Tom puso en marcha la camioneta, lanzando un largo suspiro. Sólo la promesa de volver a tenerla en su cama, en la casa, le daba fuerzas para continuar con el camino de regreso. De lo contrario, se hubiese quedado a dormir en la caja de la camioneta, mirando las estrellas junto a ella.
Tomaron el camino de tierra que traspasaba la tranquera, y a Tom le pareció divisar a lo lejos una columna de humo. Laura dormía a su lado, recostada en el asiento del acompañante. Bajó para abrir la tranquera, y tuvo la certeza de que el humo provenía del campo de frutales. Mientras subía sacudió el hombro de Laura, que apenas entreabrió los ojos. Aceleró el vehículo y surcó tan rápido como pudo el oscuro sendero de tierra. Unos metros antes de llegar a la casa pudo ver el resplandor de las llamas, y la despertó, tomando ambos hombros con sus manos.
-¡Laura!... ¡Laura, despierta! ¡Hay fuego en los frutales! ¡Vamos! -le dijo, casi al tiempo que detenía la camioneta y saltaba de ella.
Laura abrió los ojos de repente, y se esforzó por entender qué sucedía. Vio a Tom corriendo hacia los árboles, mientras se quitaba la camisa por sobre la cabeza. El resplandor del fuego detrás de la casa la terminó por despertar. Bajó de un salto de la camioneta, y dos alterados Titán y Violet salieron a su encuentro, ladrando hacia el campo. Tom corrió hacia el lateral de la casa, abriendo el grifo de la gruesa manguera que siempre estaba enroscada entre la hierba, y Laura apareció por detrás para ver lo que estaba pasando. Sus piernas flaquearon al ver gran parte de sus adorados árboles ser consumidos por un fuego abrasador, que le quemaba la cara aún desde la distancia donde se encontraba. Se recuperó rápidamente, y vio pasar a Tom como un rayo a su lado, lanzando agua a toda velocidad. Se quitó los zapatos de taco y corrió hasta el cobertizo, donde sabía que había otra manguera y otra canilla. El pavor y el dolor no le permitían llorar. Necesitaba apagar ese fuego cuanto antes.
Trabajó mientras sentía cómo el calor del fuego le rozaba la piel, cómo las lágrimas se confundían con el sudor que bañaba su rostro y con el agua que la salpicaba desde la manguera, que se movía presurosa en sus manos. Sabía cómo, quién y por qué había comenzado ese fuego, y otro igual se encendió dentro de ella.
...
La luz del amanecer los encontró sentados en el piso, contra la pared posterior de la casa, contemplando el campo de frutales, casi devastado. La mitad de los árboles se retorcían en la negrura de las cenizas, chorreando agua. Violet y Titán corrían entre los troncos oscuros, oliendo la tierra caliente, agitados. Laura enjugó sus lágrimas una vez más. Eran lágrimas de dolor, mezcladas con impotencia e ira. El fuego había quemado lo que más amaba, había pegado donde más le dolía. Su esfuerzo de años, su orgullo, su fuente de trabajo. Tom apoyaba su cabeza hacia atrás, su piel tiznada con las cenizas, brillando con las primeras luces del alba por el sudor del trabajo arduo que habían enfrentado durante la noche. Se giró para mirarla una vez más, y decidió hablarle por primera vez.
-¿Sabes quién...?
-Si. -Laura lo interrumpió, ni siquiera dejándolo terminar la pregunta. La rabia y la impotencia se mezclaban en su garganta. -Y tú también lo sabes.
Tom no dijo más nada, pero golpéo con su puño el piso.
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Escondidos
FanfictionElla vive sola en medio del campo, envuelta en la protección que le brinda su soledad. Él está huyendo de un presente caótico, que lo lleva a realizar un accidentado viaje y a encontrarse con ella. Una convivencia inesperada. Una amistad naciente. L...