Imprevisible

Capítulo 16.

Narra Mireya:

Me desperté un poco desorientada, estaba aún en el sofá.
Me senté y vi la nota de Ricky.

'Conseguiste dormir y me dio pena despertarte, tengo que ir a arreglar unas cosillas y
no comeré en casa, nos vemos esta tarde en el ensayo, te quiero.
Ricky'

Sonreí pensando en Ricky, había hecho mucho por mi estos días. Acaricie la manta con la que me habia tapado Ricky, estaba muy suave y no pude evitar pensar en Miriam.
Miriam.
Quizá Ricky tenga razón, debería ir a hablar con ella e intentar arreglar las cosas.
La echo de menos.
Recorde que Ana y Mimi pasaron la dirección de su piso por el grupo hace unas semanas por una fiesta de inauguración, la busqué durante un buen rato hasta que al fin di con ella, me vestí lo más rápido que pude y en un arrebato valentía llamé un taxi.
Cuando me quise dar cuenta, llevaba ya 5 minutos dudando si llamar o no al porterillo.

Narra Miriam:

Me tapo como puedo con la almohada cuando suena el porterillo. No es mi casa, asi que mejor que abran ellas.
Pasa un rato y no escucho nada en el piso, parece que estoy sola; seguro que era alguien repartiendo publicidad.
Y otra vez el porterillo. Me incorporo en la cama con algo de dificultad, joder que resaca.
Agradezco mentalmente que esten las persianas echadas porque no podría ni abrir los ojos.
Deja de sonar el porterillo, al fin.
Vuelvo a tumbarme en la cama con cuidado y me acomodo, no pienso levantarme.
Otra vez el porterillo de los cojones. El sonido era insoportable.
Me levanto y voy hacia la cocina para responder cuando vuelve a parar.
Dudo si darme la vuelta y volver a la habitación, lo mismo se han cansado de llamar.
Aprovecho que estoy en la cocina, me tomo una pastilla y bebo un gran vaso de agua.
Iba a salir de la cocina cuando vuelve a sonar y harta de que ese cacharro sacado del mismo infierno suene, lo cojo.

-¿Quién es? -dije cabreada
-Yo

Y abrí, así, sin más, fue un acto prácticamente involuntario.

Narra Mireya:

Llevaba al menos 10 minutos llamando al porterillo. Cuando llamé la primera vez y nadie abrió, llamé a Mimi al móvil y me dijo que ellas no estaban en casa, pero Miriam si.
Asi que como que me llamo Mireya Bravo, no pensaba moverme de allí sin hablar con ella.
Quizá esa no era la mejor forma de darle los buenos días.
Volví a llamar dejando el dedo pulsado hasta que escuche una voz y me sobresalté.

-¿Quién es?

Se notaba que estaba cabreada, no sabia que decirle exactamente asi que simplemente dije 'Yo'.
Y sin esperarlo, abrió.
Comencé a ponerme nerviosa, habia sido muy valiente para plantarme allí y quemarle el porterillo, pero ahora parecía un cervatillo aprendiendo a andar mientras subía las escaleras.

Siento tardar tanto en actualizar, pero prácticamente no he tenido tiempo con los exámenes. Nunca suelo comentar nada por aqui porque se me dan mal estas cosas, pero quería agradecer todas las visitas, los 'me gusta' y los comentarios, porque realmente empecé esto pensando que no lo iba a leer nadie y ya lleva más de 8,5k y es brutal. Asi que mil gracias, espero que os guste.