Una despedida forzosa

1.4K 116 14
                                    

Narra ___

-¡JEFF, CUIDADO!- sin embargo, aunque me escuchó, no le dió tiempo a apartarse antes de que el Lacerador le clavara la cuchilla en el pecho. Ni siquiera tuve tiempo a asimilar la muerte de mi amigo cuando un Lacerador se tiró encima mío. 

Rodé a la derecha justo cuando estaba a punto de clavarme la punta afilada de acero en el cuello. Le clavé mi cuchilla, justo en lo que sería su...¿cuello? Ni idea. Pero dió un chillido y se alejó. Me levanté y vi a mi alrededor como mis amigos se defendían con todo lo que podían. 

Se suponía que la salida está aquí, en el Precipicio de los Laceradores. Thomas y Teresa lo habían descubierto gracias a un código en los patrones de cada semana. Algo de lo que no nos habíamos dado cuenta antes. 

Lo más triste de todo es que Gally se quedó en el Claro. Es parte del plan. Mientras conseguimos desconectar el Laberinto y a los Laceradores, él tiene que venir a dónde estamos e intentar matar a Thomas, sin embargo, Chuck se va a tener que poner delante y fingir su muerte. La mejor parte de todo esto es que la bala para Chuck lleva un líquido que paralizará su corazón, pero solo durante unos minutos, lo suficiente como para que los clarianos se vayan. Luego nos iremos nosotros también, pero por otro lado. Lo que más me preocupa de todo este asunto, es que si hacen daño a Gally, podría ser grave y no sobrevivir para contarlo. En cuanto a mí, necesito que un Lacerador me haga una herida que pinte bastante mal, fingir mi muerte y luego, activar la curación. 

Voy a tener que despedirme de todos de una manera muy brusca. Sobretodo, por Newt, Minho. 

Lo más probable era que no nos viéramos más. Nuestra misión se cumplirá pronto y ellos estarán fuera. ¿Qué CRUEL les pondrá más pruebas? No lo dudo, pero no serán tan peligrosas como estar encerrados en medio de un Laberinto lleno de monstruos repugnantes. Ellos deben seguir con sus vidas e intentar sobrevivir. Yo, he de intentar que eso suceda, pero sin que lo sepan. Solo empeoraría las cosas. 

Mirando a mis amigos luchar, me he dado cuenta, de que he encontrado una nueva familia. Una familia que se ha ido extendiendo desde que conocí a Gally y a Chuck, pero sobretodo desde que llegué al Laberinto.  Los voy a echar muchísimo de menos. 

Salgo de mis pensamientos cuando veo que Minho está a punto de ser atacado por la espalda. Maldita sea, no me puedo transformar delante de todos. (Ya fue difícil explicarle a Thomas lo que era sin desvelar lo que estaba haciendo en el Laberinto y también que recordaba muchas cosas sobre porqué habían acabado ahí) Si pudiera hacerlo, llegaría mucho más rápido hasta Minho, pero las circunstancias dificultan las cosas, por lo que, mientras corro como si mi vida dependiera de ello (aunque es la de mi mejor amigo) intento esquivar a todos los Laceradores que se meten en mi camino. 

Justo cuando el Lacerador detrás de Minho está bajando la cuchilla, me pongo en el medio de los dos, y una raja gigante se abre a lo largo de mi abdomen. Intento darle una estocada al Lacerador, y lo consigo, con la ayuda de Minho que ya se ha desecho del suyo. Cuando conseguimos que el Lacerador se vaya, Minho mira con los ojos muy abiertos la sangre que está empezando a salir a borbotones de herida y que está empapando la camiseta. No le he dicho lo que planeamos hacer, pero creo que, por la mirada que me está dirigiendo, sabe que me curaré. Lo que no es el caso, porque aprendí a controlar la auto-curación y puedo fácilmente dejar de curarme por un tiempo. 

De repente, todos los Laceradores se quedaron quietos, inmóviles. Comprendí que ya había pasado lo más difícil, solo quedaba la parte en que fingíamos morir. 

Fuimos saltando por el Precipicio hasta que nadie más quedaba. Una vez todos estábamos juntos, avanzamos hasta encontrar una puerta. Thomas y Newt, que iban delante, la abrieron. Daba a un pasillo bastante mal iluminado, pero, tan pronto como todos estuvimos dentro expectantes de lo que pudiera ocurrir, las luces se fueron encendiendo y pudimos ver una puerta de metal. Miré a Chuck un segundo y él asintió con la cabeza, estaba preparado.

