Historias entre las Calles de La Paz

La verdad de un engaño

El amor que sentía por ella se convirtió en rabia, tristeza, decepción.

La conocì en una noche llena de estrellas, las perseidas en festejo apresuradas para llevar el deseo de quienes las observan. Ese día fue agobiente, llegaba a una plaza cerca a casa con un cigarro en mano y un te quiero en la mente que desde la mañana rondaba màs no salia de mis labios, la veia de pasada saliendo apresurada del Hospital, Yo tenía una relación y justo en ese momento estaba pasando por un mal momento, ella se fue ganando mi amistad poco a poco y a los meses de volverla a ver no me parecía que era una mala persona.

Nos volvimos muy buenos amigos y se ganó mi confianza y la de toda mi familia, yo continuaba con la relación que tenía, y sin importar que ella también estaba comprometida comenzó a conquistarme. Fue tan hermoso y tan perseverante que logró que yo pasara por encima de mis principios y acepté tener una relación con ella.

Iniciamos una relación muy linda "prohibida" pero era lo que yo estaba esperando en mi vida, me sentía totalmente pleno con ella y ella también, por lo menos eso era lo que yo pensaba, llegué a amarla y estaba dispuesto a dejar todo por ella.

Pasaron tres meses y de repente comenzó a comportarse extraña, dejó de llamarme, no me prestaba mucha atención... Decidí conversar con ella para ver lo que pasaba, me contestó que estaba pasando una depresión, pero que no era nada, que me continuaba amando y ya . Continuamos pero jamás volvió a hacer el mismo, las noches eran eternas letanias, algunas noches solo escuchar un suspiro bastaba.

Al tiempo me dejó, yo no entendía nada pero solo me dijo que era por un tiempo, que era porque estaba teniendo problemas con su otra relación y era para que las cosas se calmaran. Mientras tanto yo comencé a percibir algo extraño con sus amigas, algo ausente en grupos que andabamos y un día la enfrenté y le pregunté si la causa de su terminación era que estaba enamorada de otro, ella me contesta que no y ese mismo día volvimos nuevamente.

Pasó el tiempo y tuve sospechas de que estaba embarazada de él pero gracias a Dios no fue positiva la prueba, ella comenzó a tratarme mal y yo perdidamente enamorado continué luchando. Mi vida se convirtió en un completo desastre, lo que empezó como algo hermoso se convirtió en mi karma. Mi autoestima totalmente por el suelo mientras tanto ella crecía más y más, se volvió super engreída, pero sin embargo ella no me dejaba irme de su vida, me tenía como un yoyo, es de esas personas que se aprovechan de las personas que más los quieren.

En fin, después de nueve meses me enteré por medio de su amiga que ella le había encontrado a ella unas tarjetas de amor de él para ella, y lo peor de todo es que la persona que con que él tenia compromiso también le encontró tarjetas para él. El día que me dijeron eso sentí como si el piso se me quitaba de los pies y me caí en un abismo, era increíble saber que todo lo que yo un día sospeché era cierto y lo peor era que la tarjeta más comprometedora tenía justo la fecha en que probablemente sospechábamos que estaba embarazada.

Con el dolor de mi alma la enfrenté y ella muy cínica me lo gritó en la cara, luego que confirmé eso con ella hablé con su amiga y le conté todo y ella me aseguró que no alcanzó a tener nada con él, fue tan descarado que todo lo que yo le había contado sobre mi relación con ella era una mentira mía para que el lo despreciara, y que él la amaba a ella desde hacia un año y medio.

Mi pregunta es entonces para qué me enamoró, fueron momentos muy amargos en mi vida, se abrieron heridas en mi corazón que quizás nunca van a terminar de sanar, saber que la persona que yo más amaba estaba enamorada de otra persona.

Después me enteré de cosas muy terribles de su vida, al final sí terminó siendo la más despreciable de las personas. Hoy en día han pasado justamente 10 años desde que pasó eso y todavía me pregunto cómo una persona puede ser tan mentirosa, tan miserable. El amor que sentía por ella se convirtió en rabia, tristeza, decepción. Mi vida ni mi manera de pensar volvieron a ser igual.