Capítulo 7

223 21 118
                                    

N/E: Veo que no ha habido ninguna queja con respecto al resultado de la pregunta, eso me indica que no lo hice mal, ya solo me queda recordaros que, aquellas personas que ganen solo pueden usar su premio en esta historia, suerte y atent@s que la próxima pregunta podría estar al final de este capítulo. 😘💙😎
.
.
.
.
-¿Estás bien? –Noto una mano en mi baja espalda. Ladeo la cabeza para poder mirarlo a los ojos. Mi labio tiembla mientras niego con la cabeza. Sus brazos me rodean y sus labios besan mi mejilla. No dice nada, solo me abraza.

-Ten…tengo mucho miedo –reconozco entre sollozos.

Deja un beso sobre mi hombro y me aprieta más fuerte contra él.

-Yo también –confiesa, y por el tono de su voz, sé que está llorando. –Pero tenemos que ser fuertes –suspira. –Por Bella, no puede vernos así.

Miro hacia la habitación donde está mi hija, la están preparando para la operación. En unos pocos minutos, me tengo que despedir de ella y… no puedo, no puedo decirle adiós para siempre. No…

-Ya pueden entrar –la voz de la enfermera irrumpe en mis pensamientos.

Mis piernas se tambalean cuando me pongo de pie. Rick pasa una mano por mi espalda para ayudarme a andar. Se limpia las lágrimas con el puño y a mí con sus pulgares.

-Vamos –me dice, dándome un beso en la sien.

-Cariño, -camino un poco más deprisa, acercándome a mi hija que me mira, algo confundida. Le hemos explicado que iban a tener que hacerle una prueba y que para ello, tendrían que dormirla. Ella no quería, quería que yo la acompañase como siempre pero… no puedo, no me dejan entrar a quirófano.

-Mami –extiende sus brazos hacia a mí, moviendo sus manitas. Tengo que hacer un esfuerzo sobre humano para no llorar y seguir aguantando las lágrimas. Bella no puede verme llorar en este momento, no cuando este momento significa que puede ser el úl… no. Niego con la cabeza, sacudiendo mis pensamientos.

Le doy un beso en la frente. No puedo evitar dejar mis ojos posados varios segundos en su cabeza sin un solo pelo. Siento el cuerpo de Castle detrás de mí y vuelvo a mirarla a los ojos. Y le sonrío. Acaricio su mejilla suavemente y despacio, tomándome mi tiempo. La miro intensamente, intentando ver a través de ellos.

-¿Estás bien, cariño? –le pregunto. Sé que está asustada, como también sé que intenta ser más fuerte de lo que es por mí. Lo que me hace sentir culpable, ella no tiene que ser fuerte por mí, sino al revés.

Aprieta los labios, pensativa. Dudosa.

-Tengo un poquito de miedo, pero un poquito –susurra.

Yo trago saliva, asintiendo.

-¿Está mal? –me mira preocupada.

Yo niego, mordiéndome el labio.

-No –carraspeo –no, cariño. No está mal. A veces, tenemos un poquito de miedo pero no está mal. –Le sonrío, pasando mi dedo índice por encima de su ojo derecho.

La enfermera entra en la habitación, mirándome con compresión.

El tiempo se está acabando.

-¿Me das un abrazo? –Mi voz tiembla sin que lo pueda evitar. Bella abre sus bracitos para recibirme. Paso mis brazos por detrás de su espalda y beso su mejilla repetidas veces. –Te quiero, te quiero, te quiero… -le digo una y otra vez.

Me da un beso en la mejilla y me sonríe.

-Te quiero, mami. –Sus dedos acarician mis rostro y yo pongo mi mano encima de la de mi hija. Besando, después, su dorso.

Nuevos trazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora