Capitulo 7

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Unas horas después, desperté porque sentía mi pecho húmedo.

–¿Harry? ¿Estas llorando?

–No.. –me contesto con las voz quebrada.

Me voltee a la mesa y encendí una vela, después de esto lo mire, tenía sus ojos llorosos e hinchados al igual que sus labios, de un rojo intenso. Mierda, Louis. Déjalo así.

–¿Por qué lloras?

Fue lo único que se me ocurrió decir, cuando lo vi, mi corazón se rompió en mil pedazos, quería atrapar sus lágrimas y asesinar a cualquiera que sea la razón de ellas. Quería atrapar sus labios y presionarlos con los míos… pero no sabía el porqué. 

–Por nada.

Estúpido. Inepto. Idiota. ¿Por qué siempre me respondía así? Digo, yo tal vez le responda así a veces… Pero, Dios. ¿No ve que me lastima? No, él no me lastima. Yo me estoy lastimando solo. El simple hecho de quererlo me hace sentir… Vulnerable. Como si no tuviera otras opciones. ¿Obsesión, seria? No lo creo. ¿Deseo? Tal vez. ¿Ganas de morir? Infinitas.

–Habla.

–No quiero…

–No me importa, te digo que hables.

–Louis, no tengo a nadie...

–¿A que te refieres?

–Estoy solo. Completamente solo… ni mi familia está feliz conmigo.

–No digas estupideces.

–No lo son, es la verdad.

–Harry, mira...

–¡No trates de hacerme cambiar de opinión!

Harry me había alzado la voz, si alguien más me hubiera hablado así, probablemente el chico estaría muerto. ¿Qué me está pasando? ¿Por qué se lo permito a el? 

–No trato de hacerte cambiar de opinión, solo…- Me interrumpió, otra vez.

–¡SI lo estás haciendo!

Y de nuevo lo hizo… quiero… quiero… ¿Besarlo? No.

–Harry, tranquilízate... 

–¡No me puedo tranquilizar! ¡Tú no vives lo mismo que yo!.- Se levantó de golpe, dejándome abajo. Como un insecto indefenso que está a punto de ser aplastado por la mujer furiosa.  Hace mucho escuche que una mujer, enojada, no puede ser calmada. ¿Por qué? Porque es como si… Tuvieran una bestia dentro. La hermosa criatura que saltaba por los grandes jardines de un palacio tranquilamente, de un momento a otro podría convertirse en un dragón escupe fuego. Si, ya se. Te quedaste con cara de: “¿Qué le pasa por la cabeza a este tipo? ¿Se drogo? ¿Qué le paso?” Pero no. Es cierto… Nunca, JAMAS hagas enojar a una mujer. Y mucho menos, le digas que se calme. Si le dices eso es como decir: “Satanás, desata tu furia” Ósea, ¡NO! Espeeeera. ¿Qué? Harry, no es una mujer. Volviendo al tema…

Me dolía… no entiendo nada, no sé qué me pasa. Lo único que se me ocurrió hacer, fue abrazarlo, abrazarlo con todas mis fuerzas, igual que la noche anterior. Corrientes eléctricas. Explosión de imágenes y deseos. Nuevas emociones… Con solo su roce.

Estoy putamente loco.

Después de unos minutos, Harry hablo.

–Lou...

–¿Si?

–¿Somos amigos?

–Claro… ya te lo había dicho.

–¿No te importa que sea gay?

–Claro que no.

–¿Me vas a abandonar igual que todos los demás? Si es así, prefiero que no lo seamos... 

Me quede en silencio por un minuto.

–Estaré contigo por siempre…

–¿Lo prometes? 

¿Qué lo prometa? Nunca he prometido nada… no lo hare.

–Lo prometo.

Mierda.

–¿Enserio?

NO.

–Sí, Hazza.

Harry me miro y sonrío. 

–Gracias.

¡Púdrete! |Larry Stylinson| SMUTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora