Misión: Laberinto [COMPLETA]

La hoguera

Narra ___

Estoy otra vez en la sala, pero esta vez, lo veo como si estuviera fuera, como si  lo estuviera mirando desde arriba. Veo como me meten en la sala y me dejan allí hasta que Mike aparece. Veo como hablo con él, la diferencia es que ahora sé lo que va a pasar y  no puedo detenerlo. Veo como me empiezo a convertir y como hablo con Mike, seguramente le estoy diciendo que intente salir. Él lo intenta, pero no puede, la puerta no se abre y yo estoy de rodillas en suelo, no puedo moverme.

Entonces empieza a ocurrir, Mike parece asustado y señala mis manos. Ya me estoy empezando a convertir. Él se está apartando todo lo lejos que puede en esa sala blanca con una ventana-espejo. De repente, me levanto, voy hacia él y veo como esquiva mi ataque, vuelvo otra vez y se aparta, pero antes de que vaya muy lejos, veo como en un movimiento rápido lo cojo de la camiseta y con las manos le hago un corte en el pecho y en el cuello.

****************************

Me despierto de repente, muy agitada por el hecho de que acabo de revivir el momento en el que maté a Mike. Estoy sudando, es mejor que me de una ducha. Busco a Alby para que me diga donde me puedo dar una. Lo encuentro hablando con uno de los chicos cerca de la Hacienda.

-¿Qué tal verducha?¿Has podido dormir algo?

-Sí Alby, gracias. Venía a preguntarte dónde puedo darme una ducha.

-Sube por aquí y a la derecha hay una sala con duchas, yo me quedaré por aquí vigilando a que no venga nadie. Por cierto, llegó esto para ti, venia en una de las cajas junto con varias cosas más para...bueno...para ti, ya sabes-me dice mientras me da una caja.

-Gracias, Alby.

Subo por donde me ha dicho y encuentro la sala con las duchas. Abro la caja y descubro que  a parte de ropa interior, también hay dos conjuntos de ropa, y otro par de zapatos; y otras cosas que necesitaré. Me ducho y elijo uno de los dos conjuntos.

Una vez lista, bajo otra vez y veo que Alby ha cumplido lo que me dijo. Se da la vuelta y me sonríe. 

-Dame la ropa, llevaré a que te la laven. Puedes dejar la caja por aquí, nadie te la va a coger, tranquila.

-Gracias Alby.

-De nada, todavía falta un rato para que preparen la hoguera de bienvenida, da una vuelta por ahí.

Asiento y le digo adiós antes de salir por la puerta. Una vez fuera observo a mi alrededor. No me apetece nada tener que ir por donde hay mucha gente así que me dirijo al bosque. Nunca he entrado ahí con el ordenador, no era mi parte.

En cuanto empiezo a caminar entre los árboles el silencio me invade y una sensación de tranquilidad, que me hace olvidarme de lo que he soñado antes. Me pongo a trepar por un árbol y observo todo el Claro. Es impresionante lo que han creado aquí. Se han podido organizar y han podido llevar esto adelante. Me quedo allí un rato largo y luego bajo, sigo caminando hasta que una voz detrás de mí me interrumpe.

Narra Gally

Había oído que esta vez una chica había llegado. Como soy un Guardián y a nosotros siempre nos comunican la identidad del nuevo verducho, Alby nos reúne para comentarnos que para mi sorpresa se trata de ___.

Discretamente empiezo a buscar a ___ cuando acabo de trabajar. Además la hoguera ya está casi lista y ella es la invitada de honor. No la encuentro donde las hamacas y en ninguna parte del Claro hasta que vislumbro una cabeza salir de uno de los árboles del bosque. Reprimo una carcajada, pero no una sonrisa. Siempre igual.

Cuando llego al bosque, todo el calma pero puedo oír pasos a lo lejos. Sigo caminando mientras sigo el sonido y cada vez lo siento más cerca. Voy detrás de ella cuando la encuentro durante un rato sin que se entere ya que está pensativa. Cuando ya ha pasado un poco decido hablar.

-No has podido resistirte, ¿verdad?

-Demasiada tentación. Un bosque, en medio de un espacio que está en el centro de un Laberinto. Realmente tentador, ¿no crees?Así que...constructor ¿eh?

-¡Oh, venga ya! ¿Te lo ha dicho Chuck? ¡Quería decírtelo yo!¿Te ha dicho que soy el Guardián de los constructores?

-¿El guardián?-dice ella entre risas.

-Es el encargado de cada trabajo.

-Pues me alegro por ti chico guardián.

-Yo me alegro de que estés aquí.

Entonces ella se da la vuelta y viene corriendo hacia mí. Cuando me abraza. Yo la abrazo con la misma fuerza con la que ella me abraza a mi.

-¡Te he echado tantísimo de menos!No me puedo creer que hayas sobrevivido seis meses sin mí. 

- Yo también te he echado de menos.

Tenía miedo de no volver a verte nunca, que murieras en el otro Laberinto. No sé por qué estás en este, pero me alegro muchísimo.

-Yo tampoco lo sé Gally, pero no puedo estar en mejor sitio.

Nos pasamos abrazados un rato largo hasta que se empiezan a oír voces. La hoguera de bienvenida ha empezado.

-Será mejor que vayas tu primero y yo vaya después, sería raro que te vieran salir conmigo si acabas de llegar.

Asiente.

Cuando dentro de un tiempo salgo, me reúno con alguno de los demás chicos y estamos hablando tranquilamente sobre las cosechas y las nuevas secciones del Laberinto que han encontrado los corredores. Luego uno de ellos me reta a una pelea.

Se trata de algo que empezamos hace unos meses. En una especie de parte circular sin mucha hierba que hay en el Claro, dos personas luchan hasta que una de ellas sale del círculo. Nunca llegamos a mucho más que unas cuantas caídas y puñetazos suaves.

Me pongo en el círculo y en seguida muchos se congregan al rededor de este chico y yo. Nunca nadie suele ganarme ya que soy más fuerte que muchos de ellos.

Es fácil hacerlo salir del círculo, nos damos la mano y de repente todo el mundo empieza a gritar.

-¡Verducha! ¡Verducha!

___ sale del lado de Newt y niega con la cabeza, pero mis compañeros son muy insistentes, por lo que acaba entrando en el círculo entre vítores. Me mira.

- ¿Preparada verducha?

Ella no dice nada, viene hacia mí e intenta hacerme una llave, pero hemos hecho eso muchas veces antes, y la que acaba en el suelo es ella. Desde el suelo arremete contra mis piernas y me desestabiliza. Acabamos en el suelo. Ella intenta arrastrarme fuera, pero la retengo. Consigo levantarme y la cojo. Ella intentarse soltarse, pero ya estamos llegando al extremo del círculo. Mi nombre y "verducha" se entremezclan entre los gritos de los demás. De repente me da en el hombro y me obligo a soltarla por el dolor, luego se sube a mi espalda y con una llave me saca del círculo, pero la arrastro y queda fuera encima mío. Todo el mundo grita.

-Empate -dice.

-Ya lo creo.