Capítulo 21✅

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Todos eran abrazados por diferente personas, un amigo, un familiar o simplemente alguien de su pasado. Esa era su prueba, saber diferenciar la realidad de un recuerdo, un sueño o en ese caso de un holograma.

El gas hacía que la imagen de aquella persona que no estaba a su lado saliera a la luz, engañarlos era el objetivo. Cualquier en esa situación lo menos que querría era alejar a esa persona que amaba y por el momento o nunca estaría con ellos.

Todo parecía tan real, podían abrazar a esas personas provenientes de sus recuerdos. El público miraba atónito aquella escena, estaban sorprendidos por tal prueba.

¿Cuál era el motivo para cambiar la tradición del concurso?, solo aquellos hombres lo sabían, todos sabían de la existencia de Samantha, una persona increíble con poder inimaginable e inigualable, querían tenerla de su parte, pero primero debían comprobar todo lo que se decía.

Samantha por otra parte veía con adoración a su madre, todo se sentía tan jodidamente real, aunque, en el fondo sabía que no era así, no era tan tonta como para olvidar el detalle de las cámaras y aquellos diminutos pero obvios agujeros que había en la esquina de la habitación. Si se la pasara creyendo en todo y todos estaría muerta, aún sabiendo que era solo una ilusión se permitió disfrutar del momento.

—Alejate Samantha —palabras provenientes de su madre, la miro por unos segundos desconcertada, llego a la conclusión que no eran palabras de esa persona sino una advertencia por parte de sus sentidos utilizando el único medio a su alcance

Estaba segura que estar conviviendo con  recuerdos no seria la única prueba, miro a sus compañeros, todos charlando con un holograma, miro al cristal topándose con la mirada curiosa de los hombres. Les sonrió y el color de sus ojos se torno intenso, pronto todas aquellas cámaras y las maquinas que filtraban el gas estallaron en pedazos deteniendo la prueba.

—No soy tan fácil de engañar

Todos los participantes miraban su alrededor al escuchar pequeños murmullos seguidos por lamentos, Samantha miro directo a un lugar cubierto por la oscuridad, sin previo aviso salio volando hasta atravesar la ventana donde se encontraban todas las personas.

Se levanto cuando aquella mujer salto quedando frente a ella, sus ojos de un color rojo la miraban con cautela como si tratara de reconocerla, cerro sus ojos por segundos para al abrirlos quedaran de un color café que inmediatamente cambio de nuevo a ese rojo, una sonrisa apareció y volvió a golpearla haciéndola que perdiera por unos segundos el aire.

Sebastián quiso ayudar pero su padre lo impidió, aún cuando les doliera no podían interferir, miro a su hermana y ese sentimiento de dolor apareció al ver como la mujer la acorralaba contra la pared y apretaba su cuello sin piedad y una clara idea de matarla.

Samantha sabía que debía defenderse, pero sus principios no la dejaban matar a aquella chica frente a ella, pero la Samantha salvaje si, sus ojos se tornaron de un rojo intenso igual a los de la mujer, tomo la mano que sostenía su cuello y lo quito para terminar lanzando a la chica por la misma ventana que ella atravesó, antes de que llegara al piso salto y como si de cámara lenta se tratara, quebró su cuello en el aire.

Al sus pies tocar el piso miro a los otros participantes, la mayoría de ellos tirados en el piso sin vida y eso la lastimo, miro a una de sus compañeras luchando por salir del agarre de aquel hombre, sin pensarlo corrió donde ella y de un movimiento brusco golpeó al hombre haciendo que atravesara la pared de concreto y camino hasta el, en ese momento no le importo que aquella gente caminado por la calle la señalara con terror, cuando el hombre se puso de pie ella volvió a golpear su pecho alejándolo donde más gente observaba.

—¡Samantha! —tampoco los gritos de su familia la hicieron volver a la realidad

Una mujer la tomo por la espalda y la lanzo donde el ventanal de una floreria, pequeños vidrios atravesaron su mejilla, los cuales no lograron hacerle ningún daño, tomo a la mujer y golpeó su cabeza en la ventana de un auto que se encontraba estacionado.

Su objetivo era el hombre, por ello una vez dejo inconsciente a la mujer volvió con el, este corría de nuevo al lugar del concurso, lo persiguió hasta alcanzarlo y golpeo contra el pavimento, observo una barilla sobresaliendo que logro sacar una sonrisa sádica.

—¡Basta, Samantha!

Miro a su costado, todos el publico observando. Su familia y amigos con miedo mezclado de asombro, por el contrario aquellos hombres sonreían complacidos con el resultado. Volvió su vista al hombre, sus ojos azules volvieron haciendo desparecer su sonrisa, remordimiento fue quien tomo posesión.

No se reconocio. ¿Ella hizo aquello?

Ese color rojo volvió a cubrirlos y esa sonrisa sádica se formó de nuevo en su rostro, lo merecía, se repitió. Coloco la cabeza en la varilla y con su pie empujó hasta ver como esa varilla lo atravesó, la sangre esparciéndose aumentó su sonrisa.

Joder.

Se sentía nueva, ese sentimiento de satisfacción la hizo dar cuenta que su vida no era simplemente proteger a los suyos, también era hacer aquello que le gustara, y en ese momento frente aquel cuerpo hecho mierda, supo que su vocación seria matar, ahora tenía una razón sólida para volver con Daniel.

Traición [Trilogía T. 1] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora