Capítulo Nº8:

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Desde el profundo sueño en el que estaba, pude percibir a lo lejos el mormullo de voces. Lentamente abrí mis ojos y me encontré a Nicholas disfrutando con risas un programa que pasaban en la televisión.

— Buenos días… —Susurré acariciando su pecho cubierto por un ancha polera roja.

— Hola —Articuló feliz al verme despierta y besó mi frente— ¿Cómo amaneciste?

— Bien… y este ¿Cómo la pasaste anoche? —Me senté en el acolchado para así poder mirarlo.

— Nada especial, la familia de Miley estuvo durante la velada, se sorprendieron al verme, fui una especia de… sorpresa o algo así —Rió suave.

¿Fue una cena familiar? Bueno, ahora no tendría que preocuparme por su cena, no estuvieron solos.

— Oh… genial… —Susurré— ¿Y qué haremos hoy?

— No lo sé, planeaba descansar todo el día aquí, contigo. —Sonrió y besó mis labios con ternura.

— Te prepararé el desayuno —Musitó en un susurro calmado sobre mis labios.

— ¿Demorarás? —Pregunté rozando mis labios con los de él.

— ¿Por qué lo preguntas? —Besó mi mejilla y se puso de pie.

— Me siento aún dormida, algo torpe —Sonreí— y quisiera darme una ducha corta… no demorare mucho —Me puse de pie.

— Está bien, tómate tu tiempo, me propongo que sea algo grande —Sonrió.

— Claro.

Nick desapareció en camino hacia la cocina, mientras yo comencé a buscar todas mis pertenencias para meterme a la ducha. Al entrar al baño mis ojos se abrieron de par en par, creo que había olvidado lo hermoso que era. Dejé mis pertenencias sobre una repisa espaciosa de mármol y desvié mi anatomía hacia el gran espejo que cubría la mayoría de la pared y así poder entretenerme un rato jugando con mi imagen. Abundaban las sales de baños, las cremas, los lujosos jabones… si y cuando hablo de lujosos jabones, lo eran. Tomé un frasco de vidrio alargado y de color azul transparente, llamaba mi atención, era espuma… lo primero que pensé fue en disfrutarlo, después de todo Nick dijo “Tómate tu tiempo” Destapé la tapa para así poder apreciar su olor, cuando sentí unos fuertes brazos en mi cintura y delicados besos en mi cuello. Levanté mi rostro y como era esperarlo, ahí estaba Nick, totalmente concentrado. — ¿Qué haces? —Sonreí. — No pensabas ocupar la espuma de baño sin mi ¿O sí? —Susurró en mi oído. — Quizás sí, quizás no —Sonreí y me volteé hacia él. Quedé apegada al mueble de mármol mientras sentía a Nick respirar sobre mis labios. Subió sus fuertes manos por mis muslos, subiéndolas sobre de la camisa con la que dormía, una de él por cierto, hasta llegar al primer botón. Solo miraba los botones a medida que los desabrochaba, pero tomé su rostro entre mis manos y lo hice mirarme. — Te amo… —Susurró y me besó con lentitud en los labios. 

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