XI

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—Tío, tienes una cara de culo increíble. —le dice el de piel morena y pelo llamativo sentado en una de las mesas de aquella amplia clase con una leve risa burlona.

—Yo tendré cara de culo, pero tú hueles a culo. —Se intenta defender el azabache cual niño pequeño mientras le fulmina con su mirada.

—No es gracioso. —la vista del más mayor cae. —Me han cortado el agua en casa.

El menor de los dos se pone de pie y estira su cuerpo con leves gemidos. Aspira y suelta todo el aire con pesadez.

—Como sea. —se mira en el reflejo que se plasma en una de las ventanas recordando el balonazo del día anterior. —Parezco cangrejo con la cara así de roja.

—Y eres igual de tacaño. —se ríe el contrario y el azabache no duda en dedicarle una fulminante mirada que le hace callar al instante. —Perdón.

—Diez intentos y todos han sido fallidos, definitivamente el mundo está en mi contra. —Bufa el de menor estatura.

—¿Por qué no le invitas al cine? —Sugiere mientras se lleva un puñado de palomitas a la boca. —Una película porn-. —Se interrumpe a sí mismo y carraspea. —Es decir, una película romántica siempre es buena escusa para rodear sus hombros, tocar vuestras manos en un roce bajo el montón de palomitas...

—Me estás dando escalofríos. —Una mueca adornando su rostro, sacudiendo su cabeza para liberar su mente. —Pero puede ser una buena idea, gracias Namjoon.

Y sin dudarlo un segundo más, el azabache sale con prisa del aula mientras su amigo grita a sus espaldas.

—¡No olvides los condones!

(...)

Tras invitar al rubio con los nervios brotando a flor de piel —como siempre—, la pareja no-oficial ya se encontraba en la entrada del cine pidiendo tickets para una de las películas anunciadas. Esta vez se aseguró de que el dinero y su cartera aún estuvieran en su bolsillo

Lamentablemente todas las románticas estaban agotadas así que se metieron a ver una de dibujos que a Taehyung le pareció bien sólo por la llamativa portada.

Claro que el de la caja les miró con cara rara, no era de extrañar, habían elegido ver "Los Pitufos" y la audiencia no solía ser precisamente adulta.

Entraron en la sala correspondiente y se sentaron en una de las sillas por el centro del lugar para poder divisar el rodaje a la perfección.

—¿Estás seguro de que esta película es apta para nosotros? —Pregunta el azabache observando a su al rededor mientras el rubio reía leve.

Niños ruidosos llenaban la sala, padres desesperados intentando hacer callar a sus hijos, comida volando de un lado a otro y la película aún no había empezado.

—Budha, ten piedad de este pobre desamparado. —Rogaba en susurros mientras su acompañante reía leve a su lado.

Al contrario de Jungkook, Taehyung amaba los niños y no le importaba para nada estar rodeado de ellos.
El azabache, sin embargo, rezaba el padre nuestro una vez cada cinco minutos.

—Namjoon nuestro, que estás en los Bangtan, santificado sea tu nom-.

El mayor le interrumpe. —¿Qué rezas?

—No sé, nunca fuí a la Iglesia, soy un alma perdida en los brazos de Satán.

—Eres un dramático. —Reía aún más y Jungkook quedaba hipnotizado cada que escuchaba aquella melodía salir de sus labios.

La película comenzó y la sala estaba repleta de niños, el lugar era un sin fin de ruido y el infierno comenzó para el pobre azabache cuando uno de esos tantos infantes se sentó detrás suya.

—Mamá, mamá, mamá. —Insistía en un frenesí. —Tengo hambre.

Un golpe en el respaldo de su asiento y el humo empezaba a subir por la chimenea

(La chimenea es Jungkook, por si las dudas. Zoi una ezperta en metaforas)
Sigamos, juhm

—¡No quiero palomitas! —Gritó el pequeño y un puñado de ellas cayeron encima del pobre azabache que por inercia cerró sus puños con fuerza. —Mamá, mamá, ¿por qué son azules?

—COMO NO TE CALLES VAS A DESCUBRIRLO POR MIS PROPIAS MANOS. —El menor de los dos, lanzándose al niño con su madre al lado y Taehyung aturdido por la situación.

—¿CÓMO SE ATREVE A GRITAR A MI HIJO? —La señora, respondiendo al griterío que Jungkook había comenzado.

—PUES CON-. —Una cantidad inaudita de palomitas aterrizaron en la cara del menor mientras el rubio se consumía en la vergüenza y desesperación. —MOCOSO. —Con velocidad, agarrando el gran vaso que contenía Coca-Cola, dispuesto a lanzarsela sin importar que.

Sin embargo, los de seguridad llegaron a tiempo y agarraron el amplio cuerpo del azabache mientras este hacía movimientos parecidos a los de un pulpo.

—¡Suéltenme! ¡Exijo mi venganza!

Y entre movimientos exagerados en un intento de zafarse de aquél agarre. —Jungkook, es sólo un ni-. —El vaso aterrizó encima del pobre Taehyung, quien mantenía una sonrisa turbia e incrédula mientras sus ojos parecían no tener expresión alguna.

—Santos cebollines... ¿Nos podrían dar otra Coca-Cola? :)

Vale, ahora si la había cagado.

__________

¡Hola, hola!
Volví para no irme jamás.

Gracias a todas esas personitas que aún mantienen este fic en su biblioteca y esperaron por la subida de un nuevo capítulo.

Al saber que aún había gente que recordaba esta historia me motivé más a subir capítulo asique edité todas las historias y decidí actualizar todo cuanto antes.

Gracias y nos vemos en el próximo capítulo o en otra de mis fics.
¡Los quiero!♡

100 maneras de espantar a tu chico; VKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora