Flowerfell

Cap 10- "debemos huir"

Llegaron a la cabaña lo más rápido posible. Sans dejó a la pequeña niña en el sofá mientras que esta estaba inconsciente.

- Esqueleto, dime, ¿tiene heridas?

- Por lo que podido averiguar tiene unas pocas, no son graves, pero no paran de sangrar – dijo Sans mientras revisaba las heridas nombradas, efectivamente no paraban de sangrar.

Sans se apresuró a ir por unas cuantas vendas, no sabía si la niña iba a seguir viva.

Le vendó con cuidado y la revisó por última vez para ver si estaba estable.

- ¿y bien? – preguntó de nuevo Flowey

Sans dio un suspiro

- Está bien – contestó – solo necesita descansar – acarició el rostro de la pequeña, que yacía en el gran sofá, todavía dormida - ¿por qué acepté quedarme?

- Eso mismo me pregunto yo esqueleto – contestó Flowey de mala manera – si no fuese por ti, ella estaría ahora bien

- Lo sé, pero...

- Ni peros ni nada – espetó la flor – deberías agradecer que aún sigue viva – Sans miró a Flowey, su cara marcaba enojo y a la vez tristeza, al igual que él.

El esqueleto se quedó mirando a la niña. Su estómago subía y bajaba y su rostro estaba completamente llenos de aquellas flores doradas.

- Sweetheart... perdóname...

La niña emitió un pequeño quejido de dolor a lo que Sans y Flowey se sobresaltaron.

- ¿Niña? ¿estás bien? contesta

- Estúpido, ya sabes que ella todavía no lo ha hecho – dijo Sans acercándose a la niña para mirarla. Ella se removía, como si estuviese incómoda o tuviese una pesadilla. Sans posó una mano en su frente para tranquilizarla – ya pequeña... no te pasará nada, estoy contigo...

Flowey los miraba inquieto. Sabía que Sans la amaba y que no iba a dejar que la hagan daño, sin embargo, ese no era el caso correcto.

Un golpe en la puerta sonó de repente, era el hermano de Sans

- Sans, ¿qué le pasó a Flowerfell? – preguntó al ver a la niña tumbada en el sofá

- Nada "Jefe", no le ocurre nada – mintió el otro – solo está un poco cansada y se ha dormido

Papyrus afirmó con la cabeza, aunque estaba dudoso por la respuesta de su hermano.

- Esta bien... - dijo y de dirigió a la cocina – espero que despierte pronto, la cena estará lista dentro de poco

- Si "Jefe"

Los minutos pasaron, minutos que fueron eternos para Sans. Ya incluso a cada segundo que daba el reloj, su cabeza le indicaba que no lo iba a conseguir. Que la niña no sobreviviría. Estaba muy nervioso, pero debía calmarse, un movimiento en falso levantaría las sospechas en Papyrus. Sin poder creerlo, sus temores se fueron cuando la niña empezó a mover la cabeza a los lados

- ¿niña? – preguntó Flowey el primero. La niña movió la cabeza en dirección donde se encontraba este - ¿estás bien? – la morena afirmó con la cabeza y Sans pareció que le habían dado un gran puñetazo en su calavera

- Menos mal niña – dijo Sans acariciando la cabeza de la pequeña – nos tenías preocupados

- ¿ya despertó Sans?