V

506 48 12
                                        

Casi horrorizado volteo la pagina, no quiero saber si estuvo con Christian o no, pero a la vez lo necesito.

25 de enero de 2014:

No escribí hasta hoy lo que sucedió con Christian porque no tenía la capacidad de acordarme bien las cosas que pasaron.

Lo último que mi mente repetía una y otra vez eran los empaques de condones usados en el suelo, Christian tapado con sabanas blancas respirando suavemente al compas de sus latidos y un olor peculiar, ese olor a sexo tan reconocible en mis sentidos.

Luego de cinco días me acuerdo de cada detalle y como pensé escribir cada cosa que me pase en estos trozos de papel lo voy a hacer.

 Luego de que las pastillas nos hicieran efecto comenzamos a beber agua mientras mirábamos televisión, nada nos gustaba y yo comenzaba a sentir el deseo incontrolable de besar, acariciar y muchas más cosas.

Christian se acerco a mí y pude respirar su aliento a menta, haciéndome acordar de Louis en ese momento.

El tomo mi cara entre sus manos y me beso, lento y fuerte. Como recordaba…

Su beso se fue haciendo cada vez más intenso, el tocaba mis pechos por encima de mi bata. Luego de unos minutos besándonos el abrió mi bata, dejándome a su merced. Toco con sus largos dedos mi clítoris, después de un nanosegundo los introdujo, haciendo que por un momento me duela y luego sentí la dopamina por todo mi cuerpo.

Sin dudarlo desprendí su camisa, su pantalón y baje sus bóxers. Era obvio que aunque este drogada todo esto lo hacía sin cariño alguno, no era lo mismo acostarme con Louis que estar con él cretino de Christian.

El me quito la bata, se puso de pie y me alzo, haciendo que enrede mis piernas en su cintura, me llevo hasta mi habitación. Apoyo mi espalda contra el suave colchón, busco un condón en mi buro, lo rasgo con sus dientes al paquete metalizado y luego se lo coloco en su erección.  Y sin previo aviso me penetro, tan duro como para sentirlo hasta drogada.

No quiero escribir tanto, la verdad estoy algo cansada de tanto trabajo y un poco estresada porque no veo a Louis desde ese día que tuvimos sexo en su casa. Debo admitirlo, tengo miedo de que él se haya asustado de mi acto, después de todo siempre le cobraba cada hora junto a él. Y este acto fue de niña idiota, por pensar que los dos podríamos tener algo en común además de penetraciones.

Creo que lo único bueno que puedo sacar de estos cinco días es que no vi a Christian por ningún lado, y eso es casi un milagro. Es obvio que él está decidido a volver y meterme nuevamente en sus juegos. La verdad que no se si podre ser tan fuerte y aguantarme de no consumir sus tipos de drogas.

_

La hoja no tiene más que esas palabras, la primera que encuentro tan corta de su hermosa letra.

Miro la página que le sigue, la fecha es de cinco días después.

30 de enero de 2014:

Mi perfecto extraño ya no tan extraño volvió luego de diez días sin darme señales de vidas, tengo que aceptar que lo extrañe bastante. Pero hay una cosa que me llamo la atención.

El entro al cabaret, su bronceado era mucho más dorado que hace diez días, el me vio bailando en el frio tubo sobre el escenario y me llamo. Cuando por fin estuve a su lado el me entrego un gran fajo de billetes.

-Ángel, quiero que salgas de aquí lo antes posible y te compres un vestido de gala, quiero llevarte a un lugar- mis sentidos colisionaron al escuchar eso ¿El me quiere llevar a un lugar? ¿Qué demoni*s le ocurre? –Hay mucho dinero ahí, así que lo que sobre del vestido que te compres es para ti, como si te pagara una noche normal- el me guiña un ojo, besa mi mejilla y luego al oído me dice- Pasare por aquí a las ocho, espero que estés lista-

Cuando él se marcha algunas compañeras se me acercan, ellas notaron su rara presencia obviamente.

-Tengo una cita formal- les digo mientras moví el fajo de billetes de una mano a otra. –Me voy a comprar ropa, díganle a Monica que sedo mi turno- por si no lo dije antes, Monica es nuestra madama.

-Cuídate y ven aquí cuando ya tengas tu ropa- Cristal me guiñó un ojo y luego se alejó con las demás chicas a continuar con sus respectivos trabajos.

Camine por más de veinte cuadras, entre a más de diez tiendas de ropa y ningún vestido me llena totalmente como para decir que Louis se volverá loco por mí. ¿Qué estoy pensando? ¿Qué él se vuelva loco por mí? Por favor, simplemente soy una prostituta y ahora de que me tratara no tengo idea.

En la última tienda que entré encuentro el vestido perfecto, un hermoso y perfecto vestido rojo que llega hasta el suelo, no tiene demasiado escote y es perfecto para mi piel. Lo compré sin dudarlo, la empleada se quedó casi impresionada de que pueda comprarlo al contado y yo también al ver el semejante precio del pedazo de tela.

Miré el dinero que me sobro, demasiado para ser verdad. ¿Este chico hace dinero de los árboles o qué?

Y en ese momento caí en cuenta de que estoy hablando de uno de los integrantes de one direction. Que idiota.  

Pedí un taxi y me dirigí nuevamente al cabaret, seguramente las chicas iban a saber qué hacer con mi cabello, mis uñas y mi cara por sobre todas las cosas.

Cristal comenzó a maquillarme, Destiny me peinaba suavemente el cabello y Monica buscaba entre sus pertenencias algún par de zapatos que me quede bien con el vestido, aunque en realidad eso era un poco en vano ya que el vestido taparía mis pies.

Luego de media hora ya estaba lista y solamente faltaban cinco minutos para que el reloj marque las ocho. Mis nervios comenzaban a atacarme ¿A dónde me llevaría? ¿Conocería gente nueva? No eso nunca.

No entiendo que mierd* está haciendo este cliente conmigo, ya se está tornando frustrante como me pongo cuando pienso en el.

 

Addictions |Louis Tomlinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora