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Capítulo 50

El baile había sido pospuesto. Al parecer faltaba recaudar más dinero para poder hacer la fiesta que todos esperaban.
Ahora que no tenía con quién ir le daba igual. Los días pasaban y ella poco a poco se recuperaba del abandonamiento repentino de Christopher. Se la había pasado llorando en el regazo de su madre todas las noches desde su partida. Lo extrañaba y lo odiaba por eso. Él seguramente ni siquiera se había mosqueado, ni siquiera había derramado una lágrima por ella. Cuan equivocada estaba. Christopher había llorado en repentinas ocasiones, cuando nadie más estaba observando.

Verla acercarse cada vez más a Justin lo volvía loco. Pero lo único que podía hacer era apretar los puños y seguir su camino.
Rockie lograba distraerlo, aunque no lo suficiente como para olvidarla. Nunca la amaría de la forma en la que amaba a _____. Eran dos personas completamente diferentes. Rockie nunca sería como ella ni siquiera le llegaba a los talones.

El timbre sonó y pronto los pasillos se vieron invadido por estudiantes entablando conversaciones triviales con sus amigos. Abby se encontraba guardando sus libros. Él podía observar como ______ le decía algo mientras la rubia asentía enérgicamente y luego, ella y Justin se perdieron entre la multitud.

Christopher se acercó sigilosamente hasta Abby. Se estaba muriendo por saber cómo se encontraba ____ después de todo lo que había pasado. Si lo había superado o no. Sonaba egoísta pero no quería saber que ella ya lo había superado. No podría aguantar ver como otro sostenía su mano. Como otro se apoderaría de su boca al igual que de todo su ser. Simplemente no podría soportarlo.

Abby se sobresaltó al darse vuelta y encontrarse de golpe con Christopher. Este sonrió algo nervioso pero ella optó por poner un semblante serio. Si eso fuera una caricatura apostaría a que los ojos de la rubia tendrían llamas dentro. Podía sentir su rabia. Claro, cómo no sentirla si era un completo idiota.-

—¿Qué es lo que quieres? -Preguntó de mala gana.-

—Ehm... yo solo... --Eso le pasaba por no haberlo ensayado antes. Hacía mucho que no entablaba una conversación con Abby. Desde que él se había alejado de _______.-

—Si no vas a decir nada, con permiso -se abrió paso pero no llegó muy lejos.-

—Quería saber cómo se encontraba, _______ --Largó luego de una exhalación. Abby lo miró tratando de deducir a qué venía eso.-

—Que te importa.- Abby, se que la lastime...-

—Si lo hiciste. Ella está mucho mejor sin ti. Ahora, piérdete -Se alejó de él caminando molesta al encuentro con su mejor amiga.-

—¿Qué te sucede? -Su amiga captó en el preciso instante que vio a Abby que algo no andaba bien.-

—Nada... --mintió. No quería traer a Christopher de nuevo a su tema de conversación. ______ se la había pasado llorando noches y días, sin salir de su casa. No iba a permitir que aquello volviera a pasar, no por Christopher.-

—Hay una fiesta en casa de una amiga. Me preguntaba... me preguntaba si quisieras ir -Le comunicó Justin después de la escuela.-

—No lo sé. No estoy de ánimos como para ir a una fiesta.-

—Si, si, si, si... --repitió una seguidilla de veces su amiga apareciendo por detrás.-

—Abby, cuando no escuchando conversaciones ajenas.-

—Oh vamos, ______. Deja de lloriquear por estupideces. Esa fiesta es perfecta para despejar tu cabeza y divertirte un poco -

Abby tenía razón. Hacía mucho que no se divertía y era hora de hacerlo.-

—De acuerdo -Se dio por vencida. Abby festejó con su típico baile extraño y Justin solo sonrió.

Christopher tiró bruscamente las llaves sobre la mesada y sacó una jarra de jugo de la heladera, tomándola del pico. Erick apareció en escena con solo unos bóxers, se rasco la nuca para luego sentarse en un taburete de madera.-

—Que cara tienes -El bronceado se pasó la mano por la cara, desperezándose.-

—Lo mismo digo -Dejó la jarra sobre la mesada.-

—¿Hablaste con la amiga de ______, como te dije?-

—Si, y tu consejo no fue de mucha ayuda. Un poco más y me calcina con los ojos.-

—Y no es para menos, has lastimado a su mejor amiga.-

—Gracias, Erick. Por recordármelo siempre que tienes tiempo, o sea , siempre.-

—Pero si es la verdad. Has sido un completo idiota, Christopher. Y tú lo sabes muy bien.-

—¿Y que querías que hiciera, eh? Esperar a que aparezca muerta en un zanjón.-

—Alejarla de ti lo único que hace es hacerle mal a ella y a ti mismo. Estas alejando a la mujer de tu vida, Christopher.-

—No voy a ir -se dio por vencida luego de rebuscar en su armario. No tenía nada lindo para ponerse.-

—Oh claro que vas a ir -respondió su amiga. No iba a dejar que una estúpida ropa ganara.-

—No tengo nada que ponerme, Abby. Déjalo.

Abby se adentró en el armario de ______, buscando algo adecuado para ella. No era su ropero pero algo podía hacer con aquella ropa. Agarró una tijera del primer cajón de su mesita de luz y comenzó a cortar ese horroroso pantalón. Pensaba que ya lo había regalado pero al parecer su madre no lo había hecho.-

—¿Qué haces?-

—Moda, amiga -Ahora su pantalón largo era corto y después de algunos retoques definitivamente estaba muchísimo mejor que antes. Le sonrió a su amiga y luego la abrazó.-

—Eres una genia.- Lo sé, lo sé.

Diez minutos después, Justin y _____ se encontraban en la fiesta de Nerea, una chica que iba con él en la clase de historia. Su larga cabellera rubia le hacía recordar mucho a su mejor amiga.

La música inundaba la habitación mientras algunos cuerpos se movían a su ritmo en la pista improvisada. Las luces tenues hacían al lugar más privado y acogedor. Una mesa descansaba en la esquina, con botellas y vasos a medio llenar, y comida a medio comer.-

—¿Quieres bailar? -Elevó la voz, Justin, en su oído para hacerse escuchar. Ella asintió y se dejó guiar por él hasta la pista de baile.

Pero no contaba con una presencia extra. Él estaba allí. Su mandíbula estaba tensa, al igual que todo su cuerpo mientras los veía bailar demasiado juntos para su gusto. -

Chico MaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora