100 maneras de espantar a tu chico; VKOOK

XIII

-¿Por qué un anillo? ¡No es como si fueras a pedirle matrimonio! -Le grita anonadado por la situación como si fuese estúpido mientras mantiene sus manos guardadas en los bolsillos de su uniforme.

-¡Quería hacerle algo lindo! Como en las películas... -Responde cabizbajo el azabache soltando un pequeño bufido de frustración.

-Esto no es una película, es la vida real. -Le regaña el más alto dándole un golpe en toda la sien. -¡Podías, simplemente, haberle comprado una pulsera!

-¿Dónde has visto a alguien que regale una pulsera a través de la comida? -Hace una mueca indignado mientras dirige su mirada hacia otro lado como si le ignorase.

-¿Dónde has visto a alguien regalando un anillo a través de Panda Express?

-Touché. -Relaja su rostro y suelta un suspiro acabado, totalmente derrotado. -¿Crees que quiera seguir hablándome?

-¿Después de mandarlo al hospital por asfixia? -Pregunta como respuesta mientras se llevaba un dedo a sus labios dubitativo. -¡Por su puesto!

-¿Tú crees?

-¡No, idiota! -Responde volviendo a darle otro pequeño golpe.

-¡Deja de pegarme, estúpida! -Se queja Jungkook en demasía acariciando su ya roja nuca. -De todos modos creo que iré a visitarle a su casa.

-¡Ya se! -Grita de repente emocionado a la par que se levanta de la mesa donde estaba subido. -Podrías hacerle algo para comer. -Sugiere el mayor con una amplia sonrisa. -Luego te envío la receta por WhatsApp.

-Gracias Jin, eres genial. -Le agradece antes de oír como la campana que anuncia la última clase del día, suena a lo largo de todo el Instituto. -Nos vemos.

(...)

Jungkook caminaba con una amplia sonrisa que deslumbraba a kilómetros mientras daba discretos trotes de felicidad hasta llegar al barrio donde Taehyung vivía. Se acercó a la puerta de la casa de su querido amor y con los nervios a flor de piel, mientras mordisqueaba su labio inferior con constancia, llevó su dedo al timbre esperando a que abrieran.

Ahora si quería huir, se arrepentía, los nervios le comían.
¿Y si no quería verle? ¿Y si le miraba con odio? ¿Y si le golpeaba con la chancla por ser tan idiota? Sin embargo, ya no había vuelta atrás, pues segundos después un Taehyung adormilado y con su gracioso pijama de ositos puesto, abrió la puerta perezoso.

-Hola... -Titubeó con duda.

-¿Jungkook? -Sonrió con esa geométrica sonrisa que traía loco al pobre azabache. Ahí supo que todo estaba bien entre ellos a pesar de su enorme torpeza. -¿Qué haces aquí?

-Vine a prepararte algo de almuerzo en forma de disculpa. -Rascó su nuca ansioso. -Creí que estarías enfadado.

-No fue tu intención. -Ladeó su cabeza con una leve sonrisa que hizo acelerar el corazón del más bajo. -Y de todos modos, el regalo me encantó. -Continuó, mostrando como llevaba el anillo puesto con orgullo, eso hizo que el menor sonriera sin ninguna duda mientras sus ojos se ensanchaban con sorpresa. -Oh, pasa.

Entonces, el azabache indagó hasta su cocina sacando todo lo que necesitaba para realizar la buena receta que SeokJin mandó a su número de teléfono: una rica sopa con papas, verduras a la plancha y un poco de arroz.
Tragó saliva dispuesto a cocinar, se arremangó su blanca camisa y comenzó con el trabajo.

Hizo la sopa con facilidad, probando su sabor sintiéndose triunfante al saborear el punto justo de sal. Luego, hizo las papas y el arroz rápidamente quedando sólo por hacer la verdura.

Cogió la sartén sintiéndose orgulloso de si mismo, como la suerte hoy estaba de su parte, dispuesto a enamorar a su mayor a través de sus habilidades culinarias.

...

Bueno, al menos eso creía él.
Pues es en ese momento en el que encendió la pequeña estufa con el encendedor y... ¡BOOM! Una enorme llama apareció casi llegando al techo de la blanca cocina.
El miedo le inundó y la ansiedad llamaba a su puerta queriendo salir a flote.

Cogió un vaso llenándolo de agua, dos, tres, un cubo, la manguera, un gato, tres caballos pero nada, entonces, Taehyung apareció en la cocina alarmado por el olor del humo que ya llegaba a la sala de estar.

-¡No Taehyung, esper-!

-¡MI COCINA! -Chilló alarmado cogiendo su móvil y marcando a los bomberos de inmediato. -¡Necesito ayuda, prendimos fuego a la cocina! ¡No por Dios, fue un despiste!

"Prendimos", eso llegó hasta el corazón del menor al ver como aquél rubio no le culpaba del todo. Entonces, como si Hulk se hubiese apoderado de él, cogió cuatro cubos grandes llenos de agua y los lanzó apagando el fuego por completo.
Claro, la cocina quedó medio quemada con un color carbón que era imposible ignorar.

-Esto... -Rió nervioso Jungkook. -¿Quieres patatas? -Pero, cuando cogió el pequeño plato, las patatas se quedaban pegadas al mismo como si estuvieran echas con cola.

7u7 cola

-Bueno, también hice sopa. -Sin embargo, al coger la olla, vió como el agua se había evaporizado por el alto fuego.

Si bueno, al final resultó ser que tan MasterChef no era pero la intención es lo que cuenta, o eso dicen.

-¿Y si pedimos pizza e invitamos a los bomberos?

Y ese fue el plan del día: pidieron cinco pizzas, llegaron los bomberos y todos se sentaron en el sofá al rededor del televisión disfrutando de alguna película junto a las super papas de Lucifer.

Lo importante era que a Taehyung no le importaba. Desde que Jungkook llegó a su vida la monotonía era una palabra inexistente y sin darse cuenta, se había vuelto adicto a ese sentimiento de locura.

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¡Hola! I'M BACK. Me sentí INSpirada y pues, se me ocurrió este bobo capítulo.
Actualmente estoy actualizando todas las fics asique podéis pasaros a leer cualquiera o seguir esperando a otra actualización de esta.

Como sea, les envío la suerte para que encuentren a su chino ideal y no cocinen, no vaya a ser que prendan la cocina como kook. Pidan Panda Express.

CHAUS♡