Paraíso. [KaiYeol / ChanKai]

Buenas sensaciones.

BaekHyun soltó una pequeña risa, ajustándose el cuello de la cortavientos amarilla que tenía encima. Las palmeras, al otro lado de las ventanas se mecían casi con violencia gracias al viento, y aún así no hacía frío. 

Los beneficios de vivir en un lugar claramente paradisíaco.

JongIn bufó, recargándose en el negro respaldo de aquella silla que usualmente usaba BaekHyun cuando estaban trabajando. Sus labios estaban abultados en un gesto bastante infantil, que le restaba un par de años a su ya aniñado rostro. 

—Ya. Ya. No te enojes. Pero admítelo, JongIn, necesitábamos tener esta conversación.

El pelirrojo señaló al moreno quien simplemente le miró de reojo, centrándose en el movimiento de las palmeras al otro lado de la ventana y cómo las olas rompían con furia contra la orilla.

JongIn asintió muy lentamente, logrando que su malicioso amigo terminara por sonreír con amplitud.

—Lo sabía. Te gusta ChanYeol y no me lo habías querido decir. ¿Desde cuándo? ¿Qué te gusta? ¿Qué harás? Ay. ¿Te ayudamos?

—¡Baek! Dios. Eres un pesado.

JongIn rodó los ojos, tirando una pelota anti estrés hacia la cabeza de su amigo. El pelirrojo no alcanzó a esquivarlo, soltando un pequeño "Auch" mientras se sobaba la cabeza de forma exagerada.

JongIn rió.

BaekHyun siempre había sido un llorón. 

—Nos conocemos hace muy poco como para responderte todas esas cosas, no sé, no es debido. Y deja de ser tan llorón. 

BaekHyun tiró de vuelta la pequeña pelota, aunque sin lograr darle a JongIn.

—De todos modos hoy vine para apoyarlo en la competencia y porque mi hermana quiere que lo invite al matrimonio. Mi mamá llegó con el chisme de que tengo novio y... Mierda, no pude decirles que no lo es porque, ah. Joder. 

JongIn se desordenó el cabello, impulsándose con uno de sus pies para que aquella silla de escritorio girara. BaekHyun simplemente rió, mirando en todo momento al menor que estaba haciendo aquel berrinche. 

—Tengo un plan y no podrás decir que no, Kai. Ídolo número uno de ChanYeol.

 —Ay no. Baek. Tú me das miedo. 

...

Las nubes cada vez parecían estar más densas, acumulándose sobre sus cabezas en una amenaza clara de que pronto comenzaría a llover.

ChanYeol apoyó ambos codos en la barra del mini bar de sus amigos, utilizando sus manos como soporte para su cabeza mientras miraba con atención el mar.

¿No había problemas en hacer la competencia con ese clima?

Aunque bueno, era extraño que estuviera a punto de llover en pleno verano. De seguro y JunMyeon no se imaginó que ese día no habría sol. 

Se humedeció los labios, disfrutando de lo fuerte que era el viento que chocaba contra su rostro y desordenaba su cabello. Algo que le hacía estar relajado después de estar tantos días de mal humor.

Ya quedaba menos para ver a JongIn.

—Vaya. Te veo más relajado que nos otros días y eso que hoy es la competencia. ¿Estabas de mal humor por los nervios de la competencia?