Estoy en Cochabamba a 8 horas de ella, pero es 27 de mayo ella ya dejo de responder mis mensajes, llame más de 15 veces, pero nadie responde, solo existe silencio en un día caluroso a media día encerrado entre estas cuatro paredes que solo me causan ansiedad, miro otra vez la venta a ese parque que está vacío hace mas de 1 mes y medio, antes las sonrisas de niños a las 3 de la mañana ilógico que estén rondando moviendo esos columpios que sin sentido.
Otra vez ese insomnio que me obliga a usar un poco de base para ocultar las ojeras y al llegar al trabajo con esa sonrisa que indica que nadie sospeche nada de mí, hoy llego 7 de la mañana todo completamente vacío con ese viento matinal que en la tarde obligara a descansar y retornar a la casa debe primar.
Veo las montañas lejos serán como 40 cuadras para llegar para llegar a medio destino y si todo fuera sencillo evitaría tomar tanto liquido que al final solo apresura el paso, llego a esa puerta toda roída por la historia, cerca a la plaza principal que era hace años, algunas marcas de impacto de balas y mellas que dejaron historias que guarda recelosa entre sus llantos que se escuchan al abrir.
Me abres la puerta y un abrazo con unos besos a escondidas antes de recorrer ese pasillo obscuro que lleva a un pequeño recibidor con vista a la fuente de agua, nos sentamos en unas sillas de madera y en la mesita me esperabas con una taza de café, cuan galán siempre sorprendiéndome y yo evitando sonrojarme, miro a todo lado evitando cruzar la mirada que delataría todo sentimiento.
Escuchamos muchos pasos, movilidades a toda marcha y otra vez las mismas personas que estaban a favor del anterior gobierno haciendo correr a algún no partidario y causando sinsabores a más de un desconocido, agarrándolos y hurgueteando sus prendas en busca de algo que ellos juzguen para poder lapidar a golpes y alimentar su alma hambrienta de sed.
Nos vieron curioseando por una pequeña rendija y empiezan a golpear la puerta, logran ingresar, corremos a una puerta de atrás de la casa para salir por un callejón pero esta vez nos encuentran, te alejan de mi y me llevan a un cuartucho cuadras arriba encienden un bracero y me desvienten a la fuerza, mi corazón a punto de colapsar ve el cuchillo y sin poder defenderme solo pido paz a mi vida, siendo el frio metal en mi pecho, brota la sangre tibia y con fuerza, veo sacar mi corazón y beber mi sangre.
Ya no late nada en mi, pero los últimos segundos que recorren la sangre por mi cuerpo me dan conciencia del horror que mi cuerpo ya por estar inerte, solo 2 soplidos profundos y dejo ir mi vida, solo 2 suspiros, tal vez si contengo la respiración pero no me responde el cuerpo, ya se resigno a su destino, mis pensamientos ahora solo giran sin encontrar respuesta.
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Historias entre las Calles de La Paz
ÜbernatürlichesRelatos entre las calles de la ciudad de La Paz. Amores que por momentos son trágicos, otros con vivencias en el presente que nos llevan a lugares muy conocidos.