q u i n c e

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Se apartó de sus brazos en cuanto la luz roja de emergencia iluminó el cubículo del ascensor.

—L-lo siento —Minki murmuró.

—No te preocupes —Jonghyun se aclaró la garganta y aflojó su corbata.

La pequeña pantalla en el ascensor indicaba que estaban en el sótano 2, el último nivel del estacionamiento, y aunque lo intentó presionando el botón con histeria, las puertas del ascensor no se abrieron.

—Maldita sea —farfulló—, le dije a Kyul que había que darle mantenimiento a este jodido ascensor.

Mientas Jonghyun maldecía, Minki intentaba en vano llamar a la oficina de seguridad, estaban en un nivel tan bajo que la señal de los teléfonos era muy débil.

Resignado, se recargó contra una de las paredes del ascensor, y se deslizó hasta el suelo.

—El guardia no responde —dijo—, tampoco Kyul.

Jonghyun lo miró desde arriba, el menor estaba sentado casi hecho un ovillo en la esquina del ascensor.

Suspirando, Kim dejó de golpear el botón de emergencia y se sentó en la otra esquina del ascensor, el metro y medio que lo separaba de Minki no era suficiente para aliviar la incomodidad en el ambiente.

El rubio no pudo evitar bostezar, y se abrazó a sí mismo al sentir el fresco de la madrugada, Jonghyun lo notó y se quitó la chaqueta de traje azul navío hecha a la medida para casi lanzársela a la cara sin decir nada, Minki dudó, pero finalmente la tomó ya que tenia frío y su mente estaba agotada como para pensar demasiado.

El silencio reinaba entre ellos, y la tenue luz roja de emergencia no mejoraba la situación, titilaba de vez en cuando y hacía a Minki sentir que estaba a punto de vivir una escena de una película de terror.

—Duérmete —habló Jonghyun—, debes estar cansado, alguien vendrá a sacarnos por la mañana, no te preocupes.

Minki lo miró, sintió como si él entendiera exactamente lo que sentía y darse cuenta de eso le llenó el estómago de mariposas.

—No tengo sueño —farfulló.

Tenía sueño, pero estaba nervioso y asustado, Jonghyun podía decirlo por la mirada en sus ojos y la forma en la que retorcía el dobladillo de su chaqueta entre sus dedos.

—¿Quieres jugar? —ofreció acercándose un poco y tendiéndole su teléfono móvil.

—No sabía que te gustaban los videojuegos —dijo Minki tomando el móvil en sus manos.

—Hay mucho que no sabes de mi —respondió Jonghyun con cierto pesar—, supongo que nunca llegamos a conocernos en realidad.

Minki levantó la mirada de la pantalla, solo para encontrarse con el rostro imperturbable de Jonghyun, lo miraba como si nada después de haber dicho esas palabras que se sintieron como una puñalada.

—¿Qué? —preguntó confundido, había soltado aquello sin pensar.

—Yo...

Minki no sabía qué decir, no iba al caso disculparse de nuevo ¿o debería hacerlo?

Habían pasado años, y durante todo ese tiempo no habían tenido nunca una conversación real.

—Ah, maldición —exclamó Jonghyun cuando el ícono de batería baja apareció en la pantalla de su teléfono.

Minkí apagó la pantalla y se lo devolvió.

—Lo siento —dijo—, no tengo ningún juego en el mío, pero podemos escuchar algo de música para matar el tiempo.

Sacó su móvil de su bolsillo junto con los auriculares, Jonghyun tuvo que acercarse un poco más cuando Minki hizo ademan de colocarle uno, y luego navegó por su playlist de canciones favoritas.


'Wake me' de Bleachers comenzó a sonar, mientras Minki movía sus dedos al ritmo de la canción.

Jonhyun no pudo evitar sonreír.

—Es una buena canción, ¿cierto? —Minki comentó— descubrí esa banda mientras estaba de compras, tenían una de sus canciones en una tienda y cuando fui a pagar le pregunté a la vendedora qué canción era —dijo alegremente.

El conflicto interno se desató cuando Minki lo miró esperando una respuesta, sonriendo y con los ojos brillantes de alegría, como cada vez que hablaba de algo que le gustaba.

A pesar de la hora, del sueño que tenía y de lo cansado que estaba, Choi Minki nunca dejaba de brillar, y su brillo lo fulminaba. Su lado egoísta se sentía tan molesto de verlo así, tan feliz, tan como sí nada, como si no hubiese pasado los últimos años extrañándolo tal como él había hecho.

Pero, al mismo tiempo, su sonrisa reconfortaba su corazón, le hacía sentir cálido y tenía tantas, tantas ganas de abrazarlo, de sentirlo cerca, de aspirar su perfume otra vez, de acariciar su cabello, su rostro, sentir la suavidad de su piel en sus dedos.

El corazón de Minki dio un salto cuando sus ojos se encontraron, la mirada de Jonghyun era tan intensa, que hizo que las mariposas de su estómago revolotearan furiosas alrededor, haciéndolo sentir mareado y sediento.

La corta distancia que los separaba terminó por extinguirse cuando Minki se acercó, lento y cauteloso, sin apartar la mirada del otro, incapaz de descifrarla.

Cuando se dio cuenta, se encontraban ya respirando el aliento del otro, el corazón le retumbaba en los oídos y comenzaba a sudar.

Sus narices se rozaban, Jonghyun lo seguía mirando de la misma forma, no hizo ademán de acercarse, pero tampoco se apartó, y Minki se sentía en ese momento tan ansioso de tenerlo que se prohibió a si mismo pensar en las consecuencias.

Terminó con los escasos milímetros que los separaban y Jonghyun cerró los ojos, pero, en lugar de corresponderle, se aparto de inmediato en cuanto sus labios se tocaron.

Minki lo miró con confusión, la misma confusión que los ojos de Jonghyun revelaban.

No hubo tiempo de decir nada, las puertas del ascensor se abrieron y ambos se apartaron el uno del otro a la velocidad de la luz.

—Señor Kim —el guardia de seguridad rompió el incómodo silencio—, le llamé para avisar que el técnico estaba aquí, pero la llamada se dirigió al buzón inmediatamente.

—Ah, si —dijo Jonghyun, levantándose torpemente del suelo del ascensor—, me quedé sin batería.

Minki se levantó también, evitando el contacto visual con el hombre de mediana edad y su acompañante, presumiblemente el técnico.

—Dejaré que haga su trabajo —Jonghyun salió rápidamente del ascensor—. Nos vemos mañana —le dijo a Minki por encima del hombro.

Al día siguiente, Jonghyun no se presentó en la oficina.



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Forgive me, I love you [NU'EST] 《JRen》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora