Sentada en el sofá, Millie Brown abrazó sus rodillas. Creía que si dejaba sus pies plantados en el suelo, las voces agresivas de su cabeza podían materializarse y arrastrarla a la perdición. Era como una niña pequeña que temía a la oscuridad de la noche, se sentía acechada por monstruos que se burlaban de ella por ser tan ingenua. «Finn no te ama» susurraban.
Millie no era consiente de las lágrimas que rodaban por sus mejillas, era prisionera de su propia mente que le presentaba una y otra vez la imagen de su Finnie abrazando a esa chica, justo como la abrazaba a ella...
«Finn Wolfhard y su manager saliendo de una cena romántica» decía la publicación que leyó al despertarse.
Fue cómo si le hubieran disparado al corazón y ahora, tenía las manos en el pecho, conteniendo la fe en el amor que Finn decía tenerle pues era lo que la mantenía viva, sin embargo, se escapaba entre sus dedos, tatuando su piel de escarlata.
Finn estiró los brazos para desperezarse. Durmió bastante bien y a juzgar por el ruido de la ciudad, era más de medio día.
Pensó visitar a Diana Summers a su habitación y saber cómo se encontraba. Luego del incidente con ese desconocido que supuestamente quería robar su cartera y abusar de ella, la manager no se separó ni un segundo de él hasta que llegaron al hotel.
Sin embargo, antes de levantarse de la cama, Finn recibió una llamada de un número desconocido.
Esperó unos segundos con total desconcierto. Sólo familia, amigos cercanos y personas de confianza tenían su número, nadie más. La curiosidad se apoderó de él y finalmente contestó.
—Hola, buenas tardes. ¿Hablo con Finn Wolfhard? —saludó un hombre, amablemente. Expresaba emoción y el guitarrista comenzó a temer en caso de que se tratara de un fanático fuera de sus cabales.
—¿Quién habla?
—Mi nombre es Chosen Jacobs.
El guitarrista enarcó las cejas y abrió la boca sin poder creer que uno de los artistas más famosos del momento estaba al otro lado de la línea. Chosen Jacobs llevaba más de cinco años en la industria musical como solista de genero popular. Su público era internacional; recibía más atención de jóvenes adolescentes por ser apuesto y carismático, pero sin duda alguna, millones de personas seguían fielmente su trabajo.
—¿Con quién tengo el gusto?
—Fi-Finn Wolfhard. Un placer —dijo atropelladamente. De repente se sentía muy estúpido para continuar con la conversación.
—El placer es mío. Verás, Finn, anoche asistí al concierto de Calpurnia y quedé fascinado con el show. Sería un gran honor expresarte mi admiración en persona. ¿Qué te parece si almorzamos juntos? Espero no intervenir en tus labores del día.
Finn apenas podía formular una respuesta coherente y articularla correctamente.
—Me encantaría —respondió. Aquel instante lo único que sabía era que tenía libre todo el día. No dejaría escapar esa oportunidad de conocerlo.
—Estupendo...
Chosen acordó verse en media hora, a Finn le pareció muy pronto pero el cantante se apresuró a informarle que estaba en una suite del mismo hotel, tres pisos arriba, de modo que su interlocutor aceptó y nada más colgar, se metió a la ducha.
El guitarrista llegó a tiempo y fue el mismo Chosen Jacobs quien lo recibió con un apretón de manos y una sonrisa encantadora. Finn se quedó sin palaras por un momento, el porte seguro y elegante de su anfitrión era imponente; Alto, con un cuerpo bien trabajado, de tez morena, atractivo y carismático...
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Palabras para regalar [Fillie]
FanfictionSecuela de "Vendiendo recuerdos para poder dormir". Han pasado dos años desde que Millie y Finn se hicieron novios y se mudaron a Boston para seguir sus sueños. Finn es exitoso con Calpurnia y se va de gira, Millie no le acompaña debido a su trabajo...