Vivire mi vida

Los sentimientos que ciegan la verdad

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"LOS SENTIMIENTOS QUE CIEGAN LA VERDAD."

(Summer Evans)

-¡NO ENTIENDO ESTE MISERABLE PROBLEMA!- grito frustrada mirando a Anne-lise

-Summer, amiga, te ves como si estuvieras a punto de llorar- me dice ella apenada

-Quiero hacerlo, llevo tratando de resolver esta mierda desde ayer y no me deja- chillo molesta mientras me retuerzo las manos enojada

-Veo que alguien está de muy mal humor- dice Darrel, el que faltaba. Ahora si es verdad que mi día se ha oscurecido completamente

-Darrel no la molestes- dice Annie suavemente mientras le da un corto beso a Ethan en los labios. Ellos como pareja son una cosa hermosa de ver.

Suspirando me doy media vuelta y camino a paso rápido a la entrada del instituto, llevo mis puños apretados tratando de hacer la mayor presión posible para que pueda soltar la mayor cantidad de molestia, cuando aflojo y siento mis músculos irse relajando, doy una respiración y me preparo para una nueva clase de horrorosas matemáticas. Las odio tanto, no me dejan vivir, y si no apruebo el examen mi hermana se molestará mucho. Con ese pensamiento flotando por mi mente camino hasta mi casillero y recojo mis libros para las estúpidas matemáticas.

-Oye ¿Qué sucede?- escucho la voz de Darrel atrás de mi

-Puedes dejar de molestarme, gracias. Hoy no es un buen día- murmuro con un tono de voz de advertencia volteándome a verlo

-Solo quiero saber que te ocurre- frunce el ceño y al ver ese gesto tan simple suspiro y me encojo de hombros

-No sirvo para las matemáticas ¿okey? Soy mala, mala muy mala y si no apruebo este examen mi hermana me matará y le dará mis restos a los perros de la vecina- dije frustrada, Darrel se carcajeo haciendo que me molestara más- Olvídalo, no debí decirte nada- susurre volteando los ojos y cerrando mi casillero

-Espera ¿Cuándo tienes el examen?- pregunta cruzándose de brazos haciendo que su pecho se marque por la camiseta que trae

-Es mañana, a segunda hora- dije

-Bueno pues al salir de aquí nos vamos a mi casa, hare caridad contigo- dice mirándome a los ojos mientras se ríe

-No quiero tu estúpida caridad, imbécil. Largo de aquí- grité molesta por lo que había dicho mientras entraba hecha una furia al aula y lo dejaba atrás. Me senté en mi lugar y me preparé para el dolor de cabeza que me venía encima.

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Ya a la salida, y con mi mal humor rondando a mí alrededor, camine hacia el estacionamiento esperando a las demás

-¡Summer!- gritó Annie desde lo lejos corriendo hacia mí- Vamos a estudiar en casa de Lauren ¿Vienes?- me preguntó con una sonrisa. Annie casi siempre estaba radiante y con una sonrisa ¿Cómo le hace? En definitiva, tengo amigas locas.

-No creo, quiero concentrarme totalmente en los ejercicios para poder salir bien mañana. Gracias por la invitación igual- le dije apenada

-Amiga, no hay que agradecer. Además estoy preocupada, tu mal humor no se ha ido y no quiero que eso te afecte al momento de estudiar y también al presentar el examen-