Toda tu vida iba como debería... desde que perteneces a una familia por cierta cabra que te adopto.
Pero... ¿Por que sentías que algo faltaba en ti?
No entendías nada, pero sabias que todo cambiaría desde que conociste a cierto esqueleto...
Los per...
Una vez que entre, me dirigí a la oficina de mamá, ahí estaría toda la información sobre los pacientes del lugar y de las rotaciones que haría. Verán, tendré que ir a diferentes áreas del lugar en ese año por lo que tenía que ver como seria distribuido, y ver los pacientes que me tocaría ver y con qué doctor estaría, ya que será mi mentor. Tome uno de los papeles y vi el nombre de mi mentor.
- Doctor W.D. Gaster, mmm... ¿Me pregunto cómo será?
Decidí continuar con mi trabajo y acomodar todo el papeleo que tenía, para mi suerte termine temprano, pero realmente no quería volver a casa por lo que pensé darle la visita a Sans... Sé que tenía que esperar a mi madre, pero más castigada no puedo estar. Me dirigí primero al piso de cafetería y compre unos pastelillos que tenían y continúe mi camino al 4° piso. El lugar se veía igual de tétrico y solitario, solo que esta vez por lo menos se veía un alma, era una enfermera que estaba en el cubículo de recepción del piso, un monstruo tipo babosa con solo extremidades superiores (o sea solo tenía brazos y lo demás era cuerpo de babosa), tenía unos lentes un tanto anticuados, puntiagudos y un poco graciosos, un lunar debajo de su labio por su lado derecho y todo rostro denotaba odio por el mundo. En su gafete decía "Enfermera Roz".
- ¿Qué quieres?
- Em... Hola, mi nombre es __ Dreemurr y ...
- ¿Y? Así que eres la hija de la doctora Dreemurr y que ocasiono el alboroto de ayer ocasionando que se hiciera mucho papeleo, el cual no ordenaste niña, eres molesta.
- Lo siento, una disculpa – Comencé a decir nerviosa moviendo mi cabeza y torso de arriba abajo, esa enfermera sí que daba miedo.
- En fin, sé que tienes el permiso de pasar así que vete ya.
Continúe rápido mi camino sin antes escucharla
- Y cuidadito niña, CUUUUIIIIDAAADIIIITOOO.
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¿Por qué siento que escuchare eso muy a menudo?... Continúe con mi camino, hasta dar con la última habitación. Me detuve y pensé un poco antes de abrirla, realmente esperaba que hoy Sans tuviese un buen comportamiento, y esta vez no abriría esa puerta. ¡Seré Profesional!
Una vez que entre a la habitación pude ver que Sans estaba sentado en su cama moviendo sus pies al aire, con una sonrisa más que sincera, cuando volteo a ver el cristal y se percató de mi presencia, corrió al cristal como la última vez, terminando en el golpe con el cristal
- ¡__! – Dijo muy entusiasmado y con una enorme sonrisa en su rostro -. Sabía que regresarías, te vi por la ventana y me preocupe... - Su rostro se tornó serio-. ¿Por qué tardaste en visitarme?
Me dirigí al intercomunicador.
- Perdona, tenía que trabajar en unas cosas antes de venir.
