Cap 7- "jefe"

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Aquellas imágenes de los niños seguían en su cabeza. A pesar de que acababan de desaparecer las sentía presentes. Esa niña... era parecida a ella...

Las luciérnagas que antes revoloteaban alrededor se habían marchado, las flores Eco dejaban de sonar y se apagaban poco a poco. Solo el agua seguía sonando, con calma.

Decidió volver al punto de partida, donde Sans la dejó las últimas veces. Su sonrisa seguía en su rostro y se marchó del hermoso lugar vestido de azul.

Tras dejar la lluvia atrás de Waterfall el agua se transformó rápidamente en nieve, ya estaba en el pueblo de Snowdin. Lo cruzó de la misma manera que la otra vez y paró en la misma cabaña de siempre. La cabaña grande de madera adorada con colores navideños.

No sabía el porque le atraía ese lugar, se imaginaba a ella dentro, cerca de una chimenea que siempre está encendida, comida siempre en la cocina cada vez que llegara a casa y una cama caliente donde dormir cómodamente. Solo es una simple fantasía.

Sonrió para sí misma ante la imposibilidad de aquel deseo de tener un hogar y caminó dejando atrás la gran cabaña.

Salió del pueblo y llegó al puesto de guardia de siempre. Se metió en él y se sentó como si nada hubiese pasado.

- Oye niña, ¿Qué pasa? – preguntó Flowey bostezando. Había dormido todo el trayecto y no se había dado cuenta de su escapada. La niña negó con la cabeza – vale...

Ella sonrió y se apoyó en la madera, se sentía cansada y hambrienta. Seguía teniendo la comida al lado suya, pero no quería comer, tenía miedo de gastarla sabiendo que Sans no regresaría hasta bien tarde, o incluso nunca.

Debía dormir, tal vez así las ganas de comer se le quitarían.

Cerró lentamente sus ojos, el viento le susurraba la nana de siempre y tras esa melodía se durmió.

(...)

- Tch... donde se habrá metido ese maldito vago... - reprochó una voz que estaba tras ella, de algún modo ya la conocía. El hermano de Sans. Papyrus. Se quedó quieta y respiraba más débilmente para que así no notara su presencia. Parecía funcionar, pues se empezaba a alejar del lugar. Estaba a punto de salir para saber si se había ido totalmente. Grave error. El alto esqueleto estaba frente a ella - ¿Quién eres tú? – dijo mientras le tomaba del brazo y la sacaba de la caseta – no te había visto nunca por aquí – la miró de arriba abajo. Pero no la reconocía como una humana. Pues las flores le tapaban ya la mitad del rostro.

 Pues las flores le tapaban ya la mitad del rostro

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- Hey niña tienes q- - Sans había llegado mas no le dio tiempo a terminar su frase cuando su rostro se retorció a una más temeraria – "Jefe" eh... ¿Qué tal? – dijo con nerviosismo. Se notaba que estaba en un ataque de pánico.

FlowerfellWhere stories live. Discover now