Tras pasar la gran puerta morada notó sus pies fríos, el aire se congeló y sus dientes castañeaban, miró abajo y se encontró nieve, se acercó a ella y la tocó hasta que sus manos se pusieron rojas
- Vaya, parece que nunca hayas visto la nieve- soltó la flor, en el que sus pétalos estaban congelados
La niña afirmó sonriente mientras en sus rojas manos sostenía la blanca y fría nieve. A pesar de estar en medio del frio se puso a jugar con ella, daba saltos y gritos entre los copos junto a Flowey en su hombro congelado.
(imaginen que tiene menos flores den el rostro)
Empezó a nevar más fuerte e intentaron buscar un refugio, caminaron hasta llegar a una especie de puerta con barrotes de madera, estaba llena de hielo en los laterales, dieron un paso más y se oyó como un ruido, una rama para ser específicos, volvieron la vista atrás y no vieron a nadie, empezaron a caminar más deprisa y las pisadas se acercaban con gran rapidez, pasaron la puerta y un tacto detuvo a la niña
- Je...- rió la voz, era áspera pero dulce a la vez- humana, ¿no sabes cómo hacer un nuevo amigo? Date la vuelta y descubrirás como soy...
Lentamente se dio la vuelta y se encontró de frente junto a un esqueleto, no era muy alto, casi de la misma altura, llevaba un jersey rojo y unos pantalones negros cortos con una raya lateral de color amarilla, una bufanda negra y roja a su cuello y una chaqueta gruesa negra encima de él, llevaba también un colgante que le llegaba al pecho como una especie de estrella de cuatro puntas, su cara era como de cansancio, tenía ojeras en sus dos huecos que tenía por ojos, que eran rojos, y sus dientes eran puntiagudos incluido uno de oro en un lateral de la mandíbula
- Sup kiddo...- saludó el esqueleto enseñando sus dientes y su diente de oro reflejado en el rostro de la niña- encantado, soy Sans, Sans el esqueleto
La pequeña la miró de arriba abajo, sin decir una palabra
- Veo que has salido de las puertas de las Ruinas, debiste ser muy valiente para llegar hasta aquí, este lugar es muy peligroso...- la miró dando unos pasos al lado de ella- eres una niña muy callada, ¿no me dices tu nombre?- sonrió
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Flowerfell
RomanceEsta no es una historia cualquiera, entre lo deparado y desconocido que entra esta chica, tendrá que buscar una salida para llegar a casa. Por el camino se encuentra varios monstros sangrientos que intentaran matarla, pero su sorpresa es que revive...