Tachando lunas del calendario

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N/A: Señoras y señores, sólo he venido a cumplir un capricho personal. 


En punto de las ocho de la mañana en Boston Massachusetts, Millie Brown recibió una llamada de su novio. Contestó de inmediato.

Buenos días amorcito.

—Buenos días mi chico rockstar —saludó Millie en medio de un suspiro.

Acabamos de aterrizar en la Ciudad de México. Nos han informado que hay mucha gente esperándonos en la terminal con carteles, globos, ramos de flores, sombreros de mariachi, entre otros obsequios —la emoción del chico era tanta que rompió la barrera de la distancia y logró penetrar el corazón de la pianista. 

Millie sostuvo el teléfono con su hombro mientras tomaba un marcador azul y tachaba otro día en el calendario. Estaban por cumplirse tres meses desde que la banda de Finn Wolfhard, inició una gira internacional con su primer álbum de estudio, publicado un año atrás bajo el sello de Scarlett Records; compañía discográfica de Joe Keery.

Aquella mañana, Millie se sentía particularmente feliz. Después de México, Calpurnia regresaría a los Estados unidos para culminar la gira, de modo que en unas semanas su adorado estaría de vuelta.

Echaba mucho de menos la ternura con la que Finn le miraba a cada instante. No terminaba de acostumbrarse a la quietud del departamento que compartían. La sensación de inseguridad e intranquilidad gobernaba sin el sonido de su voz despreocupada, amorosa y alegre. Le hacían falta sus cálidos abrazos y las charlas entre besos interminables cuando infringían el decreto de dormir en habitaciones separadas para disfrutar un poco más de la fantástica compañía del otro.

—¿Listo para la función de esta noche?

La verdad no. Soy un manojo de nervios —Confesó el muchacho.

—No es la primera vez que te paras en un escenario. Creí que el tema de los nervios estaba superado —la muchacha se tumbó en el sofá y comenzó a enredar sus dedos en las puntas ya crecidas de su cabello.

Este concierto es importante. México es nuestra entrada al mercado latino y esta noche es nuestro deber dar una presentación épica, memorable. El público debe amar nuestra puesta en escena.

—Lo harán —Millie lo creía de veras.

La aceptación de Calpurnia fue casi instantánea y debutó en los primeros lugares de popularidad gracias a su género que representaba creatividad, calidad y riqueza armónica. La banda rompió con los esquemas de la industria musical y gracias a al excelente trabajo de difusión de Scarlett records, había gente en todo el mundo que esperaba escuchar su música en directo.

Solo espero que no se enamoren de mí. Odio ser tan atractivo.

—Si no te conociera diría que se te ha subido la fama a la cabeza. Realmente espero que cuando regreses sigas teniendo los pies bien puestos en la tierra.

Así será, a excepción de algo...

Millie guardó silencio para que el guitarrista completara su frase.

Estaré más loco por ti.

—Más te vale —respondió como una boba.

A continuación, Finn le habló de cuán impresionado estaba con el alcance que tenía Calpurnia. Le resultaba difícil creer que su música haya salido de las paredes de su habitación del Real Conservatorio de Toronto. Joe estaba impaciente por lanzar otro álbum lo antes posible.

Palabras para regalar [Fillie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora