Lo lamento, prometo te lo pagaré-dije con voz ronca.
Él se acercaba, escuchaba sus pasos cada vez mas serca.
-Quiero que me pagues ahora- dijo con una voz mas suave, cada vez mas cerca. Empecé a retroceder.
-Juro te pagaré, solo dame unos días y conseguiré un trabajo para pagarte...lo lamento- dije bajando la cabeza mientras él quedaba justo delante de mi. Cuando intenté retroceder para salir corriendo él entendió su brazo para cerrar la puerta.
Me levantó la barbilla con una de sus manos y sentí una extraña sensación, pero hice caso omiso a ese toque. Me levantó el rostro y se acercó lentamente hasta quedar su frente junto a la mía.
-ju...ju..juro que vo...vo...voy a pagarte- dije tartamudeando. Se acerco mas a mi hasta que sus labios quedaron posados en mis oidos.
-Me vale madre que seas una pobrucha, quiero que me pagues.- dijo este en tono frio. Luego entró mi teléfono en el bolsillo de mi abrigo con brusquedad y salió sin mas azotando la puerta detrás de él.
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Las esperanzas hechas cenizas.
DiversosPrólogo. Llorando de noche, Viviendo de día. Sufriendo en esta agonía. Ella era el fantasma de la chica que estaba rota. Ella era invisible. Ella está muerta a tal punto que cuando perdió todo, escuchó como los pesados de su corazón se destrozaban y...