capitulo 35

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Pasaron los últimos días de vivir en Los Ángeles, había estado nerviosa por las audiciones, tenía un mundo desconocido enfrente, estaba a punto de enfrentarse con sus sueños.

Había dejado atrás el pánico a quedarse en la oscuridad y las horribles pesadillas ya no eran tan frecuentes, aunque igual le daban terror, lo hermoso que estaba dentro de ella, parecía que poco a poco había empezado a borrar todos esos recuerdos dolorosos, pensaba que era un buen comienzo.

Le hizo una llamada a Samanta antes de irse.

-Sam, ya estoy yendo rumbo al aeropuerto, estoy tan nerviosa.

-Beth, te va a ir muy bien, te has preparado mucho

-¿Cómo están todos?

-todo normal, mis papás ya están preparando viaje, me voy a quedar sola... ya que ni Ji Sub vive aquí.

-Samanta, no me gusta oírte decaída...

-Tendré que presionar a Woo Bin, yo no puedo vivir así ya... si se espanta por lo que voy hacer, de una vez que se vaya.

-¿Qué vas hacer?

-¡le voy a pedir matrimonio!

-¿Qué? ¡Samanta!

-si Beth, me ve que vivo prácticamente sola, él vive solo... ¿no se le ocurre que ya podríamos estar casados?... yo no voy a esperar a que a él se le ocurra la gran idea.

-¡ay Samanta!... eres única...

-el atarantado de mi primo... ¿ya dio señales de vida de nuevo?

-desde que se fue a Nueva York no hemos vuelto hablar... ¡pero me manda un mensaje todos los días!

-¿y qué clase de mensaje? –pregunto entusiasmada

-"Te amo"

-¿eso nada más?

-eso nada más, todas las noches... quiero poder confiar al cien por ciento en todos los aspectos... ¡como ya quisiera poder platicarte tantas cosas!...

-¡pues aquí estoy!

-no... aun no

-Beth... ¿Qué te traes? Andas muy misteriosa.

-No te preocupes, pronto lo sabrás... te tengo que colgar ya estoy llegando... Salúdame a todos, diles que los quiero.

-Adiós amiga... mucha suerte, me hablas cuando te instales

-Claro, besos.

El vuelo le pareció muy pesado, ahí la estaba esperando Alex, él era el administrador del edificio de apartamentos y otro edificio que rentaban para oficinas, son los dos negocios que sus tíos le habían heredado en Nueva York.

-Gracias por acompañarme Alex.

-cualquier cosa ... estoy a tus ordenes

-gracias... espero no necesitar nada –volteo de reojo a la puerta de enfrente, que es donde ella quería vivir

-señorita... si quiere podemos cancelar el contrato de la persona que vive ahí, para que usted se instale.

-no, sería muy grosero de mi parte... es difícil encontrar apartamentos en esta área... no.

-ok, como usted diga –aceptó el administrador sonriéndole,

-Alex me gustaría contar con un local disponible, si no es uno de los que me dejaron mis tíos, rentar uno.

Mi HermosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora