—Me alegra haber podido encontrarle, joven Jacobs —fueron las primeras palabras de Keery—, traté de contactarlo mediante su manager pero éste desconoce su paradero. Nadie sabía de usted. Daba la impresión de que la tierra se lo tragó.
—¿Cómo fue que dio con este lugar, entonces?
—Diana siempre sabrá dónde encontrarle, aun cuando usted desee todo lo contrario.
Asombrado por la revelación, escéptico a que Diana continuase guardando detalles y pistas de antaño que sólo ellos dos conocían, como ese departamento, su lugar de retiro; Chosen invitó al productor a pasar y tomar asiento.
—Dígame... ¿Diana se encuentra bien? —El chico se descubrió a sí mismo preguntándolo.
¿A qué se debía esa visita si no fuera para hablar de Diana, el único punto en común que los dos hombres tenían?
—Diana está muy bien, mejor que nunca. Sin embargo, no he venido a hablar de ella —Aclaró Joe pese a que era algo que había querido hacer desde que rompieron su secreta relación. Además, ya era tema pasado. Así que lo dejaría estar.
Chosen asintió comprensivo, y un poco más ansioso.
—Se trata de Calpurnia. Como sabrá, soy su productor. Los chicos entrarán al estudio la semana próxima para grabar los temas de su nuevo material. Finn Wolfhard me expresó su deseo de grabar una canción a dueto con usted, joven Jacobs.
El susodicho sonrió. Evocó un recuerdo agradable: El día que invitó a Finn a comer en suite y compartieron una charla que se antojaba interminable, los temas de conversación parecían infinitos; aquello sólo es característico cuando dos personas son afines y de inmediato nace la amistad sincera. Ciertamente, esa invitación entrañaba intenciones que Finn desconocía hasta que ato cabos y lo supo, que Chosen sólo quería averiguar si era verdad que mantenía una relación amorosa con Diana Summers.
En todo caso, ambos artistas quedaron fascinados con la personalidad del otro, y Chosen hizo el comentario de hacer música juntos.
—Pensé que, para Finn, yo era un villano temible —dijo Chosen encogiéndose en hombros— a partir de que Diana...
Chosen guardó silencio. No quería hablar mal de la chica, de las mentiras que dijo aquella noche en Chicago o las que inventó para que él dejase de perseguirla. Si el cantante removía arenas antiguas, terminaría sepultado en el pasado, el que tanto se empeñaba en dejar atrás.
—Sé a lo que te refieres... —intervino Joe de forma tranquilizadora— Diana tuvo una larga charla con Millie, y después con Finn en la que les habló de ti y tu autentica forma de ser. Limpió tu imagen.
—Vaya... Me alegro...
—De tal manera que sería todo un honor para los chicos de Calpurnia si aceptas colaborar en su disco.
Jacobs estaba dispuesto a salir de su apartamento, tomar un taxi, ir con Diana y darle las gracias por haber contado la verdad sobre él, y por haberle dado la oportunidad de recuperar su amistad con Finn, porque esa propuesta de grabar juntos era un claro indicio de reconciliación.
—Aprecio a Finn, admiro a la banda..., a Ayla..., soy su fan. Me encantaría hacerlo, me honraría grabar con ellos.
—¿Es un sí?
—Desde luego.
—Estupendo.
Antes de irse, Joe le dejó el demo de la canción.
Chosen no tardó en aprenderla, era realmente asombrosa. La letra abordaba la vida y la muerte, de forma implícita, poética, tierna y abrumadora al mismo tiempo.
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Palabras para regalar [Fillie]
Hayran KurguSecuela de "Vendiendo recuerdos para poder dormir". Han pasado dos años desde que Millie y Finn se hicieron novios y se mudaron a Boston para seguir sus sueños. Finn es exitoso con Calpurnia y se va de gira, Millie no le acompaña debido a su trabajo...