Chico Malo

24

Capítulo 24

Estaban al lado del viejo coche de la tía de Christopher esperando a que alguien mágicamente pasara por ese lugar, ninguno de los dos hablo de lo ocurrido minutos atrás en la cabaña, ella agradeció eso ya que no quería hablar sobre ello.

Christopher  estaba a punto de decir algo pero ____ lo interrumpió.

—¿Es esa una camioneta? -Preguntó ella feliz al ver a lo lejos una figura que parecía un automóvil-

Él agudizo la mirada tratando de descifrar aquella figura y si, ella tenía razón era una camioneta lo que se avecinaba hacia ellos.
_____, extendió su mano como su fuera a parar el colectivo cuando vio que la camioneta estaba cerca de ellos.-

—¡Hey! -gritó agitando sus brazos-aquí, por favor pare.

La verde camioneta siguió de largo, tal vez no los había visto. Ella se paró en el medio de la calle y gritó con todas sus fuerzas, Christopher parecía divertirle aquello ya que no paraba de reír.-

—No va a parar, _____.

Y como si la camioneta le hiciera la contra paró y pusó marcha atrás estacionándose justo al costado de ella.-

—¿Decías? -sonrió triunfante y volvió su mirada a la persona que manejaba-

Ella se sorprendió al ver que era un muchacho de su edad, era raro ver a un chico joven manejando una camioneta tan vieja como lo era esa, la mayoría de los adolescentes manejaban autos de último modelo y presumían al respecto.
Había que admitir que el chico era atractivo, tenía unos hermosos ojos color miel, su pelo castaño claro estaba peinado modernamente hacia un costado y tenía una hermosa sonrisa que lo hacían lucir adorable.-

—Eh... --se había quedado sin palabras, se le estaba haciendo un hábito-

Christopher se dio cuenta de eso, no pudo evitar sentir celos al ver la cara de estúpida que había puesto ____ al ver a aquel sujeto.-

—¿Los puedo ayudar en algo? -Habló el chico al ver que nadie decía nada--

—Si -respondió él rodeando la cintura de ella en una señal de que ____ le pertenecía--

—¿Puedes alcanzarnos hasta la cuidad? -Dijo fríamente, ya le estaba comenzando a caer mal aquelsujeto--

—Claro, suban -se estiró para abrirles la puerta-

Ella subió primero seguida de él.-

—¿Vienen de una fiesta? -Pregunto al ver vestida a ____ de esa manera--

—Si, los osos y los lobos del bosque hicieron una fiesta-respondió él sarcásticamente por lo cual se llevó un codazo por parte de ella--

—Y dime, ¿Cuál es tu nombre? -Le preguntó a ella tratando de suavizar el ambiente--

—Oh, discúlpame por no presentarme. Soy ____, ¿y tú?-

—Bonito nombre para una bonita chica-sonrió haciendo que ella se ruborizara-

Christopher estaba que sacaba humo por las orejas, en cualquier momento aquel niño bonito iba a ver su puño de cerca.-

Soy Justin, Justin Castillo.-

—Y yo soy Miguelito -dijo algo molesto al ver que charlaban como si él no estuviera--

—Un gusto miguelito -respondió el pelinegro, ____ se mordió el labio inferior para no estallar en carcajadas y Christopher contuvo las ganas de dejarle un ojo morado-

**

- Aquí es mi casa -la señaló con el dedo-

Ella se hubiese conformado con que los hubiera dejado en la cuidad pero Shawn había insistido en llevarla hasta su casa.-

—Un gusto conocerte, _____.-

—Igualmente -asomó su cabeza por la ventanilla para darle un beso en la mejilla- gracias.-

—No hay de qué-sonrió- un gusto conocerte a ti también, Miguelito.

Él apretó su puño.-

Soy Christopher -dijo cortante- No Miguelito.-

Lo siento, es que tú dijiste...-

—Se lo que dije-lo interrumpió bruscamente--

Entonces gusto en conocerte, Christopher.-

—No puedo decir lo mismo -murmuró bajo, pero ella lo escuchó y lo fulminó con la mirada--

Gracias por remolcar el coche de Miguelito -trato de no reír mientras era fulminada por el chico- y por traernos.-

—Fue un gusto, espero volver a verte.-

—Lo dudo si antes te dejo ciego -murmuró nuevamente llevándose otra mirada fulminante por parte de ella--

—Lo mismo digo-se volvió al pelinegro y le sonrió--

—Al fin se fue.-

—No tenias porque ser tan grosero con él, nos trajo hasta aquí, si no fuera por él estaríamos todavía en ese bosque.-

—La próxima vez que lo vea hazme acordar de que le bese los pies -dijo sarcástico--

—Eres imposible.

Él la acorraló contra el coche de su tía.-

—No quiero que te acerques a él.-

—Ni siquiera sé si lo voy a volver a ver -rió por el ataque de celos que le había dado--

—No importa...Acortó la poca distancia que había entre ellos capturando sus labios, fue un beso suave y lento, las mariposas en su estomago no tardaron en aparecer. -