c e r o

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—No tienes que casarte con él inmediatamente —dijo su madre, tratando de convencerlo por quinta vez esa semana.

—¡¿No inmediatamente!? —repitió Minki, escandalizado— ¡¿Debería esperar un año por las buenas costumbres?! ¡¿o qué?!

—No tienes que casarte con él —corrigió la mujer pacientemente —sólo tienes que ir y ganar tiempo para que la familia te tome cariño y el señor Kim invierta con nosotros.

—Eso implica vivir con él y actuar como su prometida por no sé cuánto tiempo —protestó Minki.

—¡Bueno, tú hermana ya no está y dadas las circunstancias, es lo menos que puedes hacer por esta familia! —replicó su madre, ya en el límite de su paciencia.

Minki frunció el ceño y permaneció en silencio, tratando de tragar el nudo que comenzaba a formarse en su garganta.

Dos años atrás, cuando las acciones del conglomerado tenían la tasa más alta del mercado, los padres de Minki habían arreglado el matrimonio de su hija mayor con el primogénito de una de las familias mejor acomodadas y más importantes de Corea del Sur, la unión de las dos familias traería incontables beneficios para sus negocios, así como para la economía de ambos países.

La familia Choi se había mudado a Taipéi, Taiwán, cuando el menor de sus hijos tenía apenas un año de edad; el señor Choi, un hombre inteligente y emprendedor, había trabajado día y noche para convertir su pequeño negocio de electrónicos en la empresa número uno en el mercado de ese país, estableciendo las conexiones y relaciones adecuadas.

Y gracias al trato que había acordado con la familia Kim, podría extender su negocio hasta Corea del sur, su propio y amado país.

Sin embargo una serie de circunstancias desafortunadas llevó a la familia Choi a perder a su hija mayor, suceso que hasta la fecha Minki seguía lamentando.

Pero el pacto estaba sellado y dos años después, cuando la competencia empezó a hacerse más fuerte y las acciones de su empresa comenzaron a caer en picada, el señor Choi tuvo que tomar una drástica decisión, intentando por todos los medios acelerar el compromiso y la unión de ambas marcas; ya no tenía una hija, pero tenía un hijo precioso que fácilmente podría pasar por mujer con la ropa y maquillaje adecuados.

—No quiero hacerlo mamá —dijo Minki ya más calmado, intentando razonar con la mujer —, ni si quiera lo conozco... ¿Qué tal si es un viejo asqueroso?

—Tiene tu edad y es de hecho bastante atractivo —dijo su madre, arrastrándolo con ella al sofá.

Lo obligó a sentarse junto a ella y sacó de su bolso un sobre blanco que contenía tres fotografías que colocó con cuidado sobre la mesa de café.

En ellas se veía a un chico joven, aparentemente de su edad, usaba un traje azul oscuro y una corbata de moño, no era especialmente alto, delgado, buenas proporciones, tenía una bonita sonrisa y lucía inocente, aunque se veía algo tieso e incómodo en las fotos; pero no era suficiente para ser el prometido de Choi Minki, ni aunque fuera de mentiras.

—Parece uno de esos cerebritos sin vida social.

—Es un chico inteligente, fue educado en casa con los mejores profesores particulares hasta la secundaria; es fluido en japonés y también tiene un buen nivel de chino e inglés, obtuvo el puntaje más alto de su generación en el examen de ingreso a la universidad y será un graduado de SKY* el próximo semestre —Minki miraba las fotografías con indiferencia mientras su progenitora continuaba alegando cuan perfecto y buen partido era ese tal Kim Jonghyun—, además toca el piano y el clarinete, es aficionado de la cocina y uno de sus pasatiempos es la jardinería, incluso se encarga él mismo del invernadero que es propiedad de los Kim a las afueras de Gangwon-do.

—Si tanto te gusta ve y cásate tú con él.

—Minki... —dijo la mujer con cansancio.

—Mamá... —habló el menor imitando su tono.

—Seis meses —insistió ella—, sólo tienes que hacerte pasar por una chica seis meses y luego puedes volver aquí y seguir con tu vida.

Minki no dijo nada.

—Sabes que estamos pasando por un momento difícil cariño, no te pediríamos algo así si no fuera realmente necesario.

El silencio continuó.

—Está bien —habló Minki al fin, después de un largo silencio en el que meditaba su respuesta—, acepto.


c o n t i n u a r á 🔜


【🍑】

SKY* Seoul, Korea, Yonsei; las tres universidades más prestigiosas en Corea del sur.

No tiene nada que ver con el fic, pero vean Sky Castle si no lo han hecho, el drama muestra lo ridículamente competitivos que son los estudiantes y la presión que sufren para entrar en una "buena" universidad, con algo de romance, suspenso y mucho drama de por medio, lo super recomiendo. 

—Peach

Forgive me, I love you [NU'EST] 《JRen》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora