Hoy le toca terapia a don Jacinto. Lo veo sentado en su cama con la boca semi abierta y la mirada puesta en el infinito. Preparo mis cosas en silencio y cuando volteo veo que me está mirando.
-¿Cómo está don Jacinto? -le pregunté.
-Aquí, bien, señorita Martínez.Sonrío con mucha alegría, se acordó de mí. La mayoría de las veces que nos vemos el Alzheimer no deja que conversemos.
-Bueno, usted sabe -prosigue-, un caballero no tiene memoria
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Cuentos Cortos de Mediatarde
Short StoryCompilado de cuentos cortos que prefiero que estén acá que dispersos en Facebook