Prólogo

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Llorando de noche,

Viviendo de día.

Sufriendo en esta agonía.

Ella era el fantasma de la chica que estaba rota. Ella era invisible. Ella está muerta a tal punto que cuando perdió todo, escuchó como los pedazos de su corazón se destrozaban y la hacían añicos por dentro, hasta que el brillo de sus ojos desapareció. Ella era un ángel, aún así le hicieran creer que no.

Ella estaba rota.

Él era un idiota que no le importaba nada. Pero ocultaba cosas que lo consumían, él era un demonio. Él estaba roto.

Dos almas dolidas.

Erase una vez, un ángel y un demonio compartían el mismo sentimiento tan poderoso que podría reparar sus almas o acabar con ellas.

Las esperanzas hechas cenizas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora