Capítulo Nº13:

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No fueron más que tibias caricias, unos cuantos besos y el sueño junto al cansancio nos venció. Caímos en un profundo sueño.

Al día siguiente todos mis sueños fueron interrumpidos por los delicados y húmedos besos de Nick en mi espalda.

Sonreí antes de abrir los ojos y lentamente me giré hacia el para poder mirarlo.

—Buenos días bella durmiente —Susurró sensualmente sobre mis labios.

—Buenos días Nick —Sonreí y le robé un corto beso.

__¿Adivina que haremos hoy? —Sonrió travieso.

—¿Salir? —Arqueé una ceja.

Me quedó mirando serio, al parecer mi comentario no había sido mucho de su gusto.

—¿Cómo crees? Será el día solo para nosotros —Sonrió una vez más y capturó mis labios con delicadeza.

De a poco iba incrementando la velocidad en el beso, su respiración junto a la mía se iban agitando y su cuerpo de a poco iba acomodándose sobre el mío.

Sus manos comenzaban a subir por debajo de mi polera y mis piernas con las suyas se enredaban.

—Te amo tanto —Susurré con dificultan entre sus labios.

Enredé mis dedos en sus rizos profundizando el beso, la presión entre nuestros labios ya no podía ser mayor. Ladeaba su cabeza cada segundo para ir dándole la comodidad a su carnosa lengua y así poder acoplarse con la mía.

Sentí mi polera subir de a poco… y antes de que saliera de escena, detuve nuestro actuar.

—Nick, Nick… Nick… —Dije con dificultad al sentir sus húmedos besos en mi cuello.

Parecía no ponerme atención y en segundo mi polera estaba siendo parte del suelo.

Mi cuerpo completo se estremeció al sentir el calor que su cuerpo me proporcionaba.

—Nick, ya basta… —Dulcemente lo hice a un lado— Mi estómago ruega por un rico desayuno. —Sonreí.

Me miró serio y luego comprensivo, sonrió y besó una vez mis labios.

—Saldremos a desayunar, así que… vístete —Sonrió.

A sus órdenes me vestí con la mejor ropa, quería volver a llamar su completa atención y así olvidara de que Miley estaba en el hotel.

Pronto salimos a uno de los buffet más elegantes, dios, me sentía como una reina.

—Y así… es como se desayuna —Expresó feliz mirando su alimento.

Lo miré feliz, era algo que disfrutaba… verlo comer. Ver como mordía delicadamente cada tostada, como le daba un sorbo a su jugo de naranja… dios, cada movimiento era perfecto.

—Megan, espérame un poco —Dijo mirando detrás de mi hombro.

Me giré, pero no había nadie.

—Claro… —Dije extrañada y nuevamente me volteé a mirarlo, pero él tenía la vista pegada en un punto.

Se puso de pie y salió en un trote rápido hacia una esquina, ahí desapareció.

Me quedé sola, lo esperé unos minutos, pero el hambre que sentía era mayor.

Finalmente terminé mi alimento y Nick aún no daba señales de vida.

— Megan… —Dijeron detrás de mí.

No fue necesario que girara una vez más, Joe apareció y se puso de pie frente a mí.

—Siéntate —Sonreí, quería ser amable una sola vez con él.

—Megan, ven conmigo —Me estiró una mano.

—¿Qué sucede? —Me quedé quieta en mi asiento.

Al ver que no me movería, tomó uno de mis brazos y me lanzó con fuerzas hasta que mis piernas tocaran el suelo y mis rodillas estuvieran estiradas.

Me arrastró con fuerzas por el pasillo sin decir ni una sola palabra.

—Joe… ¿Qué diablos sucede?... vamos, suéltame, me lastimas —Dije tratando de correr a su lado, la velocidad que llevaba era rápida.

No hables, solo escucha. —Me apegó contra una pared.

Me quedé en silencio… supuse que era algo importante.

—Nicholas, necesito hablar urgente contigo —Era la voz de una chica.

—Si claro… ¿Qué sucede? —La perfecta voz de mi novio.

—Sé que son pocos días y que… no nos hemos visto seguido, también que tienes novia —Era Miley.

Me apoyé un poco más en la pared, sé que estaba mal escuchar a las personas, pero era mi novio con su ex.

—¿Qué tiene que ver Megan en esto? —Rió confundido. Nick.

—Nicholas, tú me gustas. —Expresó ella.

¿¡QUE!? ¡LO SABIA!

—Maldita… —Sollocé y acomodé mi cuerpo para marchar hacia ella y arrancarle la cabeza con mis manos.

—Espera… —Susurró Joe tomándome de un brazo.

—¿De qué hablas? —Nick sonó nervioso.

—De esto… —Ella susurró.

Se quedaron en silencio por bastante rato, por lo que me dio mal presentimiento.

Acerqué uno de mis ojos al borde del umbral y observé… no… no… no es verdad… no.

No tenía palabras, enseguida un nudo en mi garganta hizo su aparición al igual que las lágrimas.

—Te lo dije… —Dijo Joe… estaba serio.

Miré a Joe atónita… ¿Hacía esto solo para tenerme cerca de él?

Sentí la rabia invadir mi corazón partido en dos. Avancé con odio hacia las dos personas que se besaban con tranquilidad y de a poco con más intensidad.

—  ¡Eres un maldito! ¿¡Sabías!? —Exclamé furiosa.

Nicholas y Miley se separaron en menos de un segundo… ambos abrieron grande los ojos y él se puso de pie.

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