—Buenos días —Me miró serio.
Miré a Joe desesperada, sabía muy bien que ahora no tendríamos escapatoria.
— ¿Q-que… Que haces aquí? —Pregunté temblando.
— ¿Acaso creen que soy muy estúpido para ir a casa de Megan cuando sé que no quiere verme? Todos tenemos la llave de esta casa, se supone que es de los tres y sabía que aquí la traerías hermanito. —Dijo aún con esa penetrante mirada en sus hermosos ojos.
Nos quedamos en silencio, no había nada que mejorara la situación.
—Creo que los estoy incomodando, acabo de interrumpir uno de sus mejores momentos ¿Verdad? —Sentí esa fina voz con rabia.
Se puso de pie y como era de esperarlo sus pies se movieron con lentitud hasta la puerta.
—Nicholas, espera —Dije con mi voz en un hilo.
Lo alcancé y tomé uno de sus fuertes brazos.
—Déjame —Dijo apenas sintió mis dedos sobre la tela de su chaqueta.
—Nick, por favor no te vallas, tenemos que hablar —Sollocé.
—Oh entiendo ¿Esperas a que te dé la oportunidad de explicarme que es lo que hacías besándote con mi hermano cuando tú no me la diste a mí? —Sus ojos, sus ojos estaban brillando…. Eran lágrimas.
—Nick no llores… por favor —Seguí con mi sollozo y lo abrasé.
—No Megan, suéltame —Sollozó y me alejó de su cuerpo.
—Por favor, por favor —Dije agitada, no quería soltar desatar un mar de lágrimas.
Lo volví a abrazar, quedando apegada a su pecho. Pude sentir su corazón, agitado y seguramente quebrándose cada vez que yo le hablaba, lo miraba o ahora mismo mientras lo abrazaba.
— ¡YA TE DIJE QUE NO TE QUIERO! ¡YA NO TE AMO MÁS MEGAN! —Gritó furioso… y más que eso.
Ahora esa delicadeza de alejarme quedó atrás y me empujó.
Sentí ese líquido brotar de mis ojos y resbalar por mis mejillas, parecía que en las de él también habitaban las lágrimas.
Nos mirábamos, ambos llorábamos… ambos teníamos rabia, pero lo más importante es que ahora los dos nos entendíamos.
—Nicholas tienes que saber algo —La voz de Joe hizo su aparición.
—Tú ni me hables —Dijo Nicholas apretando sus puños.
—No, tendrás que escucharme quieras o no quieras —Dijo mi acompañante.
Me alejé un poco, pasos atrás. No estaba preparada para verlos pelear o algo.
— Joe, no quiero tus cuentos —Suspiró irritado. Nick.
—Megan nunca quiso besarme, se ha negado a mí todo el tiempo —Musitó sin dejar de mirar a Nicholas.
— ¿Pretendes que me crea eso? —Preguntó obvio.
—Sí.
—Oh vamos, vi como ella te respondía sin dramas —Farfulló y me miró.
—Deberás entender cuántas veces quise besarla. Está muy mal Nick, te necesita y yo me aproveché de una situación delicada.
No podía creerlo… mis ojos estaban abiertos como plato. No… Joe no tenía por qué hacer esto. Me lo merecía.
Nicholas me miró serio y luego agachó su rostro.
—Te ama y sé que tu igual a ella, lamento haberlo hecho, sé que estuve mal. Tienes una gran novia Nick, nunca la dejes. Sé que Miley fue quien te besó —Dijo Joe con tranquilidad.
—Traté de decírselo, pero… —Lo interrumpió.
—Lo entiende. Ella… ahora lo sabe —Me miró— Ven aquí —Me estiró una mano y me sonrió sin ánimos.
Sin entender, comprender o razonar bien que era lo que hacía Joe, tomé su mano y me acerqué.
—Ustedes dos… tienen que estar juntos, hacen una linda pareja —Sonrió llevando mi mano a la de su hermano.
—Joe, pero… yo… —Tartamudeé.
—Tu nada —Volvió a sonreír.
—Megan… —Susurró Nick con la cabeza agachada— ¿Es verdad lo que Joe dice? —Aún no me miraba.
Miré a Joe con tristeza, el solo me sonrió para darme confianza y hacerme saber que si respondía un “si” no tendría que sentirme culpable.
Volví a mirar a Nick y levanté su rostro.
—Es así —Contemplé con ternura esos ojos marrones.
Me abrazó hundiendo su rostro en mi cuello y apretando mi anatomía con fuerzas… que por cierto ni si quiera sentí, necesitaba esos fuertes brazos.
Lo sentí sollozar, razón para que yo lo hiciera también y soltara lágrimas.
—Tengo que dejarlos. Me alegra que estén… juntos —Escuchamos decir a Joe.
Nos separamos con tranquilidad y lo miré. Vi como Nick solo acentuaba con la cabeza, después de todo sabía que estaría molesto por un buen tiempo con su hermano.
Se acercó para besar mi mejilla y luego extendió su mano a Nicholas, este la recibió con pocos ánimos.
Apenas Joe salió de la casa… me di cuenta de que no podía dejarlo ir así. No podía.
—Espérame —Miré a Nicholas
—Claro —susurró.
Corrí hacia el exterior de la casa.
—Joe, espera —Dije detrás de él.
— ¿Qué haces aquí afuera? Deberían estar besándose, no lo sé —Sonrió.
Lo miré con ternura… definitivamente no habría nadie como él.
—Gracias —Susurré mirándolo a los ojos.
—Te quiero Megan… no desperdicies esta oportunidad —Llevó una de sus manos a mi hombro derecho en señal de apoyo.
Solo asentí y sonreí.
—También te quiero —Sonreí— ¿Dónde irás ahora?
—Supongo que de vuelta al hotel, mamá y papá deben estar preocupados —Suspiró.
—Supongo que si —Reí.
—Ya… tengo que marchar —Me miró y volvió a suspirar.
—Que tengas un buen viaje —Le deseé.
—Mantendré la radio prendida —Bromeó.
—Excelente.
Nos abrazábamos y lo vi subir al auto, este pronto desapareció y con ello aparecieron los nervios… ahora estaría a solas con… Nicholas.
ESTÁS LEYENDO
Crazy
JugendliteraturNick y Megan son novios desde hace tiempo. Nick la convenció de hacer un viaje, mintiéndo Megan a sus padres cuando salen una noche. Crazy es un punto en el que ellos dos confiarían sus vidas... ¿Pero es lo más seguro? Joe... un nombre que laguna...