Abrió los ojos y lo primero que vio fue la cara Hyun Joong, dormido profundamente, muy cerca de ella.
-¡aquí dormiste! –reprimió una sonrisita al pensar en ello, trato de alejarse, pero noto que una mano de él estaba sobre su cintura. Abrió la boca sorprendida, no se le antojo moverlo y se quedó quieta mirándolo.
-¿Sabes qué me gustas mucho? –pensaba viéndolo embelesada –no, no lo sabes... me gustan tus pestañitas, tus ojos. La bolsita debajo de tus ojos cuando me miras serio... eso que... ¿no es un defecto? Bueno, en ti no...¡que guapo eres bicho! pero, es que hasta despeinado como estas, pareces sacado de una revista –retiro con cuidado un mechón que tenía en su frente, sus ojos se quedaron en su boca entreabierta y el corazón se empezó a acelerar, recordando que ya los había probado sus labios –suspiro y añadió –¡me muero por un beso! –el abrió los ojos de golpe, se talló los ojos tratando de enfocarla; la vio adormilado, lo único que se le ocurrió al verlo fue pasarse las mantas hasta por encima de su cabeza.
-¡no me escuchó... no lo dije en voz alta!... ¿o sí?.... idiota! ¡tonta! –sintió movimiento y más se aferró a las mantas cerrando los ojos.
-¿Qué hace? ¿Qué está haciendo?... ¡trágame tierra! –se estaba metiendo a su refugio.
Abrió los ojos cuando lo sintió que se colocaba prácticamente sobre ella, estaba oscuro apenas se colaba una lucecita en su escondite.
-¿Por qué me despiertas pidiéndome un beso y después te escondes? –preguntó travieso, aun con la poca luz podía distinguir sus labios acorazonados y el brillo de sus ojos, el ritmo de su respiración le indicaba que estaba muy nerviosa, el también lo estaba, la había escuchado, y eso hizo que se despertará más que nunca el deseo que tenia de besarla, sin policías, ni familia interrumpiendo.
-yo... yo no te ppedi nnada –apenas pudo decir bajando las mantas, necesitaba aire.
-¿Qué no?... Claramente te escuche –Beth no le conocía esa mirada, sus ojos tenían un brillo diferente, le parecían más oscuros, la miraba detenidamente con una sonrisa divertida, hasta que sus ojos se quedaron fijos en sus labios; de repente empezó a sentir como su temperatura subía desde su vientre hasta su cara, era como si de pronto su corazón se le quisiera salir, pero, sus mismos latidos no la dejaban darse cuenta que también eran los latidos de él los que sentía.
-¡yo también muero por volver a besarte!–alcanzo una de las mantas y la paso sobre ellos de nuevo, sintió como toda su piel se erizaba al escucharlo, bajo la vista a sus labios deseándolos.
Se estremeció completa cuando sus labios se tocaron, él pronto se dejó llevar por todas esas emociones que ella despertaba en él, y que hacía tiempo las estaba conteniendo. Tan pronto como la punta de su lengua busco como entrar a su boca, Beth se lo permitió, sintiéndolo tan dulce, jamás había sido besada de esa manera, se atrevió a morder suavemente su labio inferior, lo escucho gruñir bajito complacido, el hizo lo mismo con el suyo.
Llevo sus manos a su pelo, que tantas veces le dieron ganas de despeinar, para después acariciar su cara, estaba perdida en sensaciones, aun así fue muy consiente cuando una mano caliente toco su piel por debajo de la pijama, su respiración se hizo más agitada al sentirla subir por sus costillas, mientras él dejaba sus labios y empezaba a bajar por su cuello, se sintió muy nerviosa, nunca había sentido lo que estaba sintiendo, lo agarro del pelo.
-¿Hyun?... ¡Hyun! –el parecía no escuchar, estaba entretenido ya con unos de sus pechos, le jalo el pelo más fuerte -¡Hyun! –él se separó con la respiración agitada y los labios rojos, por un momento a Beth se le olvido lo que le iba a decir, era tan sexy ver su expresión, que por un momento se quedó sin aliento, se recompuso rápido y tragó saliva, tenía la necesidad de informar.
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Mi Hermosa
FanfictionEl creyó que su amor adolescente era cosa del pasado; hasta que ella regreso a alterar su vida perfecta.