Capítulo 12

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N/E: Esta vez al parecer, no lo he puesto nada fácil, veamos primero la pregunta.

¿En cuantas de las historias que he publicado y como se titulan, se mezclan o se juntan el universo Caskett con nuestra realidad?

Y la respuesta correcta es... de momento ninguna por qué nadie a dado una respuesta correcta, voy a dejarla un día más y si nadie acierta 😥😥😥 habréis perdido la opción del capítulo extra.

N/A: Hoy que tengo tiempo…

¡Hola! Quería agradeceros por leer y, sobre todo, por tomaros unos minutos en comentar. Se agradece mucho, de verdad.

También decir que esperaba que me dijerais que había estropeado la historia en el capítulo anterior, sigo sorprendida de no haber recibido ningún comentario.

Espero que os guste el capítulo

PD: como todos los anteriores no lo he releído, os pido disculpas por todas las faltas que pueda haber en este y en los otros…
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-¿Vivís juntos? –le pregunta a mi hija que asiente con una sonrisa, inocentemente. Sin saber lo que ha podido ocasionar entre Richard y su novia…

-Vivimos yo, mi mami y Rick. –Se encoge de hombros y le sonríe a Castle. –Rick me compra muchos ositos porque a mí me gustan mucho los ositos. Dice que cuando me ponga buena, me va a llevar a ver a los ositos de verdad. –Su sonrisa se agranda al recordar lo que una noche Castle le dijo, poco antes que la operaran. -¿A que sí, Rick?

-Sí, enana. Voy a llevarte a ver todos los osos que haya en todo Nueva York. –Toca con su dedo índice la nariz de mi hija que me sonríe contenta.

Sin embargo, no todos están contenta en la habitación. Kyra mira seriamente a Castle mientras frunce el ceño, tiene la mandíbula tensa y sus brazos están cruzados a la altura de su pecho.

-¿Podemos hablar fuera, Richard? –le pregunta, agarrándolo del brazo y tirando de él hacia fuera sin esperar a que este le conteste.

XXX

-¿Qué es eso de que vivís juntos? –espeta nada más cruzar la puerta.

-Kyra,… -digo con cansancio.

-Kyra, no. Contéstame. –Grita entre dientes al darse cuenta de que uno de los enfermeros que acaba de pasar por nuestro lado, se ha dado cuenta de que algo iba mal entre nosotros.

-Las cosas cambiaron.

-Ya veo –dice con ironía. – ¡Estás viviendo con una mujer y con su hija! Sí, que han cambiado. –Bufa.

-No tienes derecho a reprocharme nada. –Levanto la mano para que me siga dejando hablar y no me interrumpa. Así que, vuelve a cerrar de nuevo la boca, cruzándose de brazos de mala gana. –Te fuiste a África, otra vez como tantas otras. Nunca te dije nada, hasta esta vez que te pedí que te quedaras. Te necesitaba, necesitaba que me apoyaras, pero no, te doy igual y te fuiste. Ahora vuelves y me pides perdón, que te dé otra oportunidad y lo primero que haces es reclamarme que Kate y Bella vivan en mi casa, ¡sin ni siquiera saber por qué! –Me remuevo, alterado. –Creo que esto de volver no ha sido buena idea. –Confieso, si no estaba muy convencido de lo que acababa de hacer, ahora… lo tengo claro.

-Rick, no –dice con pena. –No digas eso. Lo siento, lo siento, lo siento,… me repite, agarrándome la cara con las dos manos e intentando besarme pero la agarro por los hombros y la separo de mí.

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