Thomas miró a todo el mundo antes de girar la manilla de la puerta. Entramos y mientras caminábamos, había personas muertas y con sangre al rededor de ellas. En una sala se podían ver dos cuerpos tapados. Finalmente, llegamos a la sala donde pasé bastantes meses. En ella había ordenadores y pantallas con fotos de todos los clarianos y sus datos. Los chicos empezaron a repartirse por ahí y a mirar. Thomas pulsó un botón y en la pantalla más grande, aparecía la Ministra Ava Paige. Nada más verla, mi cuerpo se puso en tensión y me hubiera gustado estar en persona con ella para pegarle un puñetazo en la cara con maquillaje perfecto que llevaba.

Empezó a hablar sobre el Destello y las erupciones solares. Cuando aparecieron varias fotos de los "raros", recordé a mis padres y tuve que reprimir las lágrimas. Cuando acabó el vídeo, un dolor intenso me recorrió el cuerpo y empecé a notar como mis energías empezaban a disminuir. Estaba perdiendo mucha sangre, y, si continuaba así, a lo mejor no podría conseguirlo. Empecé a marearme y caí al suelo sentada, con las manos en el pecho y el abdomen. Todos se giraron hacia mi. Newt y Minho vinieron corriendo a mi lado, ambos con expresiones de miedo y preocupación en la cara. Cuando Newt estaba hablando con los demás para que dejaran espacio, Minho me preguntó:

-¿Por qué no te estás curando?

-Lo siento...-le digo yo.

Entre Minho y Newt, suben mi camiseta y se oyen las expresiones de sorpresa y horror de los clarianos al ver mi herida. Es bastante profunda y me recorre el cuerpo. Otro ataque de dolor hace que pegue un grito y arquee la espalda para luego desplomarme en el suelo.

-Shh... Te pondrás bien, aguanta. Conseguiremos ayuda...-dice Newt a mi lado con los ojos llenos de lágrimas.

-No Newt-le digo agarrándole de la manga- tenéis que salir de aquí. Tenéis que vivir. Prométeme que lo harás.

Newt niega con la cabeza mientras las lágrimas corren por sus mejillas.

-Newt, promételo.

-Te lo prometo-dice entre sollozos.

Otro dolor punzante atraviesa mi cuerpo y siento que es la hora. Dirijo una sonrisa a todos, y, todo se vuelve negro.

Narra Minho

___ cierra los ojos mientras suelta un último suspiro y su cuerpo queda inerte. Newt empieza a llorar más alto y por primera vez en mucho tiempo, también yo estoy llorando. No entiendo porqué no se ha curado. No entiendo nada.

De repente, una voz suena a nuestras espaldas.

-Esto es todo culpa tuya, Thomas. Si no hubieras estado tan convencido de salir, ahora ___ estaría viva.

Nos tiramos y vemos que es Gally. Lleva una pistola en la mano y apunta al pecho de Thomas.

-Gally, tranquilo, ¿Vale? Hemos salido, estamos a salvo. Ya no hay más peligro.

-¿¡A salvo?! ¿¡Crees que estamos a salvo?!

Le quita el seguro a la pistola y su mano empieza a temblar un poco.

-Tengo que matarte, Thomas...- luego, dispara. Al mismo tiempo, yo le tiro una lanza al pecho y Gally cae en el suelo, inmóvil.

-Thomas....-nos giramos y vemos que ha sido Chuck quien a recibido el disparo.

Thomas se arrodilla junto a él y le pide que aguante, sin embargo, el tiro ha sido suficiente para que Chuck deje de respirar y con una sonrisa en los labios, se vaya para siempre.

De repente, una puerta se abre y entran un montón de soldados.

- Venid con nosotros, tranquilos, ahora ya estáis a salvo.

Soy de los primeros en irme, junto con Newt. Miramos una última vez el cuerpo inerte de ___ y nos vamos. Entramos en un autobús escolar, y tan pronto yo como se pone en marcha, echamos un vistazo a los muros que se levantan imponentes y fueron lugar donde vivimos durante tres años.

Por un momento me parece haber oído un aullido, pero, de repente, desecho la idea. Ella está muerta. Y ha muerto por salvarme la vida.

Misión: Laberinto [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora