El tan esperado día había llegado, ¿una boda?, no, ¿un aniversario?, no, ¿un concurso?, sí, el concurso de los diez D.P.
Samantha junto a su padre, Dylan, se encontraba en aquellas instalaciones, rodeada de competidores, sumamente atractivos se debía aclarar, o al menos siete de ellos y dos mujeres.
—¿Estas nerviosa? —inquirió su padre, era claro que no le agradaba la idea de que compitiera su pequeña, mucho menos cuando le dijeron que la temática del concurso había cambiado
—¿Crees que soy un monstruo? —la pregunta salió disparada, aún así no se arrepintió
—¿De que hablas pequeña?
Permaneció unos segundos en silencio para por fin mirarlo a la cara.
—No has respondido a mi pregunta, ¿crees que soy un monstruo?
Había dolor en ella, pero no permitió que su padre lo viera, en cambió una mirada inexpresiva se reflejaba.
Por alguna razón las palabras se atascaron en la garganta de Dylan, ¿creía a su pequeña un monstruo?, quería decir que no, que estaba equivocada pero no pudo.
Samantha sonrió sin emoción alguna, su padre pensaba que era un monstruo, la mejor noticia que podía recibir, sin mamá y en ese momento sin papa.
—¡Bienvenidos! —la voz del presentador se hizo presente —¡El concurso anual de la mejor creación comienza ahora!
<<la mejor creación>>
Pensó con burla Samantha, los trataban como una maquina y ellos se dejaban. Todos salieron para colocarse detrás de aquel cristal a prueba de balas, solo quedaron los diez competidores.
Las luces para ellos se apagaron, no se escuchaba ni el mínimo ruido, Samantha caminó con delicadeza, podía haber una trampa en el pisó o alguien esperando atacar.
Sin embargo solo el grito de un chico se escucho, inspeccionaban su al rededor, nada, Samantha puso a lo lejos escuchar el caer del pie al caminar, las luces se encendieron, una reja rodeaba el lugar, una chica corrió con intenciones de saltar la reja pero Samantha fue más rápida para evitarlo.
Su intención era evitar que saliera, pero al ver la reja se dio cuenta que había evitado una muerte, una fuerte descarga acabaría con la chica.
Un hombre vestido de negro apareció, su presencia dejo a todos estáticos, una mascara que cubría su cara dejando solo sus ojos descubiertos, un color rojo los cubría.
Un chico tomo la iniciativa de atacar, mala idea, con solo un movimiento de brazo lo lanzo hasta la reja, antes de tocarla Samantha corrió para interponerse, ambos cayeron al piso.
Al levantar la vista el hombre estaba delante de ella, la tomo del cuello y como si de una pluma se tratar la levanto hasta que su cuerpo quedo en el aire, su respiración se atascó, el agarre era firme, lo suficiente para hacer que en segundos dejara de respirar.
En un intento de ayuda, un chico lo golpeo por la espalda, no logró moverlo ni un centímetro, pero si logro que la soltara, el cuerpo de Samantha convulsionaba en la reja, las descargas eran más de lo que su cuerpo podía soportar, la electricidad se negaba a liberarla.
Al mirar su alrededor se dio cuenta que todos se encontraban en la misma situación que ella, los cuerpos de todos estaban débiles y pronto la muerte les llegarían.
Sus músculos se contraían sin su consentimiento, estaba segura que era hora de usar sus habilidades, adrenalina llegó a su cuerpo, logro separarse de la reja y calló de rodillas al frío piso, el hombre que hasta ese momento se encontraba de frente al cristal en espera de ordenes, se giro, se acerco y tomo por el brazo a Samantha, sin piedad la arrojo al otro lado.
Samantha quedo viendo el techo, cerro sus ojos, al sentir los pasos del hombre lo abrió, se tornaron de un color intenso, de nuevo el hombre la levanto en el aire, Samantha tomo la mano de su cuello y la quitó sin esfuerzo, una vez sus pies en el piso dio una patada al estomago del hombre, tanta fue la fuerza que lo empujo cerca de la reja, corrió hasta lanzarse y pegarlo a esta.
La electricidad atravesaba ambos cuerpos, ninguno separo la mirada, los hombres detrás del cristal miraban asombrados tal escena, ¿como después de una descarga podía permanecer todavía con suficiente fuerza para mantener el cuerpo en la reja?
—No eres el único monstruo aquí—dijo Samantha al oído del hombre
Las luces parpadearon y la electricidad de la reja paro, sus ojos volvieron a su azul normal y bajo del hombre, este aún con los ojos abiertos calló al suelo.
—¡D.P1 gana la primera prueba!
¿Ganado?, Samantha se negaba a creerlo, ¿gano por el hecho de matar a una persona inocente?, una persona que controlaban, sin duda quien hiciera esa concurso esta enfermo de la cabeza, estaba de todos los lados menos la ley.
Todos los participantes que habían permanecido inconsciente se acercaron a sus tutores, Samantha se acerco a su padre.
—Pequeña, fue muy peligroso eso
—¿Por qué te preocupas?, después de todo soy un monstruo
Era de noche, los participantes tendrían que quedarse en las instalaciones, por ese motivo, Samantha se encontraba en una habitación pequeña, entro en la ducha y dejo que todo lo sucedido durante el día se fuera con el agua, seco su cuerpo y su cabellos, se vistió solo con ropa interior y una playera de su hermano Sebastián.
Una bandeja de comida se encontraba sobre su cama, era el colmo, parecía prisionera, nunca quiso desde hace un año cuando se entero del concurso ser parte de el, pero, su orgullo era grande para permitir que tomaran represarías contra su familia.
Sin apetito boto la comida en el pequeño contenedor del baño, estaba en su cama tratando de conciliar el sueño sin éxito, unos ruidos provenientes del otro lado de la puerta la puso alerta, tomo su arma y espero detrás de ella, esta se abrió y entro una figura masculina.
—Sam —susurro la que para ella era la voz de Luke
—¿Qué haces aquí?, pueden matarte
—Tenia que decirte algo —se acerco a ella, su rostros apenas separados por unos centímetros —me gustas O'Connor, desde que te vi te metiste en mi maldito corazón
—Luke —susurro
Los ojos de Samantha se cerraron, pudo sentir la respiración de Luke cerca de su oído erizando su piel.
—Yo puedo hacer que todas esas marcas se borren… solo permiteme hacerlo —susurro mientras miraba a detalle toda facción de su rostro deteniendose en sus ojos cerrados y descendiendo a sus labios para terminar besándola con tanta delicadeza por miedo a lastimarla
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Traición [Trilogía T. 1] ✅
Science Fiction"Los protegeré. Aun cuándo todos me odien" Samantha O'Connor es una traidora. Samantha O'Connor es una asesina. Samantha O'Connor es una criminal. Samantha O'Connor es un ser despreciable. Todos vieron sus crimines, la desonra que provocó a su famil...