Pasaron los años y Sans, junto a Flowey, iban a la tumba de la humana. Incluso a veces, no se movía del lugar. Ni una sola reacción en su cuerpo. Solo que quedaba parado enfrente de la pequeña lápida, en el gran jardín de flores doradas del rey Asgore, hablándole como si ella escuchase, haciendo bromas como a ella le solía gustar. Pero siempre a mitad del chiste se derrumbaba por dentro y no conseguía terminarla.
Otras veces solo iba allí a conversar. O rezar para que su pequeña flor vuelva con él. Solo la quería a su lado.
- Toc toc... - dijo el esqueleto con voz desanimada, esperando que una voz a lo lejos le contestase
Se oyó una pequeña risa acompañada de la respuesta que siempre quiso Sans.
"¿quién es"
Pero al mirar alrededor supo que solo era su imaginación, que siempre le hacía jugar una mala pasada. Normalmente cortaría el juego, pero esta vez se llenó de valor y siguió
- Flor...
"¿flor?"
- Florece de nuevo... mi marchita flor... - susurró conteniendo las lágrimas y posando sus falanges en la fría lápida
Se sentía culpable por la muerte de la niña. Pero igualmente, ella ya estuvo en riesgo de morir, ya sea por los monstruos o las flores doradas.
- ¿Sabes niña? – volvió a preguntar para recibir la misma voz de nuevo, pero esta vez no hubo resultado – Papyrus te echa de menos... Asgore y Toriel vuelven a estar juntos... Undyne se ha arrepentido mucho por tu muerte al saber que no eras mala chica y Alphys junto con Mettaton, hicieron una noticia sobre tu muerte... - sonrió – dime niña, ¿estás contenta? Gracias a ti... el Subsuelo es mucho más tranquilo...
- Gracias Sans... - El esqueleto se sobresaltó, esta vez se oía más real, pero sabía que era como anteriormente, su imaginación. Es por ese motivo que volvió a sus pensamientos. – Sans... - le volvió a llamar la voz, esta vez, Sans miró de dónde provenía, allí, justo enfrente de él, se encontraba la pequeña niña
- Sweetheart... - la chica sonrió cálidamente, como si el frio que sentía en su interior desapareciera, se levantó lentamente y caminó hacia ella – estás viva...
- Sans... no... solo es mi alma, venía a despedirme como debería haber hecho antes...
- Prero... niña, no puedes, no puedes dejarme, no puedes dejarnos – la niña tomó el rostro de su amado
- Sabes que yo siempre te he querido... y no olvides nunca... que siempre estoy cuidándote... - sonrió al terminar – me debo ir ya... no me queda mucho tiempo
- Pero niña, espera... - sugirió por última vez el esqueleto. Ella le miró – antes... quisiera hacer una cosa – y la tomó de sus transparentes manos hacia él y la besó mientras que poco a poco la pequeña se desvanecía – niña...
- Sans... te quiero... además... mi nombre es Frisk... - y desapareció entre pétalos dorados.
El esqueleto es quedó en shock, no quería volver a aceptarlo. De sus mejillas volvieron a correr las lágrimas y mostró su mejor sonrisa
- Te amo... Seetheart...
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Flowerfell
RomanceEsta no es una historia cualquiera, entre lo deparado y desconocido que entra esta chica, tendrá que buscar una salida para llegar a casa. Por el camino se encuentra varios monstros sangrientos que intentaran matarla, pero su sorpresa es que revive...