100 maneras de espantar a tu chico; VKOOK

XVIII

Después de lo ocurrido en el auditorio, a parte de acabar en el hospital, Jungkook se mantuvo escondido en las cuatro paredes de su cuarto. Sí, algo cobarde pero el pobre no era capaz de mirar a Taehyung a la cara.

—¡Deja de llamarme, Jimin! —Grita el azabache al teléfono, arropado bajo sus mantas pasadas ya las cuatro de la tarde. —No voy a salir, no si está Taehyung.

—No seas idiota, ¿viste tu vídeo? —Ríe el contrario, oyendo más carcajadas de fondo. —Eres la sensación de internet. Mi amigo es famoso, ¿para cuando mi Lambo?

—Jódete. —Y sin más el más alto cuelga, suspirando fuerte en la oscuridad de su cuarto, luciendo lamentable con unas grandes ojeras.

Si, la había cagado varias veces antes pero quedar en ridículo en plena confesión de amor era demasiado. Llevaba ya un par de semanas sin salir de casa mientras los otros celebraban el fin de sus estudios secundarios, planeando a qué universidad asistirían. Aunque bueno, el azabache aún no tenía muy claras sus ideas.

— Debería ducharme. —Dice, tras oler su pijama el cual lleva puesto casi una semana.

Y sin más, se mete en la ducha, cantando en el progreso cuando minutos después, el timbre suena.

—¡Voy, voy! —Grita corriendo a la entrada principal con una toalla en su cintura y otra en sus hombros, el agua cayendo de su cabello.
Muy lindo todo, pero sus pies mojados no parecen querer colaborar, pues se acaba deslizando y chocando contra la puerta soltando un alto quejido.

—¿Jungkook? ¿Estás bien? —Dice una grave voz desde fuera.

—¿Tae-Taehyung? —Responde abriendo lentamente la puerta, viendo a Taehyung frente a esta con un tierno atuendo que derrite al menor.

—¿Tienes tiempo para hablar?

El ambiente es un poco extraño, los dos sentados en el sofá en silencio, las mejillas de Jungkook tornando a un color excesivamente rosado mientras recuerda lo sucedido. Y que el menor llevase solo una toalla como prenda, no ayudaba.
Quería que la tierra lo tragase.

—Esto... ¿podrías vestirte? —Dice el mayor, evitando mirar al azabache, tapando la mitad de su rostro con la mano en señal de vergüenza.

Y tras vestirse, los dos vuelven a sentarse en el sofá. Las manos de Jungkook descansando con fuerza en sus propios muslos, queriendo no mirarle a los ojos.

—Solo quería saber si estabas bien, llevas dos semanas ignorándonos a todos sin salir de tu casa. —Suspira, poniéndose de pie. —Pero si te incomodo puedo irme.

Era ahora o nunca, no podía permitirse dejar escapar al rubio una vez más. Hoy era el día, hoy oficialmente saldría con su mayor tras intentar conquistarle un año entero. Lo tenía claro, su hyung era lo más preciado para él a pesar de todas las cosas por las que le hizo pasar.

—¡Tengamos una cita!

Y con una amplia sonrisa por parte de Taehyung, ambos acabaron sentados en una mesa en un lindo restaurante en el barrio de Gangnam. Un poco costoso para Jungkook, quizás.

Comieron, rieron, el menor se disculpó por actuar de manera extraña y las cosas volvieron a la normalidad. Estaba listo, las manos le sudaban y sentía calor en su rostro. Y con toda la valentía que su cuerpo le permitía, cogió las manos del contrario abrazándolas con las suyas.

—Kim Taehyung, se que no es el lugar perfecto ni la manera correcta. —Dice cerrando fuertemente sus ojos. —Pero debido a las anteriores situaciones temo volver a acabar en una camilla asique. —Tragando fuerte, abriendo los ojos. —¡Se mi novio! —Carraspea. —¡Quiero decir! ¿Serías mi novio?

El más alto, sin sorpresa, sonríe ampliamente tomando el rostro del contrario y asiente levemente con la cabeza provocando que el otro abra ampliamente sus ojos y grite de felicidad. Todo el restaurante mirando atentamente al azabache, un poco molestos. Taehyung riendo nuevamente.

—Al fin me lo dijiste, sin ningún tipo de interrupción.

Salieron del restaurante tomados de la mano, caminando por las calles de Gangnam mientras el menor daba pequeños brincos de felicidad. Todo iba bien, viendo escaparates de tiendas mientras tenían pequeñas conversaciones.

—Pensé que ese día sería el último. —Dice el mayor, recordando momentos con el azabache. —Me dije a mi mismo: de esta no salgo, ahí te voy Satanás.

Pero el menor estaba demasiado concentrado en una fina pulsera de plata que llamaba la atención desde las afueras de la tienda como para escuchar algo.

—¿Oh? Espérame, quiero mirar algo aquí. —Y sin más, Jungkook se adentró en el local. —Disculpa, me gustaría comprar esa pulsera que tienen en exhibición. —Dice señalando, con una sonrisita vibrante.

—Claro, serían 375.000 won.

Pone el dinero en el mostrador sin pensarlo y mientras la dependiente trae lo pedido, da vueltas al rededor de la tienda mirando los cristalinos mostradores, tocando ligeramente el cristal. Cuando una voz a su espalda lo espanta, dando un pequeño salto, provocando que con su codo golpee la puerta del mostrador. Haciéndose añicos.

—¡Jungkook! —El sonido del cristal cayendo, la mirada de la dependiente en shock.

—¡SAL, CORRE! —Y sin más, el rubio sale corriendo fuera de la tienda. —Tenga, esto es lo único que me queda en la billetera, ¡perdóneme! —Y tras coger la caja con la pulsera y dejar unos escasos 700 wons, sale huyendo junto con Taehyung dirigiéndose a la parada del metro.

Con la caja en su mano, corren dentro del metro cuando está a punto de irse y respiran profundo agarrándose a las barras del mismo sudando como pollos al horno.

Bueno, al menos esta vez pudo decirle cómo se sentía antes del desastre. Y ¿Taehyung? Bueno, Taehyung estaba bien, acostumbrado, ya nada le sorprendía porque se había preparado mentalmente a cualquier cosa que pasase estando al lado de Jungkook. Y eso estaba bien para él, más o menos.

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¡Hola lindes! Este ya es el penúltimo capítulo de este fic. Ha sido un poco más tranquilito y largo de lo normal pero me siento satisfecha. Estoy deseando publicar el último capítulo y terminar la historia después de tanto tiempo. En un comienzo he de decir que quería subir cien capítulos con cien maneras diferentes en las que Jungkook intentaba conquistar a Taehyung pero con el tiempo me di cuenta que sería demasiado extenso y pesado y decidí dejarla como una historia corta.

Para concluir quiero avisar que el próximo capítulo será diferente, no será cómico y la redacción será más extensa y exacta para poder terminar el fic de una buena manera.
Nos leemos pronto <3