Tú me das. Yo te doy.

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—Primo... Aunque te pongas una piña en la cara, tu bonito cabello rosado se sigue viendo.


SeHun habló con cierto toque de aburrimiento, claramente fingido ya que no tardó demasiado en reír, empinándose aquel vaso de jugo de naranja que tenía frente a él.

Eran aproximadamente las diez de la mañana y el sol ya golpeaba con fuerza, aunque aquel calor era amortiguado por la agradable brisa que traía consigo pequeñas gotas de agua cada vez que una ola rompía.

ChanYeol suspiró, bajando aquella piña para dejarla sobre la barra del mini bar de sus amigos.

A esa hora había tan poca gente, que los dueños del lugar estaban sentados frente a ellos, también bebiendo un poco de jugo junto a unos waffles con caramelo. Era algo así como un desayuno entre amigos. 

Pero ChanYeol estaba demasiado nervioso como para comer siquiera.


—Dudo que tu ex chica aparezca por aquí a esta hora.


MinSeok comentó, metiéndose un pedazo de waffles en la boca. ChanYeol frunció el puente de su nariz, revolviendo el jugo frente a él con la colorida pajilla que estaba adornada con algo parecido a una ¿piña? Dios. ¿Era en serio?

Aunque eso no era lo único que lo tenía nervioso.

Tragó saliva, dando una mirada de reojo hacia el mar. ¿De verdad JongIn le enseñaría a surfear?


—Supe que en la tarde, tu ex chica tiene agendada una hora con Kai.


¿Qué?

¿Y cómo carajos JongDae sabía eso?

ChanYeol frunció el ceño y miró fijamente al de sonrisa gatuna. El chico parpadeó rápido en su dirección claramente descolocado con aquella reacción.


—¿Cómo sabes eso?


Y antes de que JongDae pudiese responder a su pregunta, SeHun rió, dándole unas fuertes palmadas en la espalda. Una reacción sobreactuada que se ganó una mirada de los dos chicos frente a ellos. 


—No le digan. No le digan. ChanYeol es un fanático de Kai pero quiero que descubra por sí solo quién es.


Ay. Sí. Gracias SeHun por decirle a todo el mundo.

ChanYeol bufó con pesadez, un sonido que parecía ser un gruñido de insatisfacción e incluso vergüenza. Hubo un momento de silencio antes de que MinSeok y JongDae explotaran en fuertes carcajadas.

Maldito SeHun.

Joder, que vergüenza.

ChanYeol tomó el vaso de jugo de naranja que tenía delante y se lo empinó, bebiendo todo de un simple trago. Cuando apoyó las manos sobre la barra, dispuesto a bajarse de su asiento para huir de ahí con sus orejas ardiendo por el vergonzoso momento, MinSeok le tomó una mano, evitando que se alejara. Esa mirada paternal que tenía el de mejillas regordetas era imposible de ignorar. 


—Espera... Espera. Oh, lo siento, ChanYeol, es que... Ah.


Paraíso.  [KaiYeol / ChanKai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora