Nuevos trazos

Capítulo 18

N/A: Bueno, pues aprovechando que al final no he tenido que ir a trabajar hoy como tenía planeado y que tenía la tarde organizada de esa manera. Me puse a escribir en el tiempo que se suponía que estaría en el trabajo, así que, aquí está el siguiente capítulo para no dejaros mucho tiempo con ese mal sabor de boca y con la incertidumbre de ese final.
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Me dejo caer en el sofá, empezando a ser consciente de lo que acabo de soltar por la boca. Bufo, pasándome las manos con fuerza por la cabeza, despeinándome.

Ahogo un grito y me pongo de pie, siguiendo los pasos de Beckett.

-Kate –la llamo, viendo cómo está metiendo todas sus cosas en una maleta. –Kate… -repito con la voz entrecortada al darme cuenta de las lágrimas que están recorriendo sus mejillas. Pero ella ni siquiera deja de guardar la ropa un segundo para mirarme. –Kate…-me acerco a ella y la sujeto del brazo.

-No me toques. –Me grita con furia, zafándose de mi agarre de un fuerte tirón.

-Kate, por favor, escúchame –le pido, pero sigue sin querer hacerlo. –Kate, perdóname –me disculpo, acercándome a ella, poniéndome delante de la maleta que está encima de la cama. Pero no. Rodea mi cuerpo para dejar las camisetas que tiene entre sus manos dentro de esta. –Por favor,… -suplico. –Sé que no me lo merezco, no después de todo lo que te he dicho pero… -siento cómo mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas. –Escúchame. –Intento cogerla del brazo de nuevo pero es más rápida que yo y se echa hacia detrás. Alza los ojos, mirándome duramente.

-Te he dicho que no me toques. –Espeta.

-Kate,… -digo, tragando saliva.

-Escúchame tú a mí, Castle. Me da igual lo que quieras decirme. Me da igual. –Repite. –Pero tranquilo, recojo todas nuestras cosas y nos vamos. No te preocupes, no voy a utilizarte más. –Suelta.

-No, no, Kate. –Niego, atropelladamente. –No te vayas, por favor, no os vayáis. –Ella ríe, sarcástica, sacudiendo la cabeza. –Kate, por favor, -la cojo de los hombros y por más que lo intenta, no puede deshacerse de mi agarre. –No te puedes ir, no tenéis a dónde iros, no…

-Ese es mi problema. Y sí, no sé dónde voy a ir pero lo que sí sé es que no voy a pasar una noche más en la casa de un hombre que piensa que lo he utilizado.

-No, no, Kate. Yo no pienso eso.

-¿Ah, no? Porque es lo que me has dicho hace unos minutos. –Hace un mohín con los labios.

-Lo sé, pero es porque estaba enfadado, porque no sé qué hacer para que me perdonéis. Porque… -sacudo la cabeza. –Necesitaba echar la culpa a alguien de mis errores.

-Ya… -ironiza, forcejeando para quitarse mis manos de encima. –Suéltame. –Me ordena.

-Perdóname. –Le pido. Quito una de mis manos de encima de uno de sus hombros para limpiarme una lágrima rebelde que se ha escapado de mis ojos. –Kate, tú y Bella sois muy importantes para mí. Sí, me he comportado como un gilipollas pero os quiero, por favor, no te vayas. –Suplico, rompiendo en llanto, atrayéndola mi cuerpo para abrazarla. Beckett forcejea y me da unos cuantos puñetazos en el pecho para que la suelte pero no lo hago. Consigo envolverla con mis brazos por completo y la escucho sollozar. –Lo siento, lo siento, Kate –repito.

-Yo no te he utilizado, no lo he hecho. –Gimotea, aferrándose a mí.

-Lo sé. –Sollozo. –Perdóname.

-Rick,… -hipa, apretándose más contra mi cuerpo. Beso su cabeza, suspirando. Cierro los ojos cuando la escucho sollozar, sintiéndome horrible por haber creado esta situación, por hacerla sufrir así.