Capítulo 13

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ENOJO

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ENOJO


Narra Kyara:

Manejaba de regreso a la mansión, pensaba en como iba a empezar mi plan para poner celoso a James. Tenía varias ideas, pero ninguna elegida hasta ahora. Aparco, frente a la casa, bajo tomando mi abrigo y camino hasta la puerta, saco las llaves y abro.

Todo está en silencio, camino despacio hasta mi habitación tratando de no hacer ruido. Cuando llego a esta, abro la puerta y cuando estoy por cerrarla, la luz se enciende haciéndome sobresaltar. Me giro y veo a James serio, sentado en mi cama. Resoplo, termino de cerrar la puerta y dejo el abrigo sobre una de los sofás de la habitación.

-¿Dónde estabas?-Me dice serio. Lo ignoro y camino hasta el baño para lavarme las manos y el rostro.-¡No puedo creerlo! ¿Encima tu eres la que se enoja?-Me dice sin poder creérselo.-

Lo sigo ignorado, salgo del baño, camino hasta el armario y saco un pijama para colocármelo. Comienzo a cambiarme frente a él, no me da vergüenza, llámenme presumida, pero tengo un buen cuerpo. Además él es quien está en mi habitación. Cuando voy a acostarme, James se pone de pie y me toma del brazo bruscamente.

-¿¡Qué te pasa Animal!?-Le digo tratando de zafarme de su agarre, pero este lo intensifica.-

-¿¡Qué me pasa!? ¡Tengo un jodido dolor en mi miembro por tu maldita culpa!-Me dice cabreado.-

-¡Jodete! ¡Es tu culpa! ¡Por ser un maldito conmigo!-Le digo moviéndome para soltarme.-

-¿¡Mi culpa!?-Me dice incrédulo.-

-¡No te hagas, James! Aquí no eres la víctima. ¡Yo lo soy! ¡Solo te preocupas por tu maldita existencia! Mi padre me ha vendido a ti sin mi consentimiento, me obligas a casarme contigo, me insultas, me tratas como la mierda y demás cosas. ¡No te hagas el imbécil!-Le digo con lágrimas en los ojos. Este solo me mira.-

>Hay veces que pienso en denunciarte, pero de nada me sirve, terminaré muerta. Este es mi destino, estar a tu lado obligadamente o morir. Esa es mi vida desde ahora.-Le digo furiosa.-

-Pero al idiota de Liam no le dices eso.-Me dice serio, su mirada es fría.-

-No puedo contigo. ¡No cambies de tema! El problema aquí no es Liam o yo, eres tú. Tu maldita forma de ser, de doblegar a personas a su antojo.-Le digo, este me suelta de un empujón.-

-Tu eres mía. Para eso estás conmigo, dentro de poco serás mi esposa. Te tendrás que comportar como una.-Me dice entre dientes.-

-Jamás te haré caso. ¡Ah! Te informo que el martes. Qué es pasado mañana. Saldré con Liam. Ya que dices que tengo que avisarte.-Le digo, sentándome en la cama. Este se ríe sarcásticamente.-

-¿Quién te dio permiso para salir?-Me dice serio.-

-Pues yo. Creo que tendríamos que tener igualdades. Tu sales con tus mujeres, yo creo justo salir con Liam. Mira el lado bueno, es uno solo y no cientos.-Le digo simple. Acaba de empezar mi plan.-

-No saldrás.-Me dice gruñendo.-

-¿Quieres que me escape? Puedo hacerlo. ¿Prefieres que salga sin avisarte y no sepas donde estaré o saber mi paradero?-Le digo mirándolo.-

-Te he dado una orden.-Me dice gruñendo. Se está cabreando.-

-James, creo que quieres que me escape.-Le digo viendo mis uñas.-Creo que puedes salir a follarte a quien quieras, como compensación que yo saldré. ¡Anda! No me opondré.-Le digo con una sonrisa falsa. Decir esto me dolió.-

-No saldré con nadie y tu tampoco. ¡Te quedaras!-Me dice caminando hacia mí.-

-Querido, no entiendes. Saldré de todas formas. ¡Ahora vete! Tengo que pensar que me pondré para mi cita con Liam.-Le digo con una sonrisa coqueta. Este aprieta sus puños y gruñe. Lo empujo fuera de mi habitación. Este accede y sale de allí.-

Suspiro cuando cierro la puerta. No puedo con este hombre, nunca podemos tener una conversación decente, siempre discutimos. Se que hay veces que puedo ser yo la causante de las discusiones, pero yo no pedí esto. Yo estaba feliz, yendo a la universidad. Ahora estoy metida con un tío que es líder de una mafia rusa importante.

Cierro la puerta del armario, camino hasta mi cama y me acuesto. Lo de Liam era mentira, así que ahora voy a mandarle un mensaje para ver si quiere salir conmigo el martes.

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"Hola Liam. Soy Kyara."


"Hola Hermosa. ¿Cómo estás?"


"Muy bien. Quería preguntarte algo..."


"Dime, sin problemas."

"¿Quieres salir el martes a la tarde?"


"Claro. Solo dime donde."

"No lo sé. ¿Dónde irías tú?"


"Tengo el lugar perfecto."

"¡Genial! Nos vemos el martes, entonces."


"Si, nos vemos. Un beso."


"Adiós."

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Dejo el celular sobre la mesa de noche, apago la luz y me duermo.


Casada Por ObligaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora