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Solo quedan dos Capítulos para el final

Capítulo 56

— ¡_______! Apúrate que llegaremos tarde, mujer -gritaba su mejor amiga desde abajo. Abby portaba un vestido a tiras, rojo hasta las rodillas y unas sandalias que hacían juego. Su pelo iba recogido con algún que otro detalle que su peluquera personal le había hecho.

_______ se encontraba en el piso de arriba colocándose loción. Estaba nerviosa y no sabía el por qué. Sus tacones hacían ruido mientras caminaba de un lado hacia otro en busca de joyería. Portaba un vestido de color negro en la parte superior y un tono grisáceo en los volados, que empezaban a partir de la terminación de sus pechos. Tacones de color negro que combinaban a la perfección con su atuendo. Abby le había acertado al vestido que había elegido para ella, se amoldaba perfectamente a sus curvas. Su pelo lo dejó lacio, levantando un poco los costados de su cabello, tirándolos para atrás y agarrándolos con unas invisibles.

Revisó nuevamente su cartera, asegurándose que todo estaba en orden.
El timbre inundó el silencio de la casa. Abby ya estaba cansándose de esperarla. Había tardado más que ella, difícil de creer.-

—Abre tu, Abby -gritó la morena desde arriba mientras se colocaba los aros.

La rubia rodó los ojos y exhaló toda la frustración de su espera. Al abrir la puerta se encontró con la sonrisa de Justin y un ramo de rosas.-

—Justin ya está aquí, ________ --le gritó llevándose una mueca de "susto" por parte del castaño- Bajas ahora o te bajo yo... y no va a ser bonito -agregó.

Si antes no quería bajar, con la llegada de Justin menos. Tardó lo más que pudo en salir de su habitación. Abby y Justin estaban entablando una conversación acerca de la tardanza de _____, más bien Abby hablaba y Justin escuchada asintiendo de vez en cuando.

La atención del castaño se centró en ______. Vaya que estaba hermosa, seguramente en esos momentos tenía una cara de estúpido mientras la veía descender lentamente por la escalera. La detalló con la mirada, recorriéndola de arriba abajo unas cuantas veces.-

—Cierra la boca, no pienso limpiar tu baba del piso -Murmuró Abby para que solo él la escuchase.

Justin portaba un traje negro que le quedaba a la perfección. Definitivamente hubiese salido con él, si no estuviera perdidamente enamorada de Christopher.-

—Woo... --Las palabras no le salían a causa del nerviosismo- Estas... estas hermosa-le sonrió.-

—Tu también. Quiero decir... no hermosa sino hermoso, porque eres hombre... --Abby la miraba raro mientras que ella quería que la tragase la tierra.- Es para ti -le entregó el ramo de rosas- Si no te gustan, discúlpame. La florería cerraba cuando estaba llegando, me hicieron elegir rápido -Soltó una risa.-

—Son perfectas, gracias.-

—Bueno si... ponlas en agua y vayámonos de aquí. Hay una fiesta esperándome -Interrumpió la rubia.

Richard llegó a los pocos minutos y luego de intercambiar besos con su novia y alagarse mutuamente, partieron rumbo a la fiesta.
Varios estudiantes ya estaban bailando al ritmo de la música en la pista de baile. Otros, estaban bebiendo de las botellas ilegales, camufladas, que lograron ingresar. Christopher estaba apoyado despreocupado en la barra, escaneando a cada persona que ingresaba, en busca de una persona. Esperaba que su amigo no le haya mentido acerca de que ella podría estar en la fiesta porque la iba a pagar caro.

Erick había logrado colarse con Sara en la fiesta por causas que Chris desconocía. Siempre se le había dado bien lo de colarse en lugares a los que no estaba invitado.
El bronceado y la morena bailaban en la pista como si fueran estudiantes del colegio, de vez en cuando se mostraban su amor dándose besos.
Christopher los miraba divertido. Le agradaba la idea de que su mejor amigo estuviera disfrutando de la fiesta. Hacia tanto que no lo veía divertirse de aquella forma. Sara había llegado a su vida en el momento preciso para cambiar las cosas y sacarlo de ese agujero oscuro al que estaba cayendo. Ambos eran afortunados de tenerse mutuamente, eran personas maravillosas.

Christopher  desvió su atención de los tortolos para fijarla nuevamente en la puerta. Su corazón se aceleró al verla entrar y luego se paró al verla con Justin. Él debía estar en su lugar, él debía estar sosteniendo su mano. Había sido un idiota con todas las letras.
Por más que intentaba, sus ojos no podían abandonarla. Estaba tan hermosa. Ese vestido le quedaba perfecto. Seguramente estaba babeándose viéndola reír con su grupo de amigos.-

—¿Quieres bailar? -Murmuró en su oído alejándola del grupo. Ella asintió y siguió al castaño hasta la pista.

La música los envolvió. Pronto, sus cuerpos bailaban a ritmo mientras reían. La compañía de Justin las últimas semanas habían sido de gran ayuda para despejarse y recapacitar. Él nunca podría ocupar el lugar que Christopher había dejado. Pero si podía hacerla olvidar, aunque sea por unas hora, acerca de lo ocurrido.

Su espacio personal se vio reducido a causa de los cuerpos estudiantiles que los rodeaban, haciendo que sus cuerpos casi tocaran. Justin se acercó tanto que podía sentir sus labios rosar con los de ella. Estaban respirando el mismo aire de tan junto que estaban. _____ lo quería, pero solo como un amigo. Aquello no estaba bien.

Se apartó suavemente y él comprendió.-

Lo siento, Justin --Se alejó de él esquivando cuerpos a su paso.

Chico MaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora