Misión: Laberinto [COMPLETA]

Experimento con éxito

Narra ___

Llevamos varios meses aquí, haciendo pruebas, entrenándonos. Gally fue enviado al Laberinto hace exactamente dos meses, apenas nos dio tiempo a despedirnos, pero sé que se sabrá cuidar solo. No conozco al resto de los chicos, solo a las chicas y a parte de Sonya y Harriet, no tengo más amigos. Nos entrenan por separado así que a Gally y a Chuck no los puedo ver muy a menudo.

Estoy caminando por un pasillo, acabo de salir de las duchas, de repente Chuck viene corriendo hacia mi, parece agitado.

-¡___! ¡Me van a enviar hoy!¡ME VAN A LLEVAR HOY! -decía con lagrimas.

-Eh, eh. Chucky, tranquilo-le dije con voz calmada mientras le abrazaba- Tranquilo, recuerda que no vas a estar solo, y que no vas a olvidar. Gally estará allí y no te dejará solo.

-Lo sé, pero y si algo sale mal, ¿y si el chip que nos pusieron se desactiva y se me olvida todo?¿Y si lo detectan he intentan matarme cuando estoy allí?¿Y si os olvido a ti y a Gally y a la misión?¡NO QUIERO OLVIDAR!

-Chuck, mírame -alza la cabeza y me mira- no va a pasar nada malo, ¿vale? Nos volveremos a ver y no olvidarás nada. Lo prometo. Todo va a salir bien.

-No quiero dejarte. ¿Qué vamos a hacer si nos venimos abajo? No te tendremos a ti para poder seguir...

-Chuck, recuerda siempre que yo siempre voy a estar ahí, eres muy inteligente, mucho más que toda la gente que está aquí. Cuando estés triste intenta recordar los buenos tiempos en el campamento y no dejes que Gally se deprima, y cuidaos mutuamente -más tranquilo asiente- Dile a Gally que lo echo de menos. Y dile por favor que no haga esa horripilante bebida suya -Chuck se ríe y asiente.

Le abrazo y algunas lágrimas caen de mis mejillas, tal vez no nos volvamos a ver en meses o en un año o dos, y, aunque no lo digo, no sé como voy a seguir si ellos no están.

-SEÑORITO CHUCK, PRESÉNTESE EN LA SALA DE CONTROL DENTRO DE DIEZ MINUTOS PARA SER ENVIADO CON SU GRUPO -se escucha por los altavoces

-No quiero, no quiero....-ha vuelto a empezar a llorar, y yo también

-Chuck, tienes que ir yendo, a Paige no le gustará que llegues tarde. No llores, recuerda que no vas a estar solo, Gally te estará esperando -le digo mientras le abrazo.

-Te voy a echar muchísimo de menos.

-Yo también Chuck, yo también.

Veo como se aleja y vuelvo a mi habitación.. Mis amigos se han ido a lo que podría ser su muerte y yo no voy a estar con ellos. Ahora estoy sola.

Unas horas  después el altavoz reclama que vaya al despacho de Paige. Odio a esta señora. Hace que es una santa pero en realidad es una falsa. Yo creo que si no fuera porque la controlan un poco, nos mandaría a matarnos entre todos, como en un libro que leí hace tiempo, como se llamaba....los...¿juegos del hambre? Sí, eso, Los Juegos del Hambre. Un libro verdaderamente bueno la verdad.

Cuando llego a su puerta ya no queda rastro de las lágrimas de hace unas horas, si Paige supiera que Chuck me vino a decir que se iba, me daría una bronca y me castigaría. 

Toco unas cuantas veces suavemente con los nudillos su puerta y oigo como me dice que pase. El solo hecho de escuchar su voz me hace querer escapar, o insultarla o simplemente darle un puñetazo. Falsa.

-¿Quería verme ministra? - digo con la mejor voz de niña buena que puedo poner.

-Sí, ___ querida, siéntate.-dice mientras me indica una silla con la mano- Quería decirte que hemos estado revisando tu ADN y hemos visto que eres especial, más que los otros chicos que están contigo, tu ADN tiene.... espacio, por así decirlo, para otro.