Nuevos trazos

Capítulo 21

N/E: Parece ser que alguien ha tardado un poco pero finalmente a pedido su premio por lo que espero obtener hoy mi perdón (si tarda un poco más, lo pide esta noche 😅), luego publicaré el prólogo de la siguiente historia y como me faltan más de 12 horas para la publicación de esta noche, no tendréis que esperar a mañana para poder leer el primer capítulo (¿A qué soy bueno?😇), eso suponiendo que no queráis esperar🤔🤔, en cuyo caso esperaré a mañana para publicarlo 😁😝. 😘💙😎
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-Sí -contesta mi madre cruzándose de brazos. El niño pasa de los brazos de la mujer desconocida a los de mi padre.

-Es mi mujer –responde Gabin, rodeándola por la cintura con uno de sus brazos de manera posesiva.

Yo, sin embargo, me limito a mirar a mis padres. Se supone que ellos no conocían a Gabin porque, en ese entonces, ya estábamos mal. Además, había escuchado que no les gustaba que yo saliera con ese hombre, alguien sin una buena profesión y estatus.

-Ella es quien se ha comportado con nosotros como si fuese nuestra hija, es decir, es quien hace lo que tú deberías de hacer y que, por supuesto, no has hecho –mi madre se recoloca el flequillo con la mano.

-Laurel nos ha dado lo más bonito que tenemos en nuestra vida, que es Martin –me dice mi padre mirándome con la cara completamente tensa, sin embargo, cuando mira al niño que tiene entre sus brazos, su gesto se relaja y le sonríe de manera cariñosa.

-¿Qué pensabas? ¿Que nos quedaríamos llorándote? –Mi madre ríe de lado, negando con la cabeza.

-¡No, claro que no! –grito, intentando contener las lágrimas. –Yo hace mucho tiempo que no espero nada de vosotros. –Escupo. – No lo que no puedo creer es que todo lo que rechazabais de mí, lo aceptéis de ellos. –Miro al suelo, intentando recomponerme. –Ese hombre me abandonó cuando se enteró de que estaba embarazada y… ¿cómo podéis hacer esto?

-¿Cómo pudisteis tú desobedecernos de esa forma? Tú eres la culpable de todo –me culpa, caminando hacia mí.

-Yo no podía estar con una mujer que se quejaba de que no tuviese trabajo. ¿Qué querías, que comenzase a trabajar para manteneros? –Ríe. –Ya sabes que nunca me gustó trabajar.

Agarro a Rick del brazo cuando lo siento caminar a mi lado mientras mira fijamente a Gabin con la mandíbula completamente tensa.

-No –murmuro.

-Aunque ya veo que has encontrado a alguien que os mantenga. –Dice mi padre, pasándole a Martin a su madre. –Además, ni siquiera estás trabajando…

- Espero que te portes bien en la cama, ya que hasta está pagando el tratamiento de tu hija enferma. –Ríe Gabin.

XXX Richard XXX

Cuando lo escucho decir la última frase, no lo aguanto más. Pongo a Bella en los brazos de su madre, que se asusta más de lo que ya está, y camino la poca distancia que me separa con ese imbécil con grandes zancadas y le propino un fuerte puñetazo en la mandíbula.

-¡No vuelvas a hablar así de mi familia! –escupo en su cara, cogiéndolo por el cuello de su jersey. – Te juro que como le vuelvas a faltar el respeto, vas a acabar en la camilla de un hospital, gilipollas. Y vosotros –me dirijo a sus padres –no sé qué clase de padres sois, a mí me daría vergüenza hacer lo que hacéis. Y que sepáis que vosotros sois lo que habéis perdido a una hija extraordinaria y a una nieta que sí podría ser lo más bonito de vuestras vidas. Y otra cosa –digo mirando a Gabin y a sus padres alternativamente –si yo pago el tratamiento de Bella es porque ella es mi hija, mi hija –repito, remarcando la palabra –y yo no las mantengo como pensáis. Somos una familia, una verdadera familia –Termino, tirando a Gabin al suelo.