Capítulo Nº2

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Paramos al llegar en un pequeño pueblito, así podríamos alimentarnos, de lejos se podía escuchar como el estómago de mi novio rugía.

Tomados de la mano caminamos en busca de algún restaurante, sentía la tranquilidad de Nick, siendo un pueblo pequeño, eran pocas las posibilidades de que alguien lo reconociera.

— Es lindo estar aquí —Sonreí apoyando mi cabeza en su hombro mientras caminábamos.

— Solo si estás junto a mí —Secundó mi sonrisa y besó mi cabello.

Me sentía tan orgullosa de ser la novia de Nick, admito que al principio… me sentía la chica más afortunada por salir con uno de los hermanos más famosos, pero ya no es así, ahora las cosas cambiaron, supongo que es madurez.

Comimos algo liviano, no faltaba mucho camino para llegar a nuestro destino; un lujoso hotel.

— ¿Podría traernos la cuenta? —Preguntó mi novio amable a una camarera.

— Enseguida —Sonrió y salió hacia la caja.

— ¿Ya conocías aquí? —Pregunté observando el lugar.

— Solo cuando tenía cinco años, no recuerdo mucho, era el restaurante preferido de mis padres… aunque nunca supe bien el por qué. —Sonrió y bebió un poco de su bebida.

— Los entiendo, es… bastante original —Musité ida, ya me había perdido en los profundos y misteriosos ojos de Nicholas.

— Esta noche… —Susurró apoyando sus codos en la mesa y cargándose en ellos para acercarse a mí.

— ¿Qué pasa? —Musité nerviosa, no sé cómo lograba hacerlo, con un simple acercamiento mi piel se erizaba.

— Quiero que sea especial… —Sonrió travieso y me robó un pequeño beso.

— ¿A qué te refieres? —Sonreí inocente.

— Ya verás… —Guiñó un ojo y volvió a tomar asiento como corresponde.

Sonreí y agaché mi vista.

A los pocos minutos después llegaron con la cuenta, Nick pagó, dejo abundante propina y salimos para continuar con nuestro viaje.

— ¿Qué hay de tus padres? —Preguntó en un momento que me notó distraída.

— Nada, les dejé una carta, solo para que no me buscaran y no armaran un gran show —Miré directo hacia la carretera dándome cuenta de que pronto entraríamos a la gran ciudad.

— Entonces, no hay mucho de qué preocuparnos —Esbozó una sonrisa y tomó de mi mano.

Eran las 8:30 de la noche y el viaje por fin había finalizado.

Dios, valla a saber cómo se llamaba el hotel, pero que importaba el nombre cuando era el más lujoso de todos, me sentía toda una estrella dentro de este.

Nick pidió los pases v.i.p’s de la habitación y emocionados nos encaminamos a esta.

— Al fin —Susurró en mi oído antes de abrir la puerta y me abrazó.

Sin decir nada, cerré mis ojos inhalando el exquisito perfume que abundaba en su ropa y sobre todo en su cuello.

Mientras seguíamos abrazados disfrutando de ello, sentí como Nick giraba la manilla y la puerta se abrió.

Nos separamos de a poco y mi novio me dejó enfrente de un paraíso… digo, nuestra habitación.

— Esto… esto… —Balbuceé mientras recorría la habitación con la vista y sin ingresar a ella aún.

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