Barman.

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¿Lo mejor de vivir con su primo? El hecho de poder andar sólo con ropa interior por todo el departamento.

ChanYeol bostezó mientras estiraba sus brazos. Aún se sentía algo adormilado, pero el rugir de su estómago fue el estimulante suficiente para que terminara saliendo de la cama. ¿SeHun ya se habría despertado? Esa mañana se despertó con Aki acurrucado en su almohada, a pesar de que el cachorro se había dormido con el de cabellos naranjas, eso quería decir que su primo se había levantado. ¿No?

Sus pies descalzos apenas y hacían ruido. Aki, a su lado, caminaba también con algo de pereza, golpeándole constantemente con su cola en las pantorrillas.

No fue hasta que llegó a la sala principal que se percató de unas voces.

Alcanzó a darse media vuelta, pero Aki lo delató al soltar un ladrido animado, corriendo a toda velocidad hacia las dos personas que estaban dándole la espalda sobre el sofá.

Oh. Mierda.


—Oh... ¡Aki!


—¿ChanYeol?


La emoción en la voz de JongIn fue de lo más palpable cuando vio al cachorro. ChanYeol se dio media vuelta muy lentamente, encontrándose con la intensa mirada de SeHun. Su primo tenía el ceño fruncido y los labios apretados.

ChanYeol se relamió los labios, alzando las cejas y sonriendo ligeramente a su primo.


—Hey. Me levanté porque mis tripas no soportaban más.


Se llevó una de sus manos hasta la nuca, rascando con nerviosismo.


—¿Escuchaste algo? Tenemos que hablar nosotros dos.


—¿Qué? No. No. No. Acabo de llegar y me iba a devolver para... Ponerme algo de ropa. ¿Quieres hablar ahora? Mh...


Carraspeó, desviando la mirada hacia el moreno que aún le estaba dando la espalda, jugueteando con el cachorro.

Hubo un momento de silencio. ChanYeol sentía la tensión, y notó el movimiento de cejas en SeHun. ¿Tan molesto estaba su primo? Y poco a poco el rostro de su primo fue viéndose más extraño, en muecas sospechosas, como si estuviese intentando controlar algo que era más fuerte que él.

Cuando las mejillas de SeHun se inflaron, ChanYeol supo qué era aquello que estaba intentando controlar el chico...

La fuerte carcajada del pelinaranja resonó en todo el departamento, con la intensidad suficiente como para que Aki ladrara, moviendo el rabo y saltando sobre las piernas de SeHun. Una reacción típica que tenía el perro cuando escuchaba ruidos demasiado fuertes.

ChanYeol parpadeó rápido, mirando desconcertado al menor. ¿A qué mierda venía esa reacción? Fue JongIn quien terminó por darle un golpe en la nuca a SeHun, buscando detener su ataque de risa.


—¡Hombre! Ya. Que Aki se asusta.


JongIn tomó al cachorro, poniéndose de pie inmediatamente. ChanYeol arqueó una de sus cejas cuando notó que SeHun seguía riendo y que su rostro estaba completamente rojo. ¿Qué mierda? En serio.


—Oh... Tengo los mismos.


—¿Disculpa?

Paraíso.  [KaiYeol / ChanKai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora