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Emeraude miraba fijamente la puerta, esperando que Dominic junto a Alberto llegaran al lugar, a su lado Matthew se quejaba acerca de que 10 dólares por un cupcake era muy caro.

A dos mesas de ellos, Katherine hablaba animadamente con Will mientras miraba de reojo la puerta.

En el fondo del bar también estaba Harry riéndose junto a Kaitlyn, pero eso nadie lo sabía.

El rubio y el castaño entraron al lugar riendo levemente, encontraron una mesa vacía y se ubicaron allí.

— No puedo creer que ésto esté pasando realmente — Alberto ríe.

— Ni yo, creí que me no querrías salir conmigo a ningún lado — Dominic se sonroja.

Un chica con cabello rosa se acerca a ellos para tomar su orden, Dominic pide un licuado de banana mientras Alberto sólo quiere un café con dos cupcakes. Cuando la chica se retira, Alberto mira hacia la derecha.

— ¿Aquella es Emeraude junto a Matt?

— Um sí, parece que decidieron salir hoy. Al igual que Katherine con Will, ¿no?

— Tal vez deberían abrir más bares en ésta zona, ¿no? — Alberto levanta una ceja y ríe.

Dom niega divertido.

La orden llega y ellos se disponen a tomar sus bebidas en silencio mientras se miran a los ojos. No hace falta palabras para transmitir lo mucho que realmente se aman.

Dominic comenzó a hablar acerca de cómo ayudó a la bibliotecaria la semana pasada y ésta le dió 50 dólares, el castaño sonreía pero no por la anécdota que Dom le estaba contando, sonreía porque Dominic era suyo (aunque aún no eran novios ni nada oficial), porque esto se sentía bien. Se sentía correcto.

El teléfono de Alberto comenzó a sonar interrumpiendo la conversación, Emeraude frunció el ceño al ver como el celular sonaba y Matthew dejo de quejarse, Katherine abrió los ojos exageradamente mientras Will sólo la miraba extrañado.

Rosende vió el identificador de llamadas donde claramente se leía el nombre Amanda, el nombre de su ex novia. Ella nunca lo había llamado desde que habían terminado, de eso hace tres años más o menos. Pero Alberto rechazó la llamada y siguió mirando a Dominic, si algo había aprendido de Dua Lipa era que no debía atender.

Aunque la verdad era que prefería seguir escuchando a Dominic cantar despacito a escuchar a cualquier otra persona cantar su canción favorita.

Fin.

DESPACITO, domberto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora