Capitulo 19

92 6 11
                                    




John abrió los ojos y se puso rígido de repente, tomo la mano de su hermana y empezó a masajearle los nudillos.

-¿A qué te refieres con que crees? –preguntó después de un tiempo.

-A que no estoy segura –él puso los ojos en blanco.

-Eso ya lo sé, Emily. Me refiero a qué te hace dudar.

-Tengo un retraso en mi periodo.

-Eso pasa a veces, ¿no? -Se pasó las manos por su cabello desordenándolo, ¡no sabía nada acerca de esas cosas! Su pequeña hermanita ¿embarazada? Biersack solo había llegado a dejar desgracias.

Emily asintió- Sí, pero yo siempre eh sido regular, además ya casi son dos semanas…

-¿No será la menopausia? –ella le dio un golpe en la cabeza.

-Tengo 25 años, John. ¡No seas ridículo!

-Tal vez es porque no te has alimentado bien, Emily. Has bajado más de 3 kilos, no comes, ni bebes nada. Te estás volviendo el fantasma de Emily Rudd, todo por culpa de él –escupió resentido y Emily se encogió en su asiento.

-No creo que sea eso… -musitó. Aunque había una leve posibilidad, ella estaba casi segura de su embarazo.-Veremos cuando aterricemos en Nueva York, inmediatamente iremos a un hospital.…

 
-¿La señora Biersack? –se escuchó por encima de la sala y Emily se levantó de su asiento mientras levantaba su mano y tomaba la atención de la enfermera.

-Puede pasar ya, el doctor la está esperando. –le dedico una bonita sonrisa y fue cuando John también se paró de su asiento.

-¿Por qué te registraste con ese nombre? –murmuró con la voz fría. Su hermano de verdad estaba enojado con los Biersack, ella también debería estarlo… debería.

-Porque aún no me eh divorciado.

-Podrías usar tu nombre de soltera si así lo desearas. -Emily hizo una mueca y se dirigió hacia el consultorio.

-Preferiría entrar sola –dijo cuando estaban frente a la puerta.

-Está bien, te espero aquí. –le dio una sonrisa cariñosa y Emily se adentró en la habitación.

Después de un tiempo y varios análisis minuciosos, Emily pudo escuchar como el doctor le pedía que esperara unos minutos mientras los resultados salían. Ella empezó a ponerse realmente nerviosa, además del examen de embarazo le habían sacado un poco de sangre para examinarla y no sabía que le daba más miedo, tener anemia o tener un bebé… Estaba sola. Sola sin nadie que pudiera ayudarle con un hijo.

Un hijo.

¡Por el amor de Dios! Un hijo de Andy.

Del estafador, traicionero y farsante Andy Biersack.

Del hombre que le quitó su virginidad haciéndose pasar por su hermano gemelo, que se ganó su corazón mintiéndole, que estuvo con ella solo para estafarla.
Si el resultado daba positivo ¿le diría a Andy? ¿Y cómo rayos reaccionaría él? Lo mejor era no decirle nada, era mucho mejor criar a un hijo sola, que estar sola sabiendo que Andy sabe que tiene un hijo y no se quiere hacerse cargo de él…
Casi podía apostar que él le daría la espalda. Podía ver aún la cara de horror de él mientras le planteaba la posibilidad de embarazarse… Él se había puesto pálido, como muerto. Casi se había ahogado del horror.

<<Simplemente no creo ser un buen padre>>

¿Quería a alguien como Andy Biersack para ser el padre de su hijo? Pero luego vino la parte imaginativa, esa en que los dos construyeron al bebé perfecto, a esa pequeña criaturita hermosa que sería una parte de los dos… en la que Emily pensó solo por instante, uno demasiado corto que podía haber una posibilidad de ser padres…Y después vino su confesión.

El Farsante (Andy Biersack & Emily Rudd)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